La adaptación de los estilos de comunicación empresarial a las necesidades y costumbres de los colaboradores es uno de los métodos más adecuados para aprovechar el talento humano de tu empresa.
La falta de comunicación en el negocio puede causar problemas graves, como un mal manejo de la información, conflictos internos que pueden llevar a cancelar proyectos o disolver equipos.
En este artículo hablaremos de cuatro estilos de comunicación importantes para empresas, sus características y cómo forman parte de la cultura organizacional.
A continuación, se exponen los cuatro estilos de comunicación empresarial que pueden formar parte de tu organización:
El estilo de comunicación empresarial asertivo se destaca por su capacidad de expresión abierta y consistente, sin caer en el egocentrismo. Este enfoque no sacrifica la empatía, incluso al abordar observaciones negativas, y resalta por sus habilidades blandas.
En su discurso, se esfuerza por utilizar palabras y frases que no hieran ni falten al respeto a los demás. Este enfoque contribuye a mantener conversaciones agradables, incluso en momentos incómodos.
Además, posee la capacidad de motivar al equipo de trabajo en situaciones que podrían resultar desalentadoras de otra manera. La clave radica en la habilidad para equilibrar la franqueza con la sensibilidad, construyendo así relaciones laborales sólidas y fomentando un ambiente positivo en el entorno empresarial.
El estilo de comunicación empresarial pasivo se caracteriza por la resistencia a tomar partido, expresar ideas o emitir opiniones. Este comunicador no solo evita hablar más de lo necesario, sino que también opta por no proporcionar información, incluso si ello puede ocasionar problemas en los procesos.
Generalmente, estas personas tienden a ser tímidas y retraídas, prefiriendo que los hechos transcurran sin su intervención. Como compañeros, resulta crucial explicarles que se encuentran en un entorno seguro, donde pueden expresarse con confianza sin temor a ser juzgados.
Alentando un ambiente de apertura y comprensión, se puede fomentar la participación activa de estos comunicadores pasivos. Destacar la importancia de su aporte y recordarles que sus opiniones son valiosas en la construcción de un equipo cohesionado y eficiente.
El emisor agresivo presta poca o ninguna atención a si su forma de expresar no es la adecuada. Es irrelevante si ocasiona daños o incomodidades con sus palabras, y suele argumentar sus decisiones o acciones como si fuesen las únicas con sentido.
No son receptivos ante nada que pudiese ser una crítica y toman actitudes escandalizadas o arrogantes ante la más mínima molestia, lo que los vuelve poco adecuados para la gestión del talento humano o para ser un líder.
Para tratar con este tipo de comunicador, a quien algunos suelen temer, la mayoría del tiempo basta con que el líder establezca límites al evidenciar que su conducta se vuelve ofensiva o muy molesta. Si el líder no es consciente, los demás colaboradores deben hacerle saber el problema.
El estilo pasivo-agresivo recolecta las características más predominantes de ambos estilos de comunicación empresarial y los junta en conductas que pueden entorpecer grandemente el entorno de trabajo.
Como lo haría un comunicador pasivo, mantienen una actitud sumisa ante cualquier situación que les incomode. No obstante, toman conductas agresivas e indirectas que perjudican a quien les causa molestia.
Hablamos de conductas indirectas como aquellos ataques que no van dirigidos puntualmente hacia la persona, sino hacia algo o alguien más que pueda generar consecuencias negativas hacia dicha persona.
La mayoría del tiempo la solución está en confrontarlos directamente sobre el problema que ellos evitan comentar a la persona implicada.
Por supuesto, conservar la calma en este proceso, es indispensable.
Con la llegada de la transformación digital, los canales de comunicación de una empresa son cada vez más amplios. Entre ellos, podemos destacar los siguientes:
Existen diferentes sistemas de comunicación empresarial que se definen a partir de cómo se transmite la información entre los colaboradores:
La cultura empresarial y la comunicación asertiva forman parte de un mismo propósito: crear un ambiente laboral óptimo que fomente el crecimiento de los colaboradores y la empresa.
En ese sentido, podemos mencionar algunos elementos de la cultura empresarial en la comunicación efectiva:
De acuerdo con la vía por la que se transmite la información, existen 3 métodos de comunicación empresarial y diferentes escenarios donde se aplican.
Sin lugar a dudas, los estilos de comunicación empresarial determinan qué tan efectivo puede ser un mensaje, tanto a nivel interno como a nivel de marketing. Mientras más asertivo sea, más probable es que los implicados se sientan comprometidos con el mismo.
Por eso, es importante tener en cuenta la comunicación como uno de los factores más importantes en las relaciones interpersonales y laborales. Asimismo, en la toma de decisiones acertadas, que, con la información expresada de manera idónea, estarán más basadas en la realidad, y menos en la subjetividad del receptor.
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