

Escrito por Yaileth Herrera
Soy Contadora Pública y cuento con un MBA en Gerencia de Empresas realizado en la Universidad Metropolitana (VE). Tengo más de 15 años de experiencia en el sector eléctrico, servicios financieros (KPMG) y tecnológico, donde he ejercido labores estratégicas como Auditora Interna y Externa, Reportes Financieros, Control de Gestión, entre otros.
Author's LinkedInTitle: Kit de Plantillas Excel para Contadores
Subtitle: Libro de Caja, Balance General, Estado de Resultados, Depreciación de Activos y más
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Un ejemplo de devengado en contabilidad
Imagina que una Compañía X a la que le llevas la contabilidad decidió vender en diciembre de 2017 un lote de computadores. Como se trata de un amplio volumen de mercancía, el comprador pacta con la empresa el pago a dos cuotas, una para el mes de febrero de 2018 y la otra para el mes de mayo del mismo año. En consecuencia, debes contabilizar el hecho económico en el 2017.
Sucede lo mismo con los servicios y los pagos. Supongamos que la misma Compañía X contrató una agencia de marketing para desplegar una campaña publicitaria en redes sociales. Tal servicio se prestó en el mes de noviembre del año 2017, fecha en la que se emitió la correspondiente factura.
No obstante, el contrato suscrito entre la sociedad y la agencia establecía que el pago debía efectuarse a los tres meses de la emisión de dicho documento tributario. En este caso, estaríamos hablando de febrero del ejercicio 2018. En este caso debes hacer el registro contable del gasto en el ejercicio 2017 y no en febrero de 2018.
En el caso de las subvenciones, la situación cambia por completo. Cuando estas son concedidas, se produce el cobro monetario de la misma, pero su imputación a la cuenta de resultados debe realizarse en el momento en que son definitivas, es decir, hasta que se cumplen todos los requisitos establecidos en la concesión de la misma.
Principio de devengo versus contabilidad de caja
La contabilidad de caja es aquella que solo registra los cobros y pagos que afectan la caja, es decir, aquellos que realmente representan un ingreso o salida de dinero en efectivo.
Sin duda, se trata de un método de registro mucho más sencillo que el empleado bajo el principio del devengo.
No obstante, todas las empresas del mundo se inclinan por utilizar este último. ¿Cuál es la razón? Probablemente, porque la contabilidad de caja tiene muchas limitaciones.
Al registrar únicamente las transacciones que afectan la caja, lo que podrías realizar con sus resultados es solo un estado de flujos de efectivo, que daría cuenta exclusivamente de lo que ha ocurrido con la caja en determinado periodo de operaciones.
En otras palabras, no reflejaría todas las transacciones que no representaron una salida o entrada efectiva de dinero, como las compras de activos a crédito, las obligaciones contraídas e incluso los gastos por amortización.
Esto se traduce en una contabilidad incompleta que no refleja la situación patrimonial y financiera real de la empresa, objetivo fundamental de la aplicación del principio del devengo.
Hoy en día llevar este tipo de registros resulta de lo más sencillo gracias a la utilización de algunos software de contabilidad de vanguardia, que operan bajo los PCGA y solo requieren que ingreses la información para acomodarla de manera automática en sus respectivas cuentas.