A continuación, te explicamos lo esencial que debes saber sobre estos cambios, sus beneficios y cómo podrían afectar a las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Aumento gradual de la cotización a cargo del empleador

Uno de los cambios centrales de la reforma es el incremento de la cotización previsional por parte del empleador en 7 puntos porcentuales adicionales.

Actualmente, solo el trabajador cotiza el 10% de su sueldo en su cuenta individual, mientras el empleador aporta cerca de un 1,5% para el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS).

Con la reforma, el empleador deberá aportar gradualmente un 7% extra del sueldo imponible de cada trabajador, alcanzando en total un 8,5% a cargo del empleador (7% nuevo + ~1,5% SIS) cuando la reforma esté plenamente implementada.

Este aumento se introducirá de forma gradual a lo largo de 9 años: comienza con un 1% adicional a partir de las remuneraciones de agosto de 2025 e irá subiendo aproximadamente 1 punto por año hasta completar el 7%.

(La ley prevé que este plazo podría extenderse hasta 11 años si fuera necesario, según evaluaciones fiscales.)

Distribución de la nueva cotización del empleador

La cotización adicional tiene un destino doble, combinando ahorro individual y solidaridad.

El nuevo aporte se agregará al 1,5% que los empleadores ya destinan actualmente al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS), elevando así la contribución total patronal al 8,5%.

De ese total, el 4,5% irá directamente a la cuenta individual de cada trabajador, incrementando sus ahorros previsionales personales.

El otro 4% será gestionado por el Seguro Social Previsional: un 2,5% se usará para financiar beneficios solidarios como el SIS y las compensaciones por expectativa de vida a mujeres, y el 1,5% restante como cotización con rentabilidad protegida.

Este nuevo aporte del empleador se suma a la cotización obligatoria del trabajador sin reducirla, reforzando así el sistema mixto de capitalización individual más aportes colectivos.

Con esto, al cabo de la implementación gradual, la cotización previsional total (trabajador + empleador) llegará a 18,5% del sueldo.

Sistema mixto y nuevo Seguro Social Previsional

La Reforma de Pensiones 2025 (Ley Nº 21.735, publicada en marzo de 2025), establece un sistema mixto de pensiones, donde se mantienen las cuentas de capitalización individual administradas por las AFP (el 10% que cada trabajador cotiza sigue funcionando igual), pero se agrega un componente de seguro social financiado con la cotización del empleador.

Este Seguro Social Previsional (SSP) es un fondo solidario administrado por un nuevo organismo público autónomo (llamado Fondo Autónomo de Protección Previsional, FAPP) y tiene como finalidad mejorar las pensiones mediante beneficios colectivos.

En resumen, se introduce por primera vez en décadas un pilar de reparto parcial que complementa al pilar individual:

  • El SSP se financia con el 2,5% de cotización del empleador mencionado, más aportes del Estado y rentabilidades del fondo.
  • Beneficios solidarios: Con esos recursos, el Seguro Social otorgará dos nuevos beneficios centrales (detallados más abajo): el Beneficio por Años Cotizados y la Compensación para mujeres por mayor expectativa de vida.
  • Solidaridad intergeneracional y de género: El diseño de este fondo busca reducir brechas, ya que los trabajadores activos aportan para mejorar las pensiones de actuales jubilados y para compensar desigualdades (por ejemplo, las debidas a mayor longevidad de las mujeres).

En la práctica, el sistema sigue siendo de cuentas individuales, pero ahora con un componente colectivo.

Tus ahorros obligatorios seguirán en tu AFP (y de hecho aumentarán con el 4,5% extra pagado por tu empleador), pero además existirá este seguro social que entregará beneficios adicionales financiados por el empleador y el Estado.

Esto acerca el modelo chileno a un esquema mixto de seguridad social, combinando capitalización individual + solidaridad.

Aumento de la PGU (Pensión Garantizada Universal) a $250.000

La reforma refuerza el pilar básico universal subiendo el monto de la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250.000 mensuales (valor en pesos chilenos) para los beneficiarios.

La PGU es el aporte estatal que reciben las personas jubiladas que cumplen ciertos requisitos (relacionados con edad, residencia y pensión base menor a un umbral).

Con la nueva ley, aumentará a $250 mil de forma gradual por tramos de edad:

  • Septiembre 2025: reciben $250.000 de PGU quienes tengan 82 años o más (y beneficiarios de pensiones de invalidez y de ciertas leyes reparatorias).
  • 18 meses después de publicada la Ley (aprox. septiembre 2026): se extiende a pensionados de 75 años o más.
  • 30 meses después de publicada la Ley (aprox. septiembre 2027): se extiende a personas con 65 años o más, completando la cobertura para todos los adultos mayores elegibles.

A partir de allí, la PGU quedará fijada en $250.000 para todos los beneficiarios y se reajustará cada año según la inflación (IPC), manteniendo los mismos requisitos de acceso vigentes.

Este aumento es significativo, ya que implica un incremento del ingreso base para muchos jubilados.

Beneficio por años cotizados (aporte por trayectoria laboral)

Para reconocer a quienes cotizaron durante buena parte de su vida laboral y hoy tienen pensiones bajas, la reforma crea el Beneficio por Años Cotizados.

Este beneficio consiste en un aporte mensual extra para pensionados (vejez o invalidez) que cumplan con ciertos años de cotización:

  • El monto del beneficio es de 0,1 UF por cada año de cotización, con un límite de 25 años (es decir, hasta 2,5 UF mensuales adicionales como máximo).
  • ¿Quiénes califican? Podrán acceder a este beneficio las mujeres que acumulen un mínimo de 10 años de cotizaciones, ya sea de forma continua o intermitente, y los hombres con 20 años o más de cotizaciones podrán recibir este beneficio (Nota: en 10 años más, el requisito para mujeres subirá a 15 años cotizados, incentivando así mayores períodos de cotización femenina.)
  • Inicio del pago: Se empezará a pagar automáticamente desde enero de 2026 a todos los nuevos pensionados que cumplan los requisitos, así como a los pensionados actuales que califiquen. No es necesario postular; el Instituto de Previsión Social lo calculará y agregará a la pensión. Es un alivio especialmente pensado para quienes cotizaron buena parte de su vida pero, por las lagunas u bajas densidades de cotización, su pensión autofinanciada resultó baja.

Compensación a mujeres por mayor expectativa de vida

Otra medida innovadora de la reforma es la Compensación para Mujeres por Expectativa de Vida, destinada a reducir la brecha de pensiones entre hombres y mujeres.

En Chile, las mujeres suelen recibir pensiones más bajas no solo por menores salarios o lagunas, sino porque, al vivir en promedio más años, sus ahorros deben financiar más tiempo de jubilación (lo que disminuye el monto mensual calculado por las AFP).

Para corregir esta inequidad actuarial, la reforma establece un bono mensual adicional para mujeres pensionadas, financiado con el Seguro Social, que garantiza que a igualdad de condiciones un hombre y una mujer obtengan la misma pensión mensual.

Las características son:

  • Entrada en vigencia: Comienza a pagarse a partir de enero de 2026 a las mujeres que se pensionen por vejez o invalidez y cumplan los requisitos. Si la mujer ya tiene 65 años o más y está jubilada, recibirá el bono; si decide pensionarse después de los 65, empezará a recibirlo desde el momento de su jubilación.
  • Monto: La compensación mínima es de 0,25 UF mensuales. Ese monto base (0,25 UF) se diseñó para equiparar pensiones entre géneros suponiendo condiciones similares.
  • Extinción: Este bono especial se paga de por vida una vez que inicia, pero termina al fallecer la beneficiaria (no es heredable). También se suspende si la pensionada reside fuera de Chile por más de 6 meses continuos en un año.

Gracias a esta medida, una mujer y un hombre que ahorraron lo mismo y se retiran ambos a los 65 años recibirán una pensión igual, eliminando la diferencia que antes provocaba la mayor esperanza de vida femenina.

En conjunto, el Beneficio por Años Cotizados y la Compensación a mujeres apuntan a mejorar las pensiones actuales (especialmente de quienes cotizaron por años) y a reducir brechas de género, dos objetivos centrales de la reforma.

Otros cambios relevantes del nuevo sistema previsional

Además de los aspectos ya mencionados, la Reforma de Pensiones 2025 incluye otros cambios importantes en la estructura de la industria previsional y la cobertura de seguridad social:

Fin de los multifondos, llegan los “fondos generacionales”

A partir de abril de 2027, el sistema dejará atrás los cinco multifondos tradicionales (A, B, C, D y E) y adoptará en su lugar un modelo basado en fondos generacionales, vinculados al tramo etario del afiliado.

En este nuevo modelo, los ahorros de cada afiliado se invertirán automáticamente en un fondo acorde a su rango de edad, ajustando el riesgo de inversión a la etapa de vida (por ejemplo, fondos más conservadores a medida que el afiliado se acerca a la jubilación).

Esto busca simplificar la elección de fondos y proteger mejor los ahorros de quienes están próximos a pensionarse.

Ingreso de nuevos actores al sistema de administración de fondos

Actualmente, las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) gestionan las cuentas individuales. 

La reforma permitirá que ingresen nuevas entidades a competir en la administración de fondos previsionales, tales como Administradoras Generales de Fondos (AGF) no bancarias, cooperativas de ahorro y crédito, e incluso Cajas de Compensación, siempre que cumplan requisitos estrictos de solvencia y autorización.

Incluso personas jurídicas o naturales (chilenas o extranjeras) podrían formar una AFP, sujeto a supervisión, fomentando mayor competencia. 

Ninguna administradora podrá pertenecer al mismo grupo empresarial que otra, evitando concentración.

Licitación de afiliados para bajar comisiones

Cada dos años se licitará el 10% de los afiliados activos de forma aleatoria, asignándolos a la AFP (o entidad) que ofrezca la comisión más baja del mercado, congelada por 5 años.

La primera licitación de este tipo se estima para 2028. Los afiliados sorteados podrán optar por no cambiarse si así lo desean (manifestándolo dentro de un plazo de 30 días).

Esto incentiva a las gestoras a bajar las comisiones para ganar clientes, beneficiando especialmente a trabajadores de menores ingresos con comisiones más bajas.

Seguro de Lagunas Previsionales

Desde mayo 2025, se amplía la cobertura del Seguro de Lagunas (Seguro de Cesantía con aporte a pensiones) para que todas las personas que reciban el seguro de cesantía tengan cubiertas sus cotizaciones previsionales durante el período que estén cesantes.

Esto significa que si quedas desempleado y cobras el seguro de cesantía, una parte de ese beneficio seguirá cotizando por ti para que no tengas “lagunas” en tu historial de cotizaciones mientras estás sin trabajo, algo muy importante para no afectar tu futura pensión.

Trabajadores independientes

Para quienes trabajan a honorarios (emiten boletas) y ya están obligados a cotizar en la Operación Renta anual, la reforma no impone inmediatamente el 7% extra de cotización de empleador, sino que permite que ese incremento sea voluntario (lo obligatorio sigue siendo cotizar para salud y SIS, como hasta ahora).

Además, para los independientes que no emiten boleta (ej. emprendedores individuales) y que no están obligados a cotizar, se crea un mecanismo sencillo de pago automático voluntario de cotizaciones previsionales, cargado a su cuenta bancaria, para incentivar que aporten a su previsión si así lo desean.

En conjunto, estos cambios estructurales buscan modernizar el sistema de pensiones chileno, haciéndolo más competitivo (al abrirlo a nuevos actores y bajar comisiones), más simple de entender (fondos por edad) y más protector frente a lagunas laborales.

Si bien algunos de estos ajustes tardarán algunos años en implementarse totalmente, vale la pena que tanto trabajadores como empleadores los tengan presentes.

Impacto de la reforma en las pymes y recomendaciones

Para las pequeñas y medianas empresas (pymes), la Reforma de Pensiones 2025 trae consigo desafíos y consideraciones importantes, especialmente en el ámbito de costos laborales y adaptación administrativa:

Incremento de costos laborales

El nuevo aporte patronal elevará gradualmente el costo de contratar trabajadores. Aunque el alza es progresiva (1% adicional desde agosto 2025, subiendo de a poco cada año), las empresas deben anticipar este gasto.

En el largo plazo, cuando el 7% extra esté en régimen, el costo total de mano de obra habrá subido en esa proporción.

Por ejemplo, una pyme con una planilla de sueldos imponibles de $15 millones mensuales deberá destinar eventualmente $1.050.000 más al mes en cotizaciones previsionales una vez se complete el incremento.

Inicialmente, en agosto de 2025, el aumento será de solo un 1% (en este caso $150 mil al mes por esos $15 millones en sueldos), dando algo de margen para ajustar.

Pero es prudente que las pymes incorporen estas proyecciones en sus presupuestos y estructuras de costos, para no verse sorprendidas.

Necesidad de actualización en la gestión de remuneraciones

Los empleadores deberán ajustar sus sistemas de pago de sueldos y cálculo de cotizaciones. Cada año, al subir el porcentaje, habrá que recalibrar las planillas. Contar con herramientas tecnológicas adecuadas puede simplificar mucho este proceso.

Un software de gestión contable y de remuneraciones (como Nubox, por ejemplo) permiten automatizar el cálculo de cotizaciones previsionales, evitando errores manuales y asegurando que tanto el 1% inicial como los incrementos posteriores se apliquen correctamente y se declaren a tiempo.

Para contadores y encargados de RRHH, apoyarse en estas plataformas será clave para cumplir con la reforma sin complicaciones operativas.

Estrategias de retención y beneficios

Si bien la reforma implica un mayor gasto para la empresa, también redunda en un beneficio futuro para los trabajadores (mejores pensiones, PGU más alta, etc.). Comunicar esto al equipo puede ser positivo.

Las pymes podrían incorporar la mejora previsional como parte de su propuesta de valor al empleado, enfatizando que “estamos invirtiendo en tu futuro jubilación”. Esto ayuda a mantener un clima laboral positivo ante el cambio.

Planificación para evitar efectos negativos

Expertos han señalado que, si no se planifica bien, existe el riesgo de que algunas empresas busquen vías para eludir el mayor costo (por ejemplo, informalidad o disminución de empleos).

Sin embargo, con una planificación financiera adecuada y considerando que la implementación es gradual, es posible absorber el impacto.

El Estado, por su parte, confía en que el aumento de productividad y la mejora en el bienestar de los trabajadores (al saber que tendrán mejor pensión) compensarán en parte este costo en el largo plazo.

En conclusión, la Reforma de Pensiones 2025 supone un cambio trascendental en cómo Chile enfrenta el desafío de las bajas jubilaciones.

Aporta más recursos al sistema, crea mecanismos solidarios para mejorar las pensiones de quienes más lo necesitan y corrige inequidades históricas, especialmente hacia las mujeres.

Si bien implica mayores obligaciones para los empleadores, estas se implementarán de forma paulatina. Tanto ciudadanos como profesionales (contadores, administradores de empresas) deberán informarse y adaptarse: entender los nuevos beneficios, ajustar las prácticas de gestión de nómina y aprovechar las herramientas disponibles para simplificar el cumplimiento.

Al final del día, el objetivo es asegurar pensiones más dignas para todos los chilenos, lo cual es un propósito compartido por trabajadores, pymes y el país en general.

Mantenerse al día con estos cambios será la clave para transitar exitosamente hacia este nuevo sistema previsional.

¿Cómo adaptarte a la reforma de pensiones 2025 sin complicarte?

Con la entrada en vigor de la reforma, llevar un control claro y actualizado de las cotizaciones será más importante que nunca.

Para muchas pymes, esto implicará ajustar sus procesos de cálculo y declaración previsional año a año. Contar con herramientas que automaticen estos cambios puede marcar una gran diferencia.

Por ejemplo, el software de remuneraciones de Nubox permite gestionar fácilmente las nuevas cotizaciones, actualizar porcentajes según la normativa vigente y mantener al día las obligaciones previsionales, sin complicaciones innecesarias.