Para comenzar a hablar de la diferencia entre la NIC 17 y la NIIF16, es importante conocer en qué términos financieros se encuentran en la actualidad, para hacer un reconocimiento de dónde apunta cada cual, ya que la contabilidad financiera debe ir adecuándose a las necesidades empresariales y las diversidades internacionales.
Continúa leyendo, que acá te vamos a contar todo lo que necesitas saber acerca de ambas normativas.
¿Cómo se vive en la actualidad la NIC 17 y la NIIF 16?
Durante el año 2018, existieron algunas modificaciones en la contabilidad financiera, que hicieron que en el 2019 entrara en vigencia la NIIF 16, que llegó a reemplazar la NIC 17 sobre los contratos relacionados a los arrendamientos.
Esto generó un impacto en los análisis de los Estados Financieros, ya que se eliminan casi todos los antecedentes relacionados a los reconocimientos contables dedicados a los arrendamientos operativos.
Se redefinieron las métricas financieras empleadas, tales como el porcentaje de apalancamiento, antecedentes para la proyección al momento de generar márgenes comparativos y el análisis de los índices de coberturas, índices de créditos, costos de intereses, que en su mayoría son los que se requieren para la confección de los Estados Financieros como tal.
También los tratamientos contables tuvieron cambios radicales, donde la nueva norma llegó a eliminar el modelo de contabilidad que se llevaba hasta el 2018, donde se dividía en arrendamiento financiero y operativo. Cuando nace la NIIF 16, se apunta al desarrollo de un modelo único, dentro del balance y que de una u otra manera se asimila al arriendo financiero.
Ahora, veamos de qué trataba la NIC 17 y cómo se diferenciaban los arrendamientos.
¿Qué es la NIC 17?
Era la normativa enfocada en los requisitos y procedimientos financieros para términos de arrendamientos, donde se relacionan arriendo de terrenos, edificios y activos en general.
Cabe señalar que los arriendos se diferenciarán en arriendos financieros y arriendos operativos:
En este contexto se apuntaba a reconocer como un gasto y se registraban en los estados financieros desde el estado de resultado final como una forma lineal, donde se definen cuotas iguales que deben pagarse cada año.
Por ende, no era 100% parte del balance en su forma descompuesta y el arrendador finalmente lo reconoce como un pago que ingresa por concepto de arriendo. Esto genera inexactitud al final de realizar un Balance General relacionado a los gastos efectivamente generados por concepto de arriendo.
El activo arrendado se reconocía como un activo por el arrendatario, donde este pagaría un cargo financiero al generar dicho arriendo y relacionándolo a una tasa de interés constante que se le aplica por concepto de pasivo pendiente.
La depreciación se aplicaría de acuerdo a las políticas contables empresariales y los plazos del arriendo. En este caso, será el arrendador quien debe reconocer el arriendo financiero en una cuenta por cobrar para poder generar un balance general, reconociendo los intereses posteriores y la capitalización correspondiente.
¿Qué es la NIIF 16?
Por otro lado, en el arriendo visto desde la NIIF 16, se considera que los arrendamientos operativos también se capitalizan y se registran de una forma similar a los arrendamientos financieros, independientemente de si los arrendamientos se diferencian entre arrendamientos financieros o arrendamientos operativos.
Bajo esta normativa, el argumento principal se basó en el "derecho de uso". De esta manera, los activos se comenzaron a reconocer en el balance general, si estos se utilizan para generar un beneficio económico.
Dentro de las modificaciones que se vieron reflejadas durante el 2018 y cuya aplicación ocurre en 2019, tenemos:
La contabilidad en este caso tuvo un cambio radical, para finalmente evidenciarse en los estados financieros finales del año 2019, los cuales se pueden ver así:
En conclusión, hoy nos encontramos con una aplicación contable sólida y completa por concepto de arriendo dentro de las empresas, sin importar que sea financiero u operativo. Esto llegó a generar nuevos estándares que alinean la contabilidad financiera e internacional.