El costo de oportunidad en flujo de caja podemos observarlo en gran medida como una decisión que toma y que altera el panorama de inversión, económico y financiero futuro.
Es así como afecta varios aspectos críticos de la vida económica de una empresa. En general, significa tener que elegir una opción sobre la otra.
En las siguientes líneas vamos a explicar en detalle qué es y sus implicaciones financieras y en la toma de decisiones.
¿Qué significa un costo de oportunidad en flujo de caja?
El coste de oportunidad en flujo de caja se trata del valor de la alternativa que no ha sido tomada en cuenta. En otras palabras, es el valor de la opción a la que estamos renunciando por estar haciendo algo más.
Ahora bien, si nos vamos en términos financieros, se basa en un costo oculto o implícito en el que se incurre cuando una persona u organización renuncia a la oportunidad de obtener un flujo de caja positivo de una inversión para tomar un curso de acción de inversión diferente.
Un ejemplo típico de costo de oportunidad es vender una propiedad y obtener una determinada plusvalía o mantenerla y desarrollarla, con la idea de eventualmente incrementar ese margen de ganancia.
Si se opta por la segunda opción, se está teniendo un costo de oportunidad equivalente a la plusvalía inmediata que se podría tener.
Además, la Tasa de Rendimiento Mínima (TRM) utilizada para analizar un proyecto es en realidad el costo de oportunidad del capital (no el costo de pedir dinero prestado).
La TRM es la productividad del capital que podría invertirse en otros proyectos. En consecuencia, la tasa mínima de rendimiento es equivalente al costo de oportunidad del capital.
Puntos importantes a tener en cuenta sobre el coste de oportunidad en flujo de caja:
- puede verse como la segunda mejor opción disponible para un actor económico;
- tiene la posibilidad de ser medido monetariamente o de manera más subjetiva en términos de gustos o utilidad;
- muestra no solo que los recursos son escasos, sino también que las opciones económicas son limitadas.
Y, por otro lado, los términos clave para comprender a profundidad este concepto, son dos tipos de costos:
- Explícitos: es un abono hecho a otros en el curso de la operación de un negocio, como salario, arriendo y materiales.
- Implícitos: el costo de oportunidad igual a lo que una empresa debe renunciar para utilizar factores que no compra ni contrata.
Implicaciones contables y financieras de este costo
Al calcular el costo de oportunidad en flujo de caja, es importante tener en cuenta los riesgos asociados con las diferentes opciones disponibles.
Por ejemplo, si se nos da la opción de invertir en un instrumento de bajo riesgo, como letras del tesoro, o en una inversión de alto riesgo, como acciones de PyMEs o empresas emergentes, debes considerar no solo cuánto flujo de dinero puedes ganar con cada inversión, sino también la probabilidad de perder la inversión inicial.
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¿Cómo contabilizar el costo de oportunidad en flujo de caja?
A pesar de los beneficios de tener en cuenta el costo de oportunidad, muchas personas y organizaciones no lo hacen cuando toman decisiones. Sin embargo, hay algunas cosas que podemos hacer para asegurarnos de que lo tendremos en cuenta cuando sea necesario.
Lo primero que podemos hacer es preguntarnos activamente: "¿Qué alternativas me perderé al elegir esta opción en particular?", antes de tomar cualquier decisión importante.
Luego, hay que evaluar las opciones y considerar si sería mejor elegir una de ellas en lugar de la opción inicial. Analizar la situación y tener en cuenta el abanico de posibilidades de esta manera nos ayudará a recordar tener en cuenta el costo de oportunidad en situaciones en las que lo necesitemos.
Por otro lado, las empresas que buscan liquidez también pueden utilizar señales externas para aumentar su conocimiento del costo de oportunidad. Tales directrices pueden, por ejemplo, ayudar a aumentar la conciencia de las alternativas a las que estarán renunciando.
Por ejemplo, si en lugar de comprar un determinado producto para reponer un stock, habría que observar si es realmente necesario y ponerlo en contraste con otras necesidades con algún otro producto o servicio que esté generando mayor rentabilidad.
Finalmente, en los casos en los que el costo de oportunidad en el flujo de caja en cuestión solo se experimentará en el futuro, hay que realizar un estudio con las métricas contables y financieras que tenemos a la mano y manejar la situación dependiendo de los resultados y basándonos cuidadosamente en cifras comprobadas como, por ejemplo, evaluar cuánto flujo de efectivo se requerirá en meses posteriores.
En este último caso hay que ser minuciosos debido a que tendemos a dar menos peso a los costos de oportunidad que se experimentan en el futuro, como opuesto al presente.
El costo de oportunidad ayuda a elegir el proyecto correcto cuando nos enfrentamos a una variedad de alternativas. Así es como se ve afectada una toma de decisión dependiendo del Valor Neto Actual (VAN).
Una tasa de descuento mayor significa que los valores futuros valen considerablemente menos hoy. Esto crea una situación en la que se reduce el VAN; un elevado costo de oportunidad del capital también eleva el nivel para todos los demás proyectos.
Sumado al punto anterior, debemos entender que en un conjunto determinado de 2 o 3 propuestas de inversión, solo la mejor propuesta tendrá un VAN positivo. Esto se debe a que la mejor propuesta será el costo de oportunidad del capital para los demás proyectos.
Dado que este será más alto que los flujos de efectivo que ofrece el proyecto, el VAN de dicho proyecto será negativo.
Solo hay que tener cuidado con el perfil de riesgo de los diferentes proyectos para garantizar una comparación de "manzanas con manzanas".
Como ves, el costo de oportunidad en flujo de caja demanda decisiones cruciales, que deben basarse en datos sólidos.