El capital es el motor que permite el funcionamiento de una empresa sin importar su rubro, sector o actividad. Por suerte, existen varias alternativas para reunir, mantener e impulsar este elemento clave al iniciar o gestionar un negocio, dentro de las cuales destacan las fuentes de financiamiento a corto plazo.
Alcanzar las metas operativas de una organización está anclado a la realidad económica por la que pasa el negocio. Por ello, conseguir flexibilidad financiera para hacer inversiones, mantener la productividad o generar mayor rentabilidad se convierte en algo imperativo.A continuación, te explicaremos cuáles son las principales fuentes de financiamiento a corto plazo, cómo funcionan y las ventajas y desventajas que poseen este tipo de productos económicos.
¡Lee con atención!
Para empezar, las las opciones de financiamiento a corto plazo engloban aquellos métodos para conseguir liquidez inmediata que sirven para solucionar algunos problemas od responsabilidades económicas relacionados directamente con las operaciones rutinarias de la empresa, por ejemplo, pagar a proveedores, cubrir el monto de la nómina o comprar maquinaria, entre muchas otras acciones.
Las fuentes de financiamiento a corto plazo se denominan así porque son compromisos que asume una organización con alguna institución financiera —como bancos o prestamistas— que no exceden un periodo de 12 meses: las empresas que optan por este tipo de recurso están buscando recibir un beneficio mayor que les ayudará a cumplir con la deuda en el futuro cercano.
Esta opción de financiamiento puede ser especialmente atractiva para las PyMEs, debido a su rápida aprobación y, por lo tanto, la posibilidad de disponer de liquidez y capital de trabajo en plazos breves e, incluso, con inmediatez.
Como ya se ha dicho, las fuentes de financiamiento a corto plazo son préstamos que se otorgan a empresas con una extensión de un año. Antes de 12 meses, se debe cubrir la cantidad de dinero solicitada más los intereses.
También, son conocidas como créditos a corto plazo y se caracterizan por funcionar al pedir prestado sobre una base no garantizada, es decir, no se necesita señalar ningún bien como garantía para la ayuda económica solicitada.
Ahora que ya conoces el concepto y funcionamiento de las fuentes de financiamiento a corto plazo, es importante aclarar que estos van más allá de los créditos bancarios y se presentan en varias formas, por ejemplo:
Sobrevivir el valle de la muerte para las PyMEs puede llegar a ser un reto muy complicado. Sin embargo, existen alternativas de financiamiento como el crédito de proveedores, el cual se resume en un compromiso de pago a corto plazo con los surtidores de mercancías y materias primas para que una empresa pueda mantener sus operaciones normales.
Este proceso es beneficioso para los dos partes:
Otra alternativa de financiamiento puede ser obtenida para empresas pequeñas y medianas por medio del crédito de tarjetas no bancarias, es decir, aquellas brindadas por cadenas grandes o tiendas a consumidores o mayoristas.
Estos créditos con flexibilidad de meses pueden ser usados por las empresas como una fuente de financiamiento a corto plazo para la compra de activos y materiales, como equipo de oficina, tecnología y papelería, entre otros.
Cobrar anticipadamente el importe de deudas es una solución financiera ideal para muchos negocios, ya que dentro de sus muchos beneficios está transformar las ventas a crédito de un negocio en operaciones al contado: en otras palabras, recibir las ventas hechas por crédito al contado, lo cual mejora la capacidad de liquidez y financiamiento dentro de una organización.
El factoring permite ceder las facturas y créditos documentados en cheques o letras de cambio —entre otros— para transformar las cuentas por cobrar automáticamente en activos líquidos.
Esto conlleva, naturalmente, una comisión a la institución que genera el proceso de transformación que suele ser el equivalente al 10% del total de las deudas.
Las empresas deben ejecutar pagos de sueldos y salarios a sus trabajadores de forma semanal, quincenal o mensual, así como también el pago de impuestos sobre sus ingresos y pago de seguro social, entre otros, cantidades que se acumulan de manera contable y que, evidentemente, se muestran como gastos acumulables por pagar.
Estos pasivos acumulados aumentan en proporción directa al crecimiento de una organización y no generan intereses por sí mismos, lo cual los convierte en una fuente de financiamiento a corto plazo que de manera organizada y responsable puede servir para brindar liquidez y desahogo en algún momento.
Hablando de organización y responsabilidad, es prudente aclarar que las fuentes de financiamiento a corto plazo no son productos ideales en todos los casos.
De hecho, existen varios elementos de riesgo que hay que considerar, por ejemplo:
Uno de los consejos más responsables que se puede dar a un emprendedor a la hora de solicitar préstamos mediante una fuente de financiamiento a corto plazo es apuntar a la racionalidad, el análisis y el control desde el inicio hasta la devolución total del capital prestado.
Estudiar las opciones de financiamiento, medir la capacidad de pago, utilizar el capital recibido para fines realmente productivos y revisar los aspectos legales de las negociaciones son elementos fundamentales.
¡No lo olvides!
¿Ya solicitaste o has pensado pedir este tipo de crédito? ¡Comparte tu experiencia u opinión en la sección de comentarios!