En Chile, muchas pymes lo utilizan para evaluar su desempeño, proyectar crecimiento o negociar financiamiento, porque permite mostrar la “verdadera fuerza” de la operación, aislando factores externos. Lo mejor es que puedes obtenerlo directamente desde tu estado de resultados, con un par de ajustes simples.

En este artículo aprenderás qué es el EBITDA, cómo se calcula paso a paso, qué significa su margen y cómo interpretarlo en el contexto de tu empresa. 

También descubrirás cómo Nubox puede ayudarte a calcularlo en minutos, de manera automática.

¿Qué es el EBITDA y para qué sirve?

Seguramente has escuchado más de una vez este término en reuniones, reportes financieros o incluso en noticias de economía: “la empresa mejoró su EBITDA”. Pero, ¿qué significa realmente y por qué deberías mirarlo en tu negocio?

En palabras simples, el EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization) es la ganancia de tu empresa antes de restar intereses, impuestos, depreciación y amortización.

En castellano: mide cuánto produce tu negocio desde la operación pura, dejando de lado factores que pueden distorsionar la foto, como la deuda, la carga tributaria o el desgaste contable de tus activos.

Definición simple y utilidad para pymes

Imagina que tu pyme es una máquina. El EBITDA es como encenderla y ver cuánta energía real entrega, sin considerar todavía lo que gastas en mantenerla, los impuestos que pagas por usarla o la deuda que pediste para comprarla.

Por eso, se convierte en una herramienta práctica para medir la eficiencia operativa, comparar desempeño en el tiempo y entender la salud financiera de tu empresa de manera más clara:

  • Medir eficiencia operativa: te muestra si tu negocio es capaz de generar ganancias con lo que produce y vende.
  • Comparar desempeño en el tiempo: puedes ver si tu EBITDA mejora trimestre a trimestre o año a año.
  • Hablar el mismo idioma con bancos e inversionistas: es un indicador estándar que se usa a nivel global para evaluar empresas, desde pymes hasta corporaciones.

EBITDA vs. utilidad operativa vs. flujo de caja

Aquí conviene aclarar algo: el EBITDA no es lo mismo que la utilidad operativa (EBIT) ni el flujo de caja.

  • La utilidad operativa ya descuenta depreciaciones y amortizaciones, mientras que el EBITDA las suma de vuelta para mostrar el rendimiento “limpio”.
  • El flujo de caja operativo, en cambio, sí considera los movimientos reales de dinero (como cambios en inventarios o cuentas por cobrar), algo que el EBITDA no hace.

Dicho de otro modo, el EBITDA es como una foto clara, pero no completa, de tu negocio: te dice cómo va tu operación, pero no muestra todo el panorama financiero.

Qué incluye y qué excluye el EBITDA (alcance y límites)

El EBITDA incluye: ingresos por ventas, costos directos y gastos operativos corrientes.
Excluye:

  • Intereses financieros (la deuda que tengas con bancos).
  • Impuestos (como el pago de IVA o impuestos a la renta).
  • Depreciaciones (el desgaste de máquinas, equipos o vehículos).
  • Amortizaciones (el consumo de activos intangibles como patentes o software).

Al aislar estos factores, te entrega una visión clara de qué tan rentable es tu negocio por lo que hace en el día a día.

Eso sí, debes recordar que no refleja las necesidades de inversión (CAPEX) ni el capital de trabajo, por lo que siempre conviene complementarlo con otros indicadores financieros.

La fórmula del EBITDA (con variantes)

Hasta aquí ya sabes qué mide el EBITDA, pero la gran pregunta es: ¿cómo se calcula? La buena noticia es que existen fórmulas claras y bastante fáciles de aplicar, incluso si tu pyme no tiene un departamento financiero grande.

Fórmula estándar

La manera más directa de calcularlo es tomando tu utilidad operativa (también llamada EBIT) y sumando la depreciación y amortización:

EBITDA = Utilidad Operativa + Depreciación + Amortización

Esta fórmula es la más usada porque parte de una línea ya disponible en el Estado de Resultados, lo que simplifica el cálculo.

Ejemplo rápido:
Si tu utilidad operativa fue de $50 millones, la depreciación de $5 millones y la amortización de $2 millones, entonces:

EBITDA = 50 + 5 + 2 = $57 millones

Eso significa que, antes de considerar deuda, impuestos y otros factores, tu empresa generó $57 millones desde la operación.

Desde utilidad neta

Otra variante es reconstruir el EBITDA partiendo desde la utilidad neta y sumando hacia atrás los conceptos que normalmente se descuentan:

EBITDA = Beneficio Neto + Intereses + Impuestos + Depreciación + Amortización

Esta fórmula es útil si en tu reporte no tienes la utilidad operativa a mano, pero sí la utilidad final después de impuestos.

Cómo calcular el EBITDA de tu empresa: Paso a paso

Ya viste la fórmula, pero vamos a bajarla a la práctica. Calcular el EBITDA de tu empresa no tiene por qué ser un dolor de cabeza. 

Solo necesitas tu Estado de Resultados y seguir este proceso en orden:

Paso 1: Reúne tu Estado de Resultados

Lo primero es tener a mano el Estado de Resultados de tu negocio. Este documento muestra tus ingresos, costos y gastos en un periodo específico y te da la información base para calcular tu EBITDA.

Si trabajas con Nubox, este reporte lo puedes generar en segundos y en el formato que prefieras.

Paso 2: Identifica Depreciación y Amortización

Busca las líneas donde se reflejan estos conceptos:

  • Depreciación: desgaste de activos físicos como maquinaria, vehículos o equipos.
  • Amortización: consumo de activos intangibles, como patentes o licencias de software.

A veces están separados y otras se presentan como un solo ítem. Si no aparecen directamente, revisa las notas del balance contable.

Paso 3: Elige tu ruta de cálculo

Aquí tienes dos caminos:

  • Desde la utilidad operativa (EBIT): sumas solo Depreciación + Amortización.
  • Desde la utilidad neta: sumas Impuestos + Intereses + Depreciación + Amortización.

Ambos caminos te llevan al mismo resultado, pero el primero suele ser más directo.

Paso 4: Revisa y ajusta ítems no recurrentes

El EBITDA también puede ajustarse para dar una visión más fiel de tu operación. Por ejemplo, si tuviste un gasto extraordinario por una indemnización laboral o un ingreso único por la venta de un activo, conviene excluirlo del cálculo para obtener un EBITDA ajustado.

Este paso es clave si buscas financiamiento o inversionistas, ya que muestra un desempeño “normalizado”.

Paso 5: Calcula el margen EBITDA

Finalmente, no basta con tener la cifra en pesos. Conviene calcular el margen EBITDA, que se obtiene dividiendo el EBITDA entre tus ingresos totales:

Margen EBITDA = (EBITDA / Ingresos Totales) x 100

Ejemplo:
Si tu pyme facturó $200 millones y tu EBITDA fue $40 millones:

Margen EBITDA = (40 / 200) x 100 = 20%

Eso significa que, por cada peso que vendes, generas 20 centavos de ganancia operacional pura.

Con este paso a paso, puedes calcular tu EBITDA de manera clara y rápida. Y lo mejor es que si lo haces en un software como Nubox, el sistema te entrega automáticamente los reportes, sin fórmulas en Excel ni riesgo de errores.

Si te interesa saber más sobre cómo la automatización contable transforma tu gestión, revisa este artículo sobre las señales de que tu empresa necesita automatizar procesos contables.

Cómo se interpreta el EBITDA: qué es “bueno” y qué mirar

Ya tienes tu EBITDA calculado, pero seguramente te preguntas: ¿cómo sé si es un buen resultado?. La respuesta depende de varios factores, como la industria en la que operas, el tamaño de tu negocio y el momento en que te encuentras.

Comparación por industria y tamaño

No existe un “número mágico” que diga qué EBITDA es ideal. Lo que sí puedes hacer es comparar tu margen EBITDA con el promedio de tu sector:

  • En industrias con altos costos fijos (como manufactura o transporte), los márgenes suelen ser más bajos.
  • En negocios de servicios o software, los márgenes EBITDA suelen ser más altos porque los costos operativos son menores.

Lo importante es mirar la tendencia de tu propia empresa: si tu margen mejora en el tiempo, significa que estás ganando eficiencia.

Limitaciones clave: CAPEX, capital de trabajo, deuda, impuestos

Aunque el EBITDA es útil, también tiene límites que debes tener en cuenta:

  • No considera inversiones en activos (CAPEX): si tu empresa debe renovar máquinas caras cada cierto tiempo, el EBITDA puede dar una visión demasiado optimista.
  • No refleja cambios en capital de trabajo: por ejemplo, si aumentas inventario o clientes tardan más en pagarte, el EBITDA no lo muestra.
  • No incorpora deuda ni impuestos: dos elementos que en la práctica pueden impactar fuerte tu flujo de caja.

Por eso, el EBITDA es un buen punto de partida, pero no debe ser el único indicador para tomar decisiones.

Cómo usar EBITDA junto a otros KPIs

La mejor práctica es combinar el EBITDA con otros indicadores financieros para tener una visión 360° de tu negocio. 

Así puedes evaluar mejor la capacidad de tu empresa para generar resultados sostenibles en el tiempo:

  • Flujo de caja operativo: muestra la liquidez real disponible.
  • ROIC (Retorno sobre capital invertido): mide si lo que inviertes está rindiendo.
  • Ratios de endeudamiento: revelan cuánto pesa tu deuda en la rentabilidad.

Así, el EBITDA se convierte en una herramienta poderosa, siempre que lo pongas en contexto con otros datos.

Para complementar el análisis con otros indicadores clave, puedes leer el artículo "Conoce los mejores indicadores de rentabilidad y cómo implementarlos’" en el blog de Nubox, donde encontrarás estrategias prácticas para mejorar la gestión financiera de tu empresa.

Herramientas y procesos para calcular el EBITDA

Hoy en día, implementar soluciones digitales como Nubox permite automatizar este cálculo, generar reportes financieros en segundos y evitar errores manuales, facilitando una contabilidad completa e incrementando la rentabilidad al procesar datos de forma rápida y eficiente.

Además, Nubox integra la contabilidad, facturación y remuneraciones para que tanto emprendedores como contadores puedan acceder al cálculo del EBITDA de forma sencilla y sin demoras, lo que agiliza la toma de decisiones y el control gerencial.

Preguntas frecuentes

¿Por qué a los bancos les interesa ver el EBITDA?

Porque les permite evaluar si tu empresa genera suficiente flujo operativo para pagar intereses y deuda. No es el único indicador que miran, pero sí uno de los más importantes.

¿El EBITDA aplica para mi pyme o solo para grandes empresas?

Aplica tanto para pequeñas como grandes empresas. La clave está en disponer de reportes contables claros, automatizados y fácilmente accesibles.

¿Por qué debo considerar la depreciación y amortización en el cálculo?

Estos son gastos operativos no monetarios que afectan la rentabilidad real.

¿Qué errores frecuentes pueden ocurrir al calcular el EBITDA manualmente?

Los errores suelen surgir por omisiones en la depreciación o amortización, registrar mal los intereses, o incluir ingresos/gastos no operativos. El uso de software contable minimiza estos riesgos y asegura mayor exactitud y trazabilidad.

¿Existen riesgos de utilizar el EBITDA como único indicador financiero?

Sí. Aunque es clave para la rentabilidad operativa, el EBITDA no considera la deuda, los impuestos ni las inversiones en activos. Por ello, debe complementarse con otros indicadores financieros para un análisis integral de la situación empresarial. Así podrás acercarte a la realidad completa de tu negocio y tomar decisiones con mayor seguridad.