Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) -recogidos en 2019- Chile posee el mayor porcentaje de emprendedores (16.1%) entre los estados miembros del organismo, ubicándose por encima de naciones con fuerte actividad comercial e industrial como México y Estados Unidos. Es por ello que te daremos a conocer los conceptos para emprendedores más importantes.
Si eres uno de esos chilenos que trabaja a diario por sacar adelante un emprendimiento, seguramente sabrás que emprender no es fácil. Para alcanzar el éxito es necesario mucho trabajo, paciencia, perseverancia, sacrificio, organización, buen liderazgo y resiliencia, entre muchos factores más, a los que el capital y la suerte no son ajenos.
Además, para que tu emprendimiento llegue a buen puerto, es indispensable conocer diferentes conceptos para emprendedores que -en determinado momento- pueden ser de gran utilidad para la toma de decisiones estratégicas.
Algunos de los más importantes son:
También conocido como financiación colectiva, se trata de un mecanismo de financiamiento de proyectos llevado a cabo por una red de personas interesadas en que la iniciativa prospere. Usualmente se lleva a cabo en el mundo online (mediante plataformas de crowfunding).
¿Cómo funciona? El emprendedor envía a una de estas plataformas su idea de negocio con una clara descripción, la cantidad de dinero que necesita y el tiempo que tiene para recaudarlo. Luego de una evaluación, el proyecto es publicado para que los integrantes de la red desembolsen el dinero que puedan o quieran aportar.
Sin duda, es una excelente fuente de financiamiento que, en Chile, toma más fuerza cada día: prueba de ello es que, solo en 2017, la industria movió más de 150 millones de dólares y logró la financiación de miles de empresas.
B2B es el acrónimo de Business to Business (negocio a negocio) y hace referencia a aquellos modelos de negocio en los que el público objetivo -o target- no es una persona natural sino una persona jurídica, es decir otra empresa.
Ejemplo de ello son los proveedores de software empresarial o las compañías que venden servicios de asesoría.
Por su parte, el B2C es la abreviatura de Business to Consumer (negocio a consumidor) y hace referencia al modelo de negocio tradicional donde el target es una persona natural.
Es la aplicación de estrategias de comercialización en los medios digitales, como redes sociales, sitios Web y buscadores. Hablamos de un concepto que, en Chile, ha crecido considerablemente: solo en 2017 alcanzó el 18% de la publicidad total realizada, y para el 2020 se espera que logre más del 21%.
Es una táctica de marketing que ha resultado bastante eficaz en los medios digitales.
En pocas palabras, se trata de contar una historia sobre la marca, producto o servicio de una manera distinta, mediante un lenguaje que toque las fibras más íntimas del potencial cliente y mueva sus sensaciones.
Todo con el fin de conectar emocionalmente con él.
En español, “Pensamiento de Diseño”. En resumen, se refiere a una metodología usada para crear ideas, productos y servicios innovadores que permitan satisfacer de mejor forma las necesidades, gustos y deseos del público objetivo, poniendo a los consumidores en el centro del proceso de creación y haciéndolos parte activa del mismo.
Esta metodología exige prototipar y probar las diferentes soluciones o ideas para encontrar la que más se ajuste a las necesidades, gustos e intereses de los consumidores.
Por lo tanto, se puede decir que permite aprender mientras se crea, posibilitando la generación de un producto o servicio que pueda satisfacer plenamente las demandas del potencial cliente.
Es la presentación de un proyecto o idea de negocio que se realiza a un inversionista para tratar de convencerlo de invertir en ella. Debe de ser lo más atractivo y digerible posible para captar su atención y lograr que entienda a fondo el mensaje que se busca transmitir.
Es una solución de financiamiento contemplada en la Ley 19.983 de 2005, que consiste en ceder a una compañía de factoraje el crédito contenido en facturas, cheques y demás documentos por el estilo con fecha de pago a más de 30 días.
La compañía concede el pago inmediato y se encarga del respectivo proceso de cobro, por supuesto a cambio de una comisión. Es ideal para optimizar el flujo de caja y la liquidez.
El entorno empresarial es cada día más complejo: en Chile, ocho de cada diez emprendimientos no pasan el primer año de vida.
Las causas del fenómeno son varías, como poco acceso a financiamiento, mala organización y gestión ineficiente de las finanzas, entre otras.
Sin embargo, conocer los principales conceptos para emprendedores puede darte bases sólidas para lograr que tu proyecto logre el éxito.
En el ámbito del empresarial, nos referimos a escalabilidad para definir la capacidad de crecimiento sin detrimento de ninguna de las cualidades que agregan valor a los productos o servicios que se ofrecen.
También se habla de escalabilidad cuando se pueden multiplicar las ganancias de una empresa sin que los costos aumenten de manera proporcional.
Las startups o “empresa emergente” se definen como aquellas compañías de reciente creación y con amplias posibilidades de crecimiento. Suelen estar asociadas al impacto positivo en su entorno, básicamente por promover prácticas innovadoras en cuanto a uso de tecnologías y tener su enfoque en el cliente.
Una de sus características es que suelen ser propuestas de elevado riesgo, pero a su favor tienen que dicho riesgo suele ir acompañado por la escalabilidad del negocio (ver punto anterior) y un gran potencial de rendimiento económico.
Según la Oficina de Evaluación Tecnológica (Office of Technology Assessment - OTA), hablamos de empresas de base tecnológica o EBT cuando se hace referencia a una organización cuya producción de bienes y servicios se vincula estrechamente con la innovación a través de la ciencia y la tecnología.
Esta definición alcanza distintos ámbitos de la producción, como puede ser el diseño de productos, procesos de fabricación o desarrollo de materiales innovadores. Las EBT también son llamadas NEBT (nuevas empresas de base tecnológica).
El término anglosajón spin off (o spin out) se puede traducir como ´derivación´, ´alargamiento´, ´prolongación´. En el ámbito del emprendimiento, se habla en estos términos para referirse a empresas o proyectos surgidos como consecuencia (o extensión) de fases anteriores.
Las spin off son organizaciones que nacen como subsidiarias de otras anteriores, o se forman para aprovechar oportunidades nacidas, por ejemplo, de resultados de I+D en empresas o instituciones científicas.
Tradicionalmente conocemos el término “incubar” como el proceso de brindar las condiciones óptimas para que un ser logre su pleno desarrollo, como en el caso de una gallina que empolla sus huevos hasta el nacimiento de los pollitos.
Esta analogía es excelente para definir el concepto de las incubadoras de empresas: son ámbitos de apoyo integral del proceso de creación de nuevos negocios que facilitan el tránsito de las fases iniciales y evitan el abandono temprano de iniciativas de empresas por falta de conocimiento, entre otros aspectos.
Las incubadoras de empresas pueden ofrecer espacio físico, asesoría legal y administrativa, capacitación e incluso contactos comerciales para que una idea de negocio pueda desarrollarse y manifestarse plenamente.
Adoptando una postura comprometida con el bienestar social sin desligarlo de la producción de beneficios económicos para el emprendedor están los negocios inclusivos, cuyo modelo consiste en incorporar comunidades necesitadas o sectores vulnerables de la población a la cadena de valor de los productos.
Ejemplos de ello puede ser la compra directa y de materiales reciclables a personas o pequeñas empresas recolectoras, formación laboral mediante el aprender-haciendo, entre otras.
El concepto de negocio inclusivo también comprende aspectos como dar acceso a servicios y productos a menor precio a determinados sectores sociales. Un caso práctico es coordinar envíos para rebajar los costos de transporte a mercancías que queden “en la vía” de reparto de pedidos convencionales.
Se ha definido el capital paciente como una modalidad de inversión destinada no solo a la consecución del retorno financiero (aunque no lo excluye), sino que contempla un porcentaje de filantropía que busca el desarrollo social. Decimos “porcentaje de filantropía” porque no se trata de donaciones, sino de préstamos o inversiones de capital con mayor flexibilidad y margen de tolerancia.
El capital paciente se caracteriza por una tolerancia al riesgo bastante elevada, el repago de la inversión a muy largo plazo y por la disposición de ofrecer apoyo para alcanzar el impacto social deseado.
De alguna manera se relacionan con el capital paciente descrito en el punto anterior. Se trata de personas que participan en la financiación de una empresa con la finalidad de ayudarla a remontar aportando no solo capital financiero sino también sus conocimientos y mentoría.
Sus ganancias pueden establecerse como porcentaje de los dividendos de la empresa a partir de su involucramiento, o en la venta de su participación una vez que la empresa haya obtenido valor.
Este concepto se refiere al estado de desarrollo de tu emprendimiento. Desde la visualización de una idea hasta el éxito comercial de la misma hay una serie de fases que van haciendo posible el paso de un momento a otro del proceso.
Entender esta conceptualización te permitirá ubicarte en tu “mapa de emprendimiento”, conocer en qué punto del proceso estás. Tener conciencia del lugar/momento en que te encuentras te será muy útil para considerar la utilidad de los conceptos que previamente te hemos señalado.
A continuación te dejamos cinco conceptos ordenados en una cronología habitual (aunque no necesariamente definitiva). Estos son:
En pocas palabras, es la concepción de una idea de negocio. Has observado alguna necesidad o la has vivido en carne propia sin encontrar respuestas satisfactorias en el mercado. ¡Tienes una idea de cómo resolver el problema y quieres llevarla a la práctica!
En el campo del emprendimiento, la incubación se refiere a la etapa de validación de una idea de negocio hasta su “alumbramiento” o puesta a punto para la salida al mercado. Incluye la creación del producto/servicio, las pruebas piloto y el lanzamiento.
Es la etapa de sopesar hechos y tomar decisiones. ¿Seguiremos adelante? ¿Con qué recursos? Esta fase consiste en considerar si se necesitan socios comerciales, préstamos o se usará capital propio.
Es el momento de invertir recursos para desarrollar la idea.
Consiste en el análisis de los avances y la toma de decisiones para continuar en la línea que se ha seguido, reforzar algún aspecto previo o desistir de la idea.
El entorno empresarial es cada día más complejo: en Chile, ocho de cada diez emprendimientos no pasan el primer año de vida.
Las causas del fenómeno son varías, como poco acceso a financiamiento, mala organización y gestión ineficiente de las finanzas, entre otras.
Sin embargo, conocer los principales conceptos para emprendedores puede darte bases sólidas para lograr que tu proyecto logre el éxito.