En Chile, como en muchos otros países, las Pymes tienden a experimentar dificultades para resistir el paso del tiempo y los diferentes desafíos que plantea la dinámica empresarial. Acá te damos unas recomendaciones para impulsar tu negocio.
De hecho, solo el 80% de las pequeñas y medianas empresas de la nación sobreviven a los primeros 3 años, mientras que apenas el 10% supera los 10 años de operatividad.Lejos de desalentar y desmotivar a gerentes, propietarios y jefes de administración, esta realidad permite tomar conciencia de la importancia de una buena gestión y toma de decisiones, especialmente en los clásicos periodos de estancamiento.
Si bien un sólido proyecto de negocio es propenso a experimentar crecimiento inmediato porque responde a necesidades concretas del mercado, luego de determinados meses o años puede llegar a un punto de desaceleración que amenaza la estabilidad financiera y operativa.
¿A qué se debe esto? El estancamiento de las Pymes puede obedecer a diferentes razones: surgimiento de nuevos competidores dentro del nicho, entornos adversos, cambios de los patrones de consumo y desorganización interna.
Si crees que tu empresa experimenta alguna de estas dificultades y se ve afectada por un ciclo de desaceleración, ¡no te preocupes! En este caso, presta atención a estos 4 consejos para superar el estancamiento e impulsar la expansión y el crecimiento de los negocios.
Expandirse y abrir nuevos locales son objetivos muy complicados de lograr cuando el flujo operativo no es el adecuado y se experimentan dificultades para llevar a cabo tareas administrativas. Crecer arrastrando esta clase de deficiencias es contraproducente, pues la desorganización interna se agudizará y amenazará aún más la estabilidad operativa.
Por ello, la implementación de sistemas y softwares que permitan modernizar las operaciones se convierte en una acción valiosa para enfrentar periodos de desaceleración y estancamiento. Gracias a esta clase de herramientas es posible contar con una contabilidad ordenada y al día, procesos de facturación rápidos y prácticos y la automatización de otras tareas claves.
De esta manera, se establecen bases sólidas para lograr una expansión sustentable y los gerentes y administradores pueden manejar efectivamente tanto su tiempo como el de los trabajadores, dedicando un mayor esfuerzo a labores relacionadas con la toma de decisiones y el diseño de estrategias. Además, este tipo de softwares centralizan la información y facilitan el acceso a ella, por lo cual es posible diseñar planes de acción basados en datos concretos y precisos.
Por supuesto, modernizar las operaciones a través de sistemas de contabilidad, facturación y otras áreas afines contribuye con el práctico cumplimiento de las obligaciones fiscales y el envío de información a las autoridades.
La evaluación crítica y objetiva de la cartera de productos y servicios es fundamental para las Pymes a la hora de enfrentar periodos de estancamiento.
La modernización, el surgimiento de nuevas tendencias y los cambios de los patrones de consumo obligan a que estos se renueven e incorporen agregados de valor constantemente. De lo contrario, el público objetivo podría perder interés por ellos.
Por esa razón, tomando en cuenta la realidad actual y las diferentes ofertas del mercado, pregúntate: ¿realmente mi producto o servicio todavía es necesario para el usuario?
Aunque parece una reflexión simple, de ella puede partir un proceso creativo y de renovación que se traduzca en nuevas funcionalidades, rediseño de imagen, packaging original y otros elementos que ayuden a promover la demanda de los productos y servicios.
De hecho, es recomendable instaurar en las Pymes “laboratorios de innovación” en los que constantemente se analicen los productos y se piense cómo mejorarlos y adecuarlos a las nuevas demandas de los usuarios.
Si tu empresa está experimentando un estancamiento, posiblemente no cuenta con estrategias de promoción y comercialización efectivas que fomenten la demanda y contribuyan con el posicionamiento de la marca.
En los competitivos mercados actuales, comercializar bienes y servicios es mucho más que establecer redes de distribución, visitar potenciales clientes y cumplir con otras labores clásicas de la fuerza de ventas.
Para liderar los mercados es necesario acompañar cada producto de prácticas y estrategias que, además de divulgar los mismos y aumentar el nivel de reconocimiento, le expliquen al usuario por qué estos le ayudarán a satisfacer necesidades y solucionar problemas.
Todas estas premisas deben estar contempladas dentro de un plan de marketing que además incluya objetivos específicos, acciones, tácticas y técnicas, presupuesto y métodos o parámetros de evaluación.
Conforme crecen las empresas aumentan las exigencias y el volumen de operaciones, por lo cual se requiere la incorporación de expertos en diversas áreas y la capacitación constante del personal. Siempre ten en cuenta que tu capital más valioso es el talento humano y que este tiene un rol clave en la expansión del negocio y en la superación de diferentes desafíos y problemas.
Invertir en programas de capacitación y ampliar el presupuesto para contratar profesionales y especialistas de basta experiencia son acciones valiosas que permiten incrementar la capacidad competitiva e impulsar la consolidación de las Pymes. Contar con un equipo altamente capacitado permite crear estructuras de trabajo eficientes, en las que existen responsables y coordinadores para diferentes labores.
Una de las causas del estancamiento de las Pymes es que los gerentes y administradores se ven obligados a asumir una carga de trabajo superior a la recomendada y no delegan funciones, lo cual dilata los procesos y dificulta los avances.
¡Muy bien! Ya sabes cuáles son algunas de las acciones y estrategias que conviene llevar a cabo para superar esos preocupantes periodos de desaceleración que suelen enfrentar las pequeñas y medianas empresas.
En resumen: modernizar los procesos, capacitar a tu equipo, invertir en marketing y analizar de manera crítica tus productos o servicios te ayudará a salir del estancamiento.
¡Manos a la obra!