Elegir un buen nombre para el estudio contable que pretendes poner en marcha es tan importante como contar con los recursos económicos necesarios y un plan de negocios definido. ¿Por qué? Principalmente, porque el nombre de tu negocio de contabilidad se convertirá en un instrumento de mercadeo directo.
Cuando lo eliges correctamente, generas mayores posibilidades de comercializar eficazmente la marca y constituir una identidad corporativa capaz de quedar grabada en la retina de tus clientes potenciales.
A continuación, te presentamos los siguientes consejos que te ayudarán a hacerlo con precisión y elegir el mejor nombre para esta nueva experiencia que como contador independiente deseas emprender. Toma nota:
Debes comunicar los valores y objetivos del negocio de contabilidad
Aunque no es una regla, es recomendable que el nombre de tu negocio de contabilidad transmita la imagen que quieres comunicar, definida en base a la filosofía, misión y visión planteadas al momento de planear la dirección estratégica que determinará todo su accionar una vez esté en marcha.
Piensa en un nombre claro y simple
Lo ideal es que el nombre de tu estudio contable sea claro, corto, fácil de escribir y pronunciar. Así, le será más fácil a tu público objetivo recordarlo e identificarlo entre la competencia.
Procura ser lo más original posible
Esto simplificará tu trabajo de construcción de imagen e historia de marca, y te ayudará a resaltar entre la competencia.
Imagina, por ejemplo, que tu estudio opera en Santiago. Si alguien busca en Internet con la palabra clave “contadores en la capital” aparecerán varios resultados, y los negocios con nombres comunes tendrán menos posibilidades de resaltar. Por ello, procura hacerte de un nombre original, uno que quede en la retina inmediatamente después de una primera lectura.
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Utiliza una palabra relacionada con tu actividad
Esto no es una regla ni nada por el estilo, pero en los nombres de negocios contables queda muy bien una palabra que identifique la actividad, especialmente para evitar confusiones y recordarle al público objetivo qué es lo que haces desde un comienzo.
Para ejemplificar, piensa que eres el gerente de una empresa cualquiera. En cierto momento requieres de los servicios de un contador porque has roto relaciones con el que trabajaba para ti. Entonces empiezas a buscar entre tus archivos y encuentras una tarjeta de un negocio llamado “Books and Tech”.
Por más que intentas recordar a qué se dedica, no lo logras, y el nombre te sugiere que se trata de una comercializadora de libros y/o tecnología. Años más tarde descubres que es uno de los estudios contables más digitalizados de Santiago, por lo que ofrece servicios de altísima calidad a un bajo costo.
¿Cuál fue el error? Los propietarios de “Books and Tech” querían reflejar en su nombre la relación que hay entre los libros de contabilidad y la tecnología moderna, pero olvidaron colocar una palabra que hiciera alusión al componente contable.
En síntesis, lo ideal es que el nombre se componga de dos conceptos: uno que refleje lo que quieres comunicar y otro que describa la actividad que realizas.
Evalúa varias opciones de nombres
Una vez tienes claros los consejos anteriores, puedes empezar a jugar con varias opciones. Prueba diferentes combinaciones y, si lo deseas, intenta incluir las iniciales de los socios.
Puedes hacer una lluvia de ideas, pero no olvides que el nombre de tu negocio de contabilidad debe responder afirmativamente a las preguntas: ¿las personas lo asociarán con tus servicios? ¿Es fácil de recordar? ¿En un futuro seguirá cumpliendo su propósito? ¿Transmite el mensaje que deseas comunicar? ¿Se puede pronunciar fácilmente?
Así reducirás tus opciones a un puñado, lo que te permitirá darles una calificación objetiva -en base a los anteriores consejos- y ordenarlos según su relevancia. Luego, todo es cuestión de elegir el mejor y verificar que no se encuentre inscrito en el Registro de Marcas, para evitarte líos con terceros por usar un nombre idéntico o similar a uno ya registrado.
De existir coincidencias entre el nombre elegido y uno registrado, prueba con las otras opciones que cuentas. Como mencionamos, lo ideal es que tu nombre sea original para evitar confusiones en el público objetivo, poder desplegar acciones de marketing mucho más eficaces y consolidar una identidad corporativa.
Antes de poner en marcha tu negocio de contabilidad, tú -y tus posibles socios- deben pasar por un proceso creativo que les permita, teniendo en cuenta ciertos criterios, elegir un nombre comercial competitivo. Sin embargo, ten presente que estos consejos son solo lineamientos y no debes aplicarlos todos al pie de la letra, sino aquellos que mejor se adapten a tus necesidades específicas a la vez que te permiten reflejar en la marca la propuesta de valor de tu estudio.