Evaluar el efectivo mediante diferentes indicadores de liquidez de una empresa es imprescindible para entender la coyuntura económica actual de un negocio. Asimismo, tener en cuenta estos datos permite conocer el capital disponible y corroborar la capacidad de la empresa de hacer frente a sus obligaciones con acreedores y otros stakeholders.
Para promover el pago de las deudas en tiempo y forma, es fundamental que la empresa cuente con buenos niveles de liquidez. Entre los beneficios de optimizarla, destacamos:
- Representa una buena salud financiera;
- genera mayores posibilidades de obtención crediticia;
- permite actuar ante una crisis de forma oportuna o realizar nuevas inversiones;
- fomenta la continuidad del negocio;
- posibilita detectar si los recursos están siendo administrados de forma correcta;
- detecta irregularidades con antelación;
- evita diferentes riesgos derivados del incumplimiento de las obligaciones empresariales.
Si quieres conocer más detalles acerca de los indicadores de liquidez, te recomendamos que leas nuestro artículo detenidamente, pues en sus líneas encontrarás abundante información acerca del tema.
¡No te detengas!
Principales indicadores de liquidez de una empresa
Normalmente, para determinar la liquidez se utiliza el informe financiero de flujo de efectivo o de caja, el cual va unido a otros indicadores para obtener una visión más clara de la verdadera situación financiera, como:
Razón corriente
La razón corriente mide la relación entre los activos corrientes y los pasivos corrientes. De hecho, este indicador de liquidez permite determinar si la empresa puede cumplir con las obligaciones o deudas a corto plazo.
Al calcular este ratio, podrás saber la cantidad de activos con los que cuenta la empresa, aunque esto no garantiza un flujo de efectivo suficiente para solventar las obligaciones. Por esta razón, no conviene utilizarlo como el único indicador de liquidez al momento de querer conocer la situación financiera actual.
Su fórmula es la siguiente:
- Razón corriente = Activos corriente / Pasivos corrientes
A partir de ese resultado podrás determinar si la empresa cuenta con una mayor cantidad de recursos de los que se espera a corto plazo. De ser así, significa que es capaz de responder a sus obligaciones considerando un corto horizonte de tiempo.
Normalmente, el índice adecuado para la razón corriente se ubica entre el 1,5 y 2, ya que a mayor resultado, mayor será la liquidez.
Aunque no es un indicador preciso por sí solo, este da una pequeña idea de la situación de la empresa. De todos modos, tal como ya mencionamos, es recomendable ampliar el análisis acerca de la liquidez teniendo en cuenta otros ratios y resultados. Ahora, veamos un ejemplo sencillo:
La empresa Sol SpA cuenta con $5.000.000 en activos corrientes y $3.500.000 en pasivos corrientes.
Si aplicamos la fórmula anterior:
- RC = $5.000.000 / $3.500.000 = 1,42 veces
Este resultado indica que la empresa tiene la capacidad de cubrir en 1,42 veces sus obligaciones a corto plazo, lo cual es positivo al momento de determinar la liquidez.
Test ácido o prueba ácida
Este es un indicador mucho más preciso que el de razón corriente, ya que descarta en su cálculo los activos que no representan una liquidez inmediata como es el caso del inventario.
Dicho en otras palabras, este ratio se encarga de demostrar la liquidez de la empresa con los recursos que realmente tiene al momento de realizar el cálculo para saber si las obligaciones pueden o no cubrirse en tiempo y forma.
La prueba ácida se basa en determinar los resultados de liquidez sobre el efectivo disponible o aquellos bienes que pueden ser convertidos fácilmente en dinero para que la empresa pague sus deudas y/o compromisos.
Su fórmula es la siguiente:
- Prueba ácida = (Activo corriente – Inventarios) / Pasivos corrientes
Su interpretación es muy similar a la de razón corriente, pero con la exclusión de los riesgos de liquidez que puede representar el inventario. ¿Por qué? ¡Fácil! Las empresas no pueden pagar sus obligaciones con mercadería que tarda en venderse, representa merma o se encuentre dañada.
Liquidez inmediata o razón de efectivo
En términos generales, la razón de efectivo o liquidez inmediata, como su nombre lo indica, analiza la capacidad de una empresa de adquirir compromisos a corto plazo sin tener en cuenta su flujo de venta, el tiempo o la incertidumbre de los demás activos.
A contramano de los otros indicadores, este ratio no considera el activo circulante por lo que se fundamenta en los recursos actualmente disponibles. O sea, la liquidez inmediata solo tiene en cuenta el saldo bancario, el dinero existente en caja y las inversiones que pueden convertirse en dinero de forma inmediata.
Para calcular este índice de liquidez, debemos dividir los activos con mayor liquidez —como la caja y el banco— entre los pasivos corrientes.
Así, llegamos a la siguiente fórmula:
- Razón de efectivo = Efectivo disponible (caja y banco) / Pasivos corrientes
En definitiva, este es un indicador importante al momento de adquirir deudas en un plazo menor o igual a 30 días con montos relativamente bajos.
Ratio de liquidez de las cuentas por cobrar
Las cuentas por cobrar pueden representar un gran problema de liquidez para las empresas si no son saldadas en un tiempo prudente o ignoran las cláusulas explícitas en los contratos firmados.
Bajo una óptica general, este índice determina el tiempo promedio en que las cuentas por cobrar se convierten en efectivo o forman parte del activo de la empresa. Su fórmula:
- Periodo promedio de cobranza = Cuentas por cobrar x Días del año (365) / Ventas anuales a crédito
De esta manera, podrás medir la frecuencia de días en que son recaudadas las cuentas por cobrar de la empresa.
Si la cantidad de días es muy elevada, esto significa que existe una baja rotación de cobro de las deudas. Ante este panorama, es recomendable que agilices el proceso justamente para evitar que la empresa se encuentre frente a una situación de crisis económica por no contar con los recursos suficientes para cumplir con sus obligaciones.
Activos de liquidez inmediata
Ahora que conoces minuciosamente los 3 indicadores financieros de una empresa orientados al análisis de liquidez, es posible que tengas ciertas dudas sobre cuáles son los activos de liquidez inmediata.
Básicamente, este tipo de activo representa dinero de forma inmediata, es decir, puede subsanar un compromiso o deuda rápidamente.
Sin preámbulos, a continuación, te brindamos los ejemplos más comunes:
Dinero en efectivo
Fruto de los rendimientos de las inversiones y de las ventas, el dinero en efectivo es un elemento clave para los negocios. Así pues, es imprescindible que la empresa cuente con dinero en efectivo o en caja.
Es evidente cómo esta forma de pago es de las más populares principalmente, cuando enfrentamos situaciones inesperadas como problemas en las operaciones de una empresa a raíz de fallas mecánicas en sus máquinas.
Asimismo, el dinero en efectivo permite afrontar las obligaciones a corto plazo sin tener que recurrir al capital de terceros y así, empezar a recorrer un camino que, a menudo, no tiene vuelta atrás.
Dinero en cuentas bancarias
Además de permitir la realización de transacciones financieras mucho más rápidas y menos costosas, contar con una cuenta bancaria posibilita que la empresa siempre disponga de los montos necesarios para hacer frente a sus obligaciones.
De hecho, tener dinero guardado en instituciones bancarias permite cumplir con algunas deudas mediante transferencias o hacer giros; favoreciendo así, la seguridad de las operaciones tanto para el emisor como para el receptor.
Por lo tanto, este tipo de activo de liquidez inmediata permite que la empresa afronte sus compromisos no solo en tiempo y forma, sino también bajo una dinámica que proteja sus datos y de los acreedores.