"Este servicio trabaja en la nube" o "los datos están respaldados en la nube" son frases comunes hoy en día, pero ¿sabes a qué se refiere y cómo influye en un software de gestión? También llamada Cloud, la nube es el nombre con el que se conoce el procesamiento y almacenamiento masivo de datos en servidores online.
En otras palabras, se trata de guardar tu información y archivos digitales en Internet, a veces pagando y -en otras- de manera gratuita. De los ejemplos más claros de este concepto son el correo electrónico, Google Docs y Dropbox, solo por nombrar algunos.
Pero, más allá de saber qué es la nube, te conviene saber cuáles son los tipos de servicios que ofrece:
- Software como servicio (SaaS): sirven para ejecutar aplicaciones a distancia, en cualquier momento y en cualquier lugar, sin necesidad de alojarlas en equipos específicos. Servicios de email, agendas e Intranet son perfectos para ejemplificar este punto. Por ejemplo, Nubox ofrece sistemas de facturación, contabilidad y remuneraciones que te permite llevar toda esa gestión de forma remota.
- Plataforma como servicio (PaaS): es un sistema operativo en la nube que provee funciones de red, cálculo, almacenamiento y bases de datos, sin incurrir en la complejidad de administrar un servidor Web.
- Infraestructura como servicio (IaaS): te da acceso a una infraestructura de servidores virtuales optimizada para ejecutar de forma rápida nuevos servicios.
Los beneficios que la nube le aporta a las empresas son bastantes, empezando por lo que significa la sola inserción en las nuevas dinámicas del mercado digital, pero los más destacados son las siguientes:
Acceso remoto y 24/7 a la información
Es, probablemente, el beneficio más importante para las empresas. Al almacenar y gestionar la información en la nube, tú y el personal autorizado pueden acceder a ella desde cualquier lugar del mundo y desde cualquier dispositivo con conexión a Internet.
Esta posibilidad no solo es útil para implementar prácticas de teletrabajo, sino para corregir de forma inmediata imprevistos cuando no te encuentras en la oficina, así como para agilizar los procesos de mensajería y logística.
Reduce costos de almacenamiento y gestión de archivo
Por lo general, las empresas manejan volúmenes considerables de documentos que requieren ser archivados por diversos motivos. Hacerlo implica contar con un buen espacio, archivadores y personal calificado para esta gestión, lo que se traduce en gastos nominales y de infraestructura.
Al gestionar información en la nube, puedes encontrar servicios -unos gratuitos y otros de pago- que en ningún momento superan los gastos que significan contratar personal y montar la infraestructura necesaria para archivar documentos.
Todo depende de tus necesidades específicas. Por ejemplo, para administrar la contabilidad de las empresas, es posible encontrar en el mercado software contables online que cobran de acuerdo al volumen de datos que manejes al mes.
Evita inversiones en activos tales como hardware y software
Montar in situ la infraestructura necesaria para el almacenamiento y gestión de datos e información requiere de grandes inversiones en software y hardware. Muy por el contrario, la nube permite hacer lo mismo, pero con una inversión diametralmente menor, pues pagas sólo por el uso necesario.
Incrementa la competitividad de las empresas
La implementación de servicios en la nube permite aumentar la productividad al agilizar labores administrativas, de mensajería, logística y atención al cliente. Además, las inserta en las nuevas dinámicas del mercado digital que tanto demandan los usuarios modernos.
Aumenta la disponibilidad de los servicios 24x7
Migrar a la nube parte de la información de tu empresa te permite ofrecer a tus clientes algunos servicios de forma remota y en todo momento, como programación de citas, copia de facturas y agendamiento de servicios, por nombrar algunos.
Facilidad en el intercambio de la información
La nube le hace más fácil la vida las empresas y a sus colaboradores. Al contar con un sitio donde alojas información con posibilidad de acceder a ella en todo momento, es más sencillo intercambiar datos, actualizar archivos y trabajar de manera conjunta, aunque las diferentes partes se encuentren en lugares diferentes. Todo es cuestión de que, como administrador de la plataforma, establezcas diferentes roles de usuario y les asignes las restricciones y permisos pertinentes.
Tu departamento de TI se dedica a aportar valor
Tú y tu departamento de TI pueden centrarse en innovar, aportar valor y potenciar el negocio, en lugar de gastar el tiempo en el mantenimiento y actualización de la infraestructura tecnológica existente.
En definitiva, tu información queda almacenada en servidores con altos estándares de seguridad y optimizados para ejecutar la mayoría de sus procesos de forma autónoma.
Por lo tanto, tus datos siempre estarán protegidos de los ciberataques y listos para ser utilizados cuando lo requieras. Ahora que sabes qué es la nube, recuerda que existe un modelo de cloud para cada organización y necesidad -sea grande o pequeña- por lo que no hay excusas para no acceder a estos beneficios e iniciar con la inevitable digitalización empresarial.