Al identificarlos, los gerentes y líderes pueden estructurar los procesos de su área, tomando en cuenta las habilidades de cada integrante, por lo que tienden a emplear los recursos humanos de forma inteligente y más acertada.
¡Profundíza acerca de los diferentes tipos de equipos leyendo nuestro post!
1. Informal
Estos equipos se forman a raíz de intereses sociales compartidos entre los miembros, como preocupaciones sobre las condiciones de trabajo, intención de reivindicar un aumento del sueldo base, entre otros.
Dado que se estructura sobre la base de cuestiones compartidas que no siempre se encuentran en sincronía con los objetivos empresariales, estos equipos emergen de forma natural y acorde con la realidad que los colaboradores viven en la empresa.
Acerca de sus líderes, la mayor parte surge de una tomada de decisión conjunta de los otros miembros, ya sea en función de su nivel de conocimiento, características personales o potencial de influencia sobre los estrategas corporativos.
2. Tradicional
La norma que, la empresa, contrate los funcionarios según sus necesidades internas, la formación del equipo depende directamente de la empresa.
Por lo cual, los equipos se estructuran con miembros cuyas culturas, aspiraciones y comportamientos suelen variar entre sí.
Sobre esta diversidad, es muy interesante, porque permite al negocio innovar en virtud de los diferentes puntos de vista y perspectivas de vida.
Otro aspecto que debemos destacar, de este tipo de grupo, es que la empresa lo estructura en aras de que sus miembros alcancen un objetivo común de su propio departamento y, por ende, contribuyan al éxito del negocio.
Por ejemplo, el área contable de una empresa debe implementar medidas que le permitan maximizar el cumplimiento con los órganos reguladores, ya sea pagando los impuestos en tiempo y forma o atendiendo nuevas normativas.
Al respetar los reglamentos emergentes y abonar los tributos al día, la empresa optimiza su credibilidad frente a los entes públicos y logra obtener beneficios como un mayor poder de negociación y acceso a financiamientos más atractivos.
3. Destinado a la resolución de problemas
Cuando se presenta un problema que no puede solucionarse bajo las estructuras estándares, se integra una fuerza de tarea.
En líneas generales, un equipo de resolución de problemas consiste en un conjunto de individuos con diferentes competencias y pertenecientes a diversas áreas corporativas que se reúnen con el afán de resolver una situación muy específica.
Observa el siguiente ejemplo:
Ante una reducción brusca y expresiva en las ventas del negocio, se estructura un grupo con los mejores colaboradores de las áreas de atención al cliente, talento humano, marketing y ventas.
Con la intención de recabar datos, integrar información y reestructurar estrategias que permitan cambiar el panorama.
Es importante mencionar que este grupo no tiene autonomía para implementar las acciones sugeridas.
Por lo que debe enviarlas o presentarlas a los gerentes de cada departamento involucrado, profesionales que efectivamente pueden ejecutarlas.
4. Proyectos
La formación de estos grupos ocurre con la finalidad de planificar, organizar y ejecutar un determinado proyecto.
Considera el caso de una empresa de tecnología: cuando debe crear un nuevo software acorde con las especificaciones de un cliente, necesita integrar profesionales de múltiples áreas.
Cuyos conocimientos individuales puedan aportar información, soporte y técnicas para que se cumpla cada etapa del proyecto. Y los esfuerzos reunidos confluyan en la entrega del producto final al cliente.
Como ves, un equipo de proyectos debe planearse a detalle asegurando que todos sus integrantes cuenten con determinados conocimientos y puedan añadir valor a sus etapas.
Al estructurar un grupo de profesionales responsables, que se reúnan regularmente en aras de alinear sus acciones y enfoquen sus esfuerzos a la optimización de la calidad y al cumplimiento de los plazos, aumentamos la probabilidad de captar leads y fidelizar a los clientes actuales.
5. Autodirigidos
Los equipos autodirigidos prescinden de la figura del líder a raíz de su funcionamiento y de los valores que fundamentan sus actividades: respeto, autoconfianza, cooperación y automotivación.
Los integrantes de estos grupos ejecutan labores colaborativas y todos tienen suficiente autonomía para tomar decisiones importantes.
Acerca de las tareas, los propios miembros se ocupan de dividirlas, situación que demanda mucha responsabilidad y madurez. Y la razón es sencilla: los colaboradores no tienen un líder para exigir el alcance de metas y objetivos.
Por lo tanto, el equipo debe administrar su rutina de modo que todos realicen las tareas a rajatabla y se comprometan con los buenos resultados.
6. Virtuales
El avance tecnológico está revolucionando la forma cómo los trabajadores se relacionan y reúnen.
Hoy en día, gracias a herramientas como los sistemas colaborativos, de comunicaciones integradas y de productividad podemos planificar eventos virtuales, enviar invitaciones por correo electrónico y firmar actas y documentos a distancia.
Asimismo, las soluciones tecnológicas han favorecido el aprovechamiento de las mejores oportunidades de negocio, el intercambio de documentos y de información, así como la optimización de la toma de decisiones.
Pero, al final, ¿por qué es tan importante integrar equipos virtuales?
Este tipo de equipo requiere integrantes que entiendan plenamente el funcionamiento de las principales herramientas de tecnología y se sientan cómodos para interactuar con personas que nunca han visto antes.
Geográficamente dispersos, estos grupos presentan características muy peculiares que, en definitiva, inciden de forma directa en el desarrollo de las actividades grupales.
Otros aspectos importantes sobre estos grupos son:
- ausencia de procedimientos y normas;
- poca identidad del grupo a raíz de la dispersión geográfica;
- pueden surgir problemas en la comunicación entre los participantes;
- dificultad para nombrar un líder
Un equipo virtual puede ser un grupo de profesionales de una empresa que se encuentran en diferentes partes y deben reunirse virtualmente para definir los próximos pasos para asegurar que el lanzamiento de un producto a nivel internacional sea exitoso.
Es importante mencionar que los equipos virtuales tendrán cada vez más espacio en las organizaciones, en virtud del avance del trabajo remoto y de la dispersión geográfica del plantel de las organizaciones.
Al final, ¿por qué debemos mapear los tipos de equipos empresariales?
Como ves, cada equipo presenta características y funciones específicas.
Al detectarlos y entender su dinámica de actuación en las empresas, no solo podemos obtener importante información sobre las técnicas, estrategias y actividades que desarrollan, sino también promover su máximo potencial a través del ajuste de sus reglas y procedimientos internos.
Asimismo, la identificación de los grupos posibilita un análisis más profundo sobre su composición detectando profesionales que efectivamente marquen la diferencia e individuos que manifiesten cierta resistencia ante su mecanismo de funcionamiento.
Dicho esto, vemos que tener en cuenta los diferentes tipos de equipos presenta una connotación estratégica.
Esto se debe a que los negocios pueden optimizar su gestión del talento humano, adoptar herramientas que fortalezca la comunicación entre los integrantes y desarrollar procesos cada vez más alineados con las particularidades y competencias de sus colaboradores.
¡Y todo esto confluye en un incremento de la capacidad rentable! Algo que todos los líderes organizacionales anhelamos, ¿verdad?
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