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¡Conoce los distintos tipos de cobranza!

Escrito por Andrés Czerny | Mar 1, 2021 1:30:00 PM

 

Una gestión de cobranza efectiva demanda el conocimiento de todas estas opciones, mecanismos o instancias para así saber cuándo aplicarlas y, en general, comprender cómo se está desarrollando el proceso comercial.

Por supuesto, recuerda que de este factor depende —en gran parte— la liquidez y estabilidad financiera de tu negocio, además de la sustentabilidad de las relaciones con los usuarios.

En virtud de ello, a continuación mencionaremos y explicaremos cuáles son los tipos de cobranza más utilizados e importantes. ¡Veamos! 

Cobranza personal o directa

La cobranza personal o directa es realizada directamente por la empresa acreedora de la deuda, es decir, aquella que prestó o comercializó un determinado servicio o producto y que, por lo tanto, tiene derecho a exigir el pago según las exigencias legales y las características del acuerdo comercial.

Este tipo de cobranza puede realizarse en diferentes instancias: si se lleva a cabo de forma anticipatoria —antes de la fecha de vencimiento de la factura y transacción en cuestión— es conocida como preventiva. En tanto, se convierte en extrajudicial si se efectúa luego del día tope, renegociando condiciones de pago.

Cobranza preventiva

Como mencionamos, este tipo de cobranza es realizada antes del vencimiento de una determinada factura y también es conocida como cobranza administrativa.

La cobranza preventiva tiene un enfoque estratégico, ya que su misión es evitar retrasos en los pagos que comprometen la realidad financiera de las empresas. De hecho, hacer recordaciones de pago y mantenerse en contacto con los clientes puede considerarse una estrategia de cobro en sí, tal como los incentivos por pago adelantado.

Hoy, esta cobranza puede ser realizada por múltiples canales que facilitan y agilizan la interacción con los usuarios, como el correo electrónico, por ejemplo: mediante este tipo de canales es posible programar y enviar mensajes constantes a los clientes, recordándoles sobre las transacciones pendientes y los días de vencimiento.

Igualmente, existen soluciones y herramientas tecnológicas —asociadas a la contabilidad y el área fiscal— que cuentan con módulos de cobranza que favorecen el trabajo administrativo y preventivo.

Cobranza por intermediación

La cobranza es un área fundamental para todo negocio y demanda planificación, tiempo, esfuerzo e inversión.

Muchas veces, las empresas no cuentan con el personal y la capacidad logística necesaria para optimizar este factor y proteger la liquidez y estabilidad financiera.

Por esta razón, optan por la intermediación o el cobro por parte de terceros, lo cual puede considerarse otro de los tipos de cobranza: esta consiste en delegar el trabajo a agencias especializadas de cobro que gestionan las carteras de clientes de otras empresas y las transacciones realizadas con los mismos.

En algunos casos, la tercerización puede realizarse por medio de instituciones bancarias que estén involucradas en las operaciones con los usuarios.

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Cobranza judicial

La cobranza judicial se desarrolla mediante mecanismos legales, como un juicio de cobranza que determina las condiciones para saldar la deuda.

Lógicamente, para impulsar este proceso la empresa necesita apoyarse en abogados y profesionales del universo jurídico.

Este tipo de cobranza puede valorarse como la última instancia del proceso de cobro, realizada cuando los clientes no cumplen con los plazos acordados y acumulan pagos atrasados durante largos periodos.

 

 

Cobranza extrajudicial

La cobranza extrajudicial es llevada a cabo por el vendedor o prestador de servicio luego del vencimiento de la factura en cuestión, pero sin apostar por procesos legales.

Específicamente, esta busca llegar a un acuerdo directo con el deudor, ofreciéndole nuevas condiciones de pago que promuevan la resolución del problema sin que sean necesarias las confrontaciones jurídicas.

Este tipo de práctica es completamente legal, por lo cual en ocasiones también se define como cobranza extrajudicial lícita.

Por el contrario, la cobranza extrajudicial ilícita es aquella relacionada con la violencia, la intimidación y otras prácticas que no están alineadas al proceder ético y moral de las empresas.

¡Muy bien! Ya conoces cuáles son los diferentes tipos de cobranza y cuáles son sus principales particularidades.

En Chile, la cobranza es un tema esencial para las empresas: más del 25% de los consumidores de bienes y servicios del país están en situación de mora e, incluso, solicitan nuevos financiamientos para poder costear las deudas pendientes.

Esto amenaza especialmente a las PyMEs, ya que son organizaciones con menor margen de ahorro que necesitan de la recepción de dinero en los periodos esperados.

Pensando en ello, como emprendedor debes promover estrategias y mecanismos que incentiven a los usuarios a pagar a tiempo para que tu negocio se mantenga estable y sus operaciones no se vean en riesgo, lo cual hace de la cobranza preventiva una de las más importantes debido a su enfoque estratégico; para que sea efectiva, necesitas dedicarle tiempo y esfuerzo.

Por otro lado, resulta una muy buena idea apoyarte en soluciones como los software de facturación electrónica y los sistemas de contabilidad para que puedas gestionar y seguir las facturas de forma digital y, de esta manera, facilitar la evaluación de las deudas y sus fechas de vencimiento.

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