Es un hecho que el emprendimiento es una actividad que se ha convertido cada vez más en una alternativa viable y atractiva para muchas personas que están en búsqueda de la independencia financiera. Por ello, en este post te enseñaremos cómo escalar un negocio, por qué es importante apuntar a este factor y tomar en cuenta consejos de valor para lograrlo y así superar el famoso "valle de la muerte".
¡Lee hasta el final!
En un mundo con mayor competitividad en el mercado laboral, tener un negocio propio se ha transformado en más que una elección para muchos y se ha convertido en una necesidad. Por ejemplo, un estudio elaborado por IPSOS —multinacional de investigación de mercados de origen francés— refleja que el 46% de los chilenos iniciaron un emprendimiento o empresa a raíz de la pandemia del COVID-19.
El mismo estudio revela que en más de 28 países donde se realizó la encuesta durante noviembre y diciembre de 2020, entre los cuales destacan Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, Alemania, Reino Unido, Japón, Colombia, Corea del Sur, Suecia y, por supuesto, Chile, nuestro país se ubica de sexto solo por detrás de Colombia en la región.
En ese sentido, la principal barrera a la que se enfrentan la mayoría de latinoamericanos en el ámbito de generación de pequeños y medianos negocios es el financiamiento, donde el 50% de los encuestados piensa que este es el reto más importante que deben superar durante su camino.
Ahora bien, para poder explicar con exactitud cómo escalar un negocio, es fundamental definir el concepto desde su raíz y, de esta manera, poder dar camino hacia los siguientes elementos que te ayudarán a gestionar tu empresa autoridad, orientación al logro y rentabilidad.
Terminológicamente, la escalabilidad se refiere a la capacidad que tiene un sistema de multiplicar su magnitud. En los negocios, define el potencial que tiene una empresa de multiplicar sus ingresos sin necesidad de elevar proporcionalmente sus gastos y las complejidades.
Este término es ampliamente usado en las telecomunicaciones y en la informática, en referencia a la necesidad de agregar hardware o actualizarlo sin modificar el software, a medida que van aumentando las necesidades de rendimiento y se requiere reducir el tiempo de latencia.
En otras palabras, la escalabilidad trata del poder que tienen las organizaciones de crecer progresivamente sin tener que invertir grandes cantidades de capital para apalancarse.
Cuando pensamos en esto, naturalmente se nos vienen a la mente startups, ecommerces y aplicaciones móviles que se han convertido en gigantes de la industria luego de ser pequeñas organizaciones o proyectos de muy bajo presupuesto.
Por ejemplo, casos como el de Airbnb, un marketplace que permite conectar a personas con alojamientos con huéspedes que necesitan un lugar temporal. O, como la historia de Amazon, que pasó de ser un sitio web para la venta de libros a ser un comercio electrónico con operaciones en múltiples países del mundo.
Como dijimos, la escalabilidad empresarial tiene mucho que ver con la capacidad de realizar menos o más trabajo del habitual sin ver afectado negativamente el rendimiento general, lo que nos dice que se refiere a una forma sustentable de crecimiento.
Para una organización solo existen dos formas posibles de expansión: escalable o no escalable. En un negocio no escalable el nivel de los ingresos y ganancias es proporcionar al capital invertido para generarlo. Entonces, estamos hablando de un crecimiento proporcional.
Este tipo de negocios poseen un gran problema: el riesgo de crecer. Ya que si se vende mucho más en comparación al histórico, se necesitarán incorporar elementos como mucho más personal, espacio físico, maquinaria, entre otros.
Esto podría no resultar negativo, ¿cierto? Pero, ¿Qué pasaría si las ventas disminuyen drásticamente un 30% luego de la expansión? Pues, se estarían registrando costos relacionados a la infraestructura y recursos humanos iguales que cuando las ventas llegaron al pico, lo que produciría grandes pérdidas para la empresa.
En un negocio escalable permite elevar el nivel de producción sin tener que invertir o gastar más de lo que ya se gasta. Entonces, el crecimiento no es proporcional, sino exponencial, por lo que tener un negocio escalable en el tiempo representa una mayor oportunidad de rentabilidad ya que los gastos no aumentan si la ventas lo hacen.
Ahora bien, hasta este punto resulta evidente que un negocio escalable suena mucho más favorable que un negocio no escalable. Sin embargo, ¿Cuál es la relevancia de tener una empresa con estas características?
En términos generales, un negocio escalable es aquel que tiene la oportunidad de crecer y expandirse sin que esto produzca mayores cambios entre la facturación y el coste, lo que significa que obtendrá una perspectiva de proyección mucho más alentadora y rentable hacia el futuro.
Un negocio que sea muy escalable es, sin lugar a dudas, la opción ideal para cualquier inversionista o emprendedor ya que la capacidad de generar beneficios será sustancialmente mayor que en una organización no escalable.
Además, los costes en infraestructura y personal nunca serán un problema si, por razones ajenas al liderazgo de la empresa o por consecuencias relacionadas a la toma de decisiones o trabajo en equipo, las ventas bajan.
Por lo que, mientras más escalable sea un negocio, mayor margen de ganancias tendrá y más elevado será el margen entre la facturación y los gastos.
Ahora bien, antes de abordar el tema central de este artículo que es cómo escalar un negocio, es importante mencionar los pilares que permiten que esto suceda y se pueda sostener en el tiempo.
Si bien las características específicas de cada negocio cambian con respecto a los demás —teniendo en consideración los elementos inherentes a la industria en donde se encuentran—, la escalabilidad como proceso de crecimiento exponencial sí guarda ciertos elementos en común y que podemos observarlos en los casos de éxito de este modelo de emprendimiento. Aquí los más importantes:
Una de las claves de cómo escalar un negocio y que permite un crecimiento no proporcional entre la facturación y los costos es, precisamente, la capacidad de prever las necesidades de crecimiento que tendrá la organización.
De esta manera, al realizar estudios de mercado profundos y elaborar proyecciones lo más apegadas a la realidad posible, la anticipación permite que la escalabilidad ofrezca un comportamiento vertical y gestionable de la evolución de los procesos.
Gracias a ello, la empresa estará totalmente preparada para enfrentar las subidas y caídas del mercado, las necesidades de los consumidores y otros eventos variables dentro del segmento en que se encuentra.
Otra base fundamental de cómo escalar un negocio se refiere a la capacidad de evitar el sobredimensionamiento o el infradimensionamiento del negocio. En otras palabras, entender perfectamente y cuantificar la necesidad de recursos para operar con la mayor eficiencia.
Para ello, es crucial que se realicen diseños de los procesos indicativos o umbrales que puedan notificar al liderazgo de la empresa con anticipación cuando se necesiten o se tengan recursos ociosos, y que esto le pueda brindar soporte al modelo de negocio.
Asimismo, los flujos de inversión y las características macroeconómicas también entran en el juego y presentan el ambiente completo de proyección. Este escenario debe estar enfocado en alcanzar las llamadas "economías de escala" que permiten crecer sin requerir mayor infraestructura y, que al mismo tiempo, ayudan a que se reduzcan los costos de producción.
Como es natural en el mundo empresarial, la escalabilidad se sostiene en la garantía de recursos para el funcionamiento óptimo. En ese sentido, la obtención de presupuesto económico para contar con materiales y fuerza laboral es clave para la escalabilidad.
Para poder garantizarlo, regularmente se deberán recurrir a herramientas de financiación y modelos de inversión para producir la tan deseada escalabilidad y, progresivamente, mayores beneficios para la organización.
Por último, para poder acceder a un negocio escalable se deben elaborar diseños y procesos de autoservicio para que los consumidores de la empresa sean capaces de abaratar algunos costos del modelo de negocio y, con ello, eliminar algunas necesidades cuando la organización crezca.
Esto es más que lógico, ya que en ocasiones durante las expansiones se podrían necesitar incorporar nuevos procesos para atender eficientemente a la creciente demanda.
Por ello, permitirle a los clientes vías de autoservicio donde ellos mismos ejecuten sus órdenes y reciban sus productos, provocará la optimización del proceso de venta sin importar qué tan grande sea la compañía.
¡Ha llegado el momento!
Con todo lo dicho anteriormente, queda claro que transformar un negocio a una organización escalable es un paso más que rentable y lógico mirando hacia el futuro. Sin embargo, aún debes tener la duda de cómo hacerlo de manera efectiva, por ello, ¡sigue leyendo!
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Antes que todo, es preciso analizar si tu organización se adapta a los pilares antes descritos para determinar si, en efecto, la empresa es escalable.
Por ejemplo, si un supermercado quisiera aumentar su capacidad productiva y separar la brecha entre la facturación y los ingresos, tiene que adaptar diversos factores como su estructura, personal y productos para poder ofrecer más capacidad de negocios.
Por eso, el primer paso de cómo escalar un negocio es estudiar si la idea de tu empresa es compatible con el concepto general de escalabilidad y, además, contar con 3 características fundamentales:
Entonces, una vez evaluados estos puntos y determinadas las posibilidades de escalabilidad de una organización, vale la pena seguir los siguientes consejos para aprovechar las mayores oportunidades de crecimiento y generación de negocios progresivos.
Es casi imposible lograr que un negocio llegue a altos índices de productividad cuando es llevado por pocas personas. Si bien el liderazgo es un elemento fundamental para el éxito empresarial, también se necesita expandir las ideas iniciales y obtener frescura con la innovación.
Tener talento humano que pueda aportar suficiente experticia y desarrollo dentro de la organización es crucial para la escalabilidad, dado que permite atender a las necesidades puntuales de una demanda creciente sin tener que recurrir a más elementos.
De la misma forma, la capacitación es un factor de importancia al formar a los profesionales en aptitudes y habilidades relevantes para la industria en donde se desempeña la compañía.
La creciente transformación digital ha permitido que múltiples startups, negocios y compañías de Chile y el resto del mundo puedan llegar a nuevos niveles de eficiencia y rentabilidad.
De hecho, el Índice de Transformación Digital de Empresas, un estudio desarrollado por Corfo, la Cámara de Comercio de Santiago y PMG reveló que 56% de las empresas chilenas se encuentra en una fase de manejo digital de intermedio en adelante.
Por esta razón, resulta aún mucho más relevante usar la tecnología como un aliado ideal para crear procesos informáticos que permitan usar el hardware y software disponible y generar plataformas de negocios que faciliten las tareas determinantes y aceleren la escalabilidad.
En ese sentido, resulta realmente beneficio apoyarse de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), para acceder a herramientas de trabajo como soluciones digitales tales como ERPs (Enterprise Resource Planning), CRM (Customer Relationship), IoT (Internet de las Cosas), facturación electrónica, entre muchas otras.
Asimismo, la adopción de herramientas digital permite establecer nuevos métodos de colaboración e intercambio de ideas. Un factor especialmente esencial en la escalabilidad ya que facilita la generación de la innovación y la creación de oportunidades de negocio.
Ahora bien, de nada vale tener una organización y personal listo para escalar sus operaciones si no se cuenta con un producto o un servicio realmente diferencial o "market fit".
Para ello, el primer paso es definir un mercado suficientemente grande que permita que la empresa escale en procesos y pueda llegar a un público bastante amplio. Asimismo, es fundamental entender las necesidades de los consumidores potenciales de ese segmento para desarrollar o adaptar bienes que puedan deleitarlos.
Una de las grandes ventajas de la escalabilidad es que permite operar a mayor escala sin tener que invertir más en infraestructura o en personal. Sin embargo, puede llegar el momento en que necesites capital para producir los productos y servicios masivamente.
En este momento, encontrar fuentes de financiamiento como lo son inversionistas, campañas de Kickstarter o créditos bancarios puede ser el siguiente paso para tu emprendimiento o negocio, que le permitan crecer tanto como el mercado lo posibilite.
La innovación, sin lugar a dudas, ha sido el combustible de las grandes compañías del momento y que han enseñado a todos los emprendedores del mundo cómo escalar un negocio.
Generar y aplicar nuevas ideas que estimulen el mejoramiento los aspectos inherentes a los productos, atención, distribución o a la comercialización de los bienes de la empresa son un gran elemento que facilita la escalabilidad en la mayoría de los casos, cuando las condiciones mínimas se cumplen.
Gracias a la transformación digital se puede escalar un negocio adaptando los procesos de forma que puedan ser ejecutados a través de maquinarias o software, por ejemplo, posibilitando la optimización de recursos, la reducción de errores por la influencia humana y, por supuesto, la consistencia que la tecnología proporciona en términos de tiempo y eficiencia.
Para ello, procura desarrollar un cultura de innovación en la empresa y que giren alrededor de las necesidades específicas y especiales de los clientes según sus características demográficas.
Una de las formas más recurrentes y rentables de transformar un negocio funcional en un negocio escalable es aprovechar los beneficios que proporcionan las franquicias.
En síntesis, en este proceso lo que se vende es el proceso que ha producido el éxito en el negocio y que otros empresarios buscan para generar ganancias casi garantizadas. Y son muchos los ejemplos de eficiencia de este modelo u opción de escalabilidad, ya que permite llevar el nombre de la compañía y sus operaciones a otras regiones.
Además, es una excelente alternativa para conseguir fuentes de financiamiento que sirvan como un garante de estabilidad cuando el momento de escalar se presente.
De poco sirve una buena idea de negocios si no se puede transmitir fácilmente a aquellos que podrán proveer los mecanismos para escalar. En ese sentido, elabora un plan comercial, operacional y administrativo lo suficientemente sólido para demostrarle a los inversionistas que tu proyecto podrá tener éxito en su mercado.
Asimismo, esto te servirá como la base fundamental para generar los famosos elevator pitch, que han sido por muchos años el inicio de los modelos de negocios más rentables de la historia.
Pocas opciones son tan rentables y productivas para la escalabilidad como expandir el mensaje de la organización a muchas personas. Por ello, apoyarse en herramientas de marketing digital que, pueden llegar a ser a muy bajo costo, permiten encontrar potenciales compradores, inversionistas e incluso nuevos talentos, es una excelente plataforma.
Hoy en día las empresas no tienen que desembolsar grandes cantidades de capital para ser vistos por su público, dado que la transformación digital permite que las organizaciones puedan llegar a los ojos de sus clientes potenciales a través de anuncios en redes sociales, videos de YouTube o publicaciones en plataformas sociales que, prácticamente, son gratuitas.
De esta manera, abrirás un canal perfecto para crecer en visualización, exposición y ventas sin la necesidad de invertir en infraestructura o en medios tradicionales, lo que permitirá recibir mayores oportunidades de negocio y encontrar el equilibrio entre capacidad operativa y la demanda de tu empresa.
Ya decía Peter Drucker, el famoso profesor y tratadista: "Los cuellos de botella siempre están en el inicio de la botella". Y es que un líder que sabe cómo escalar un negocio es aquel que puede delegar de manera eficiente para estimular el crecimiento progresivo de su organización.
A medida que las empresas crecen, las decisiones se tornan más difíciles. Además, involucrarán a las personas y a sus roles dentro de la compañía. Por lo que invertir recursos como tiempo y esfuerzo en mejores métodos de liderazgo y gestión empresarial será diferencial para no entorpecer las funciones de cada miembro y, como consecuencia, facilitar el flujo de trabajo que es el que provee los resultados.
Para ello, puedes seguir estos consejos:
Todo esto podrá darte una perspectiva clara y precisa de lo que se necesita en el mercado y de cómo escalar un negocio con el objetivo de llevar a una compañía a sus máximos niveles de rentabilidad sin tener que, proporcionalmente, aumentar su infraestructura y personal.
Esperamos que este contenido sea de provecho para ti y encuentres en esta información una ayuda real para llevar a tu empresa o emprendimiento al nivel de producción que deseas.