El análisis de competencia es un proceso estratégico clave en el mundo de los negocios, específicamente del ámbito de la investigación de mercados. Los gerentes, propietarios y directivos lo emplean para conocer la posición y el rendimiento de las empresas que dirigen con respecto a aquellas que son sus competidoras directas.
La información obtenida por medio de esta práctica corporativa puede ayudar a optimizar la toma de decisiones, detectar riesgos a tiempo y obtener ventajas competitivas, entre muchas otras cosas.Entonces, a ciencia cierta, ¿Cuáles son los pasos a seguir para realizar un análisis de competencia efectivo y sólido? ¡Sigue leyendo y conócelos!
Independientemente de si tu empresa ya está en marcha o recién estás confeccionando la idea de negocio, es importante que empieces este proceso investigativo con una visión global del mercado.
En virtud de ello, haz una lista con la mayoría de las empresas que forman parte del segmento en el que te encuentras o al que deseas apuntar, desde las más exitosas y robustas hasta las más modestas e inestables.
Una vez determinado el punto anterior, llega el momento de “discriminar” para detectar de manera empírica cuáles son las empresas que representan una competencia directa.
Por ejemplo, si tienes una pequeña tienda de comestibles, analizar a una de las grandes cadenas de supermercados sería muy poco productivo y útil. En este caso, tus competidores directos podrían ser pequeñas tiendas cercanas del mismo rubro o minimercados que cuentan con un catálogo de productos y un rango de precios similares al tuyo.
En líneas generales, es necesario que apuntes a esas empresas con las que realmente puedes competir por una cuota de mercado o un nicho específico dentro de tu segmento.
Como muchos otros procesos estratégicos, el análisis de competencia ha experimentado importantes cambios en los últimos años, entre los que destaca su orientación al universo digital. Hoy, entre los elementos de análisis y evaluación deben encontrarse las estrategias digitales de los competidores y la visibilidad de los mismos en redes sociales, Internet y otras plataformas afines.
Por ejemplo, es importante que midas qué tan bien posicionadas están determinadas empresas de tu segmento de mercado en los buscadores. También, debes evaluar la magnitud de sus audiencias en redes sociales y la calidad de sus interacciones. Otro factor clave es analizar —mediante valoraciones— comentarios y otras formas de interacción, cómo se sienten los usuarios con respecto al tono de voz y la “personalidad” digital de tus competidores.
Para incrementar la eficiencia de la investigación y acceder a datos precisos, puedes optar por utilizar herramientas de análisis de competencia orientadas al ámbito web y digital, como SEMrush y Moz.
Aunque ha evolucionado, el análisis de competencia como proceso estratégico aún mantiene ciertos enfoques tradicionales, como brindar principal atención a los elementos financieros. Lógicamente, si quieres conocer la posición de tu negocio con respecto a tus competidores, necesitas saber qué tan bien o mal les va desde el punto de vista económico.
Cuando se analiza a empresas robustas, obtener información de esta índole suele ser sencillo, pues se trata de grandes contribuyentes que están obligados a compartir datos y estadísticas referentes a sus rentas e ingresos.
En cambio, si el objetivo son las PyMEs, la tarea puede ser un poco más compleja porque deberás hacer un trabajo investigativo basado —principalmente— en la observación.
Factores como el ritmo de rotación de inventario, la prontitud en el pago de facturas y las inversiones en mercadotecnia son algunos de los aspectos que ayudan a determinar el nivel de liquidez del competidor.
Por supuesto, además de lo mencionado, investiga documentalmente en la web y los sitios de los competidores para tomar en cuenta toda la información que compartan sobre su tiempo de trayectoria, crecimiento y cartera de clientes.
En este punto, enfócate en detectar cómo tus competidores atraen clientes, cuáles son los agregados de valor de sus productos o servicios y cuáles son las redes de distribución que mayormente emplean.
Asimismo, es clave que detectes cuántos canales de ventas tienen —como tiendas físicas y sitios de e-commerce, por ejemplo— y qué tanto provecho sacan de cada uno de ellos.
Para finalizar, simplemente integra toda la información que obtuviste durante el proceso investigativo. Preferiblemente, crea un documento amplio y descriptivo con datos segmentados y un perfil específico de cada empresa a la que hayas evaluado.
De esta manera, tendrás —efectivamente— un análisis de competencia que podrás consultar junto con asesores y colaboradores para definir acciones estratégicas para tu negocio, las cuales permitirán mejorar su posicionamiento y sacar ventajas competitivas.
¡Bien! Ahora que sabes cuáles son los pasos de este proceso empresarial y qué principios necesitas seguir, ¡manos a la obra!
La obtención de información sobre los competidores es clave para una gestión de negocios inteligente, minuciosa y estratégica. De lo contrario, no investigar ni tener referencias sobre el segmento de mercado es similar a tener un velo sobre los ojos que impide ver el camino a seguir para operar de forma rentable y orientada al logro.
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