Para toda empresa, especialmente pequeñas y medianas, uno de los principales obstáculos para el crecimiento son los pagos a plazo. Si eres dueño o administrador de una compañía, seguramente sabrás perfectamente de qué estamos hablando. Acá te diremos todo sobre los tipos de factoring.
Sin embargo, hay un tipo de financiamiento que apunta, precisamente, a esta problemática: el factoring. A continuación, revisaremos los tipos de factoring y cómo funcionan.Eres dueño de una empresa y algunos de tus clientes te han emitido facturas para ser cobradas a 30, 60 y 90 días.
Sin duda, esto representa un problema para las finanzas de tu compañía, pues no puedes posponer los pagos inherentes al funcionamiento -como servicios básicos, arriendo de las oficinas o sueldos de los trabajadores, por nombrar algunos- argumentando que debes esperar semanas para cobrar dichos documentos.
Pensando en situaciones como la anterior es que se creó el factoring, mecanismo que funciona en Chile desde noviembre de 2004.
En concreto, esta modalidad de financiamiento -tal como lo explica Arturo Farías, jefe de carrera de Contador Público y Auditor de la Universidad del Pacífico:
"Es un contrato de crédito a través del cual todos los comerciantes o empresarios entregan sus documentos que han sido firmados por terceras personas, producto del crédito que ellos entregan, a la empresa de factoring, la que finalmente adelanta el pago de esas facturas. Normalmente esas facturas tienen fecha para 30, 60 o 90 días, y el factoring lo que hace es adelantar a las empresas el pago de esos montos”.
En definitiva, hablamos de una manera sencilla para que las empresas puedan acceder a los fondos que les pertenecen, pero que están retenidos por condicionantes de plazos. Como contraparte, las empresas que facilitan los recursos a través del factoring se quedan con un porcentaje de los fondos por cobrar, lo que se conoce como Costo de Financiamiento.
Existen varias modalidades de este tipo de financiamiento, las cuales vale la pena conocer para saber a cuál de ellas recurrir en caso de ser necesario:
Aquí, el cedente -es decir, quien busca financiamiento- entrega las facturas a plazo a una empresa de factoring, la cual hace entrega inmediata de los recursos al cedente, previo descuento por concepto de gastos operacionales e intereses.
Si el deudor de dicha factura procede a realizar el pago de la misma, la empresa de factoring podrá reclamar los dineros directamente al cedente y, si éste se niega a hacerlo, se puede generar un juicio entre ambas partes.
Esta modalidad es muy similar a la anterior, con la única (y gran) diferencia que, al ser factoring sin recurso, la empresa que otorga los fondos no puede reclamar al cedente en caso de que el deudor de la factura no realice el pago requerido.
Es importante aclarar que -tanto el factoring con y sin recurso- conforman la modalidad clásica de este tipo de financiamiento. Sin embargo, no son las únicas.
Este tipo de financiamiento alude a aquellas empresas que venden productos al extranjero y quieren tener el pago de tal negocio de manera inmediata.
En estos casos, el factoring de exportación otorga dichos recursos a la empresa que ha hecho las ventas al exterior, y la empresa que otorgó los recursos es quién recibirá los pagos de las operaciones comerciales realizadas.
Esta modalidad permite que una empresa que no está en la misma región en la que realiza sus actividades comerciales, pueda transferir sus créditos a una entidad de factoring que sí tenga residencia en su misma región. De esta manera, la compañía de factoring podrá hacerse cargo de los pagos y cobranzas de la empresa que está en el exterior.
Bajo este tipo de factoring una empresa puede acceder a la prestación de un servicio que no puede realizar por sí misma, ya sea por falta de recursos o por capacidades técnicas, pudiendo recurrir a otra compañía con las competencias necesarias para ello.
Este es un modelo de financiamiento al que pueden acceder dos o más entidades de factoring, cuando éstas desean compartir las facturas de uno o más cedentes. Así, la gestión de estos documentos se hace de manera conjunta.
A través de este mecanismo, una empresa puede contratar los servicios de otra y acudir a una entidad de factoring para que haga el pago a los proveedores. Luego, la entidad hará el cobro respectivo a la empresa que ha contratado los servicios, con el respectivo descuento.
Estos son algunos de los principales tipos de factoring, y conocerlos te permitirá tener más opciones de financiamiento para tu empresa, para así evitar cometer algunos errores financieros que podrían costarte caro.