La historia de Gabriela y su estudio contable no solo exalta el valor de la adaptabilidad a los cambios, sino que resalta la importancia de mirar con amplitud las oportunidades de negocio y reconocer el aporte de la tecnología como impulso a la productividad administrativa.
La evolución de la contabilidad ha estado muy relacionada con los grandes cambios tecnológicos de la segunda mitad del siglo XIX y con el desarrollo de herramientas intuitivas desde inicios del XX.
Mucho podemos hablar de este camino en términos de datos estadísticos, métricas e hitos en este particular, pero la mejor forma de darle significado a estos avances que han facilitado el crecimiento de negocios en todo el mundo, es a través del testimonio de quienes lo han vivido de primera mano.
Más de tres décadas dedicada al servicio contable
La historia de Gabriela González en la contabilidad comienza en la adolescencia. A los 15 años, ni ella ni su familia veían posible su ingreso a una carrera universitaria, por lo que decidió estudiar en un liceo comercial para tener posibilidades prácticas en el mercado laboral. Gabriela egresa como contadora general y segura de que esta etapa de formación le permitiría utilizar esos conocimientos directamente en el trabajo.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, decidió ser una de los primeros cinco alumnos de su colegio que continuaron sus estudios a nivel universitario. “Si bien mis aspiraciones en la universidad tenían que ver con el área matemática o financiera, y necesariamente era en contabilidad, la vida me demostró que en realidad mis bases contables, lo que había aprendido, lo que había entendido y las posibilidades de trabajo que encontré, me volvieron a enfocar en el mundo de la contabilidad donde seguí especializándome”, relata.
Comenzó su carrera laboral, como la mayoría de los contadores, como dependiente en oficinas de empresas de finanzas, de inversiones y en la administración de edificios. Sin embargo, siendo clara en sus determinaciones y perseverancia, tras 10 años bajo esa modalidad, fundó en sociedad con una amiga su propio estudio contable.
Armamos una sociedad de contabilidad y empezamos de a poco. Uno, dos, tres, cuatro clientes, una oficina, un ayudante (…) y luego esos clientes nos fueron referenciando con otros, lo que nos hizo tener un momento de gran estabilidad, comenta.
Tras dar por terminada esta asociación y emprender una nueva empresa, reflexiona sobre el aprendizaje que le dejó esta primera experiencia como profesional independiente: “Hay que diversificar los escenarios. Yo no me he convertido en una contadora especializada en un área porque dependiendo de los acontecimientos que te entrega un momento inesperado se te puede derrumbar y te quedas sin clientes.”
Por otra parte, destaca la importancia de los colaboradores que quieren crecer con su emprendimiento, asegurando que en la medida en la que responden de forma rápida, oportuna y correcta a los clientes, hacen que todos ganen. “Ganamos porque nos vamos posicionando bien, porque no soy necesariamente la única persona que tiene que dar respuesta y porque se crea confianza en el grupo de trabajo”, remata.
Además, Gabriela hace especial énfasis en el valor del trato personalizado en esta etapa de su carrera. “Me daba el tiempo de visitar a los clientes permanentemente, de ver en su terreno la situación administrativa y contable de la empresa, para ir haciendo los aportes necesarios”, agrega.
Ayudando a los emprendedores a crecer
La claridad con la que define su nicho de mercado y el conocimiento de sus necesidades son la razón por la que más de 60 clientes contratan sus servicios:
Tenemos, en ciertas áreas de negocio, una población de emprendedores y empresarios que no tienen nociones contables o administrativas; que solo saben hacer a lo que se dedican en su área (…) Hay una mirada desde el cliente o contribuyente de que la contabilidad es un mal necesario porque tiene que pagar impuestos y necesita la mejor persona para ordenar sus gastos y que el impuesto sea el más justo posible.
Por esta razón, también se interesa educar, sobre todo a emprendedores jóvenes, sobre la importancia de la contabilidad más allá de lo tributario. Quería hacerla ver como la disciplina financiera que le muestra a las empresas su escenario real, como se encuentra su estatus financiero y, en resumidas cuentas, si realmente el proyecto soñado está reportando ganancia o es una ilusión.
De los libros a un Software
Tras 35 años ejerciendo como contadora y 25 como independiente, Gabriela es testimonio de la evolución de su carrera. “Yo soy de la época de la contabilidad en libros”, indica.
Vio los comienzos de la digitalización de procesos. En primer lugar, con un software instalado en un computador que permitía imprimir en determinados formatos válidos para la actividad contable. Luego saltó a una red de computadoras interconectadas en un mismo servidor que funcionaban con el pago de licencias anuales y hasta que finalmente dio el gran salto a la tecnología de Nubox.
Como ella misma nos indica, tuvo la fortuna de que, aunque no estudió nada relacionado con el área tecnológica, tuvo personas a su alrededor personas que le hablaron de las ventajas de trabajar de forma remota apoyada en Softwares Contables. “La experiencia me dice que los cambios hay que verlos antes de decir que no”, dice esperanzada.
Es así como desde 2013, comienza la historia entre Administer EIRL -el estudio contable de Gabriela, especializado en asesorar especialmente a pequeñas y medianas empresas- y Nubox.
Al preguntar sobre las ventajas que ha traído Nubox a su empresa, Gabriela contesta sin dudas:
La conectividad: trabajar en cualquier lugar, en cualquier horario y desde cualquier equipo.
Explica que el agotamiento del traslado para atender la oficina física y la visita in situ a los clientes es una de las razones por las decide incorporar el Software de Contabilidad y Remuneraciones a sus operaciones. “Algunos colaboradores no tenían la autonomía de ingresar y salir solos de la oficina, entonces se convertía en una suerte de obligación estar allí”, recuerda.
Con Nubox, integró toda la información del negocio en un mismo lugar con acceso inmediato y online para operar de forma remota y coordinada. No solo alega la comodidad y respuesta rápida como puntos de valor, sino que, desde el punto de vista más humano, le permitió mantener las operaciones y el trato directo con sus clientes minimizando durante la pandemia. “Tuvimos un buen negocio que supo enfrentar la pandemia a nivel operativo porque todos estuvimos trabajando remoto gracias a la conectividad y facilidad que ofrece Nubox, comenta con alivio.
Hace hincapié de las ventajas que trae la tecnología para cumplir metas sin desatender aspectos de la vida como el descanso y cuidado personal.
Me gusta esto de optimizar el tiempo, puedo quedarme en casa y ver todo desde otra perspectiva, sin estar hasta altas horas de la madrugada en la oficina, sobre todo en tiempos de renta (…) Puedo estar en casa, cerrar en cualquier momento, caminar tres pasos y estar en mi cama.
Por la versatilidad y la capacidad que le confiere Nubox para delegar la contabilidad y atender actividades de otras índoles, Gabriela lo recomienda a las empresas de distintos rubros que forman parte de su cartera de clientes, que van desde la construcción, la electricidad, los servicios informáticos y legales hasta la enseñanza y algunos artistas plásticos.
En este orden de ideas, las facilidades que ofrece Nubox a través de sus Software Contable y de Remuneraciones, le permiten delegar la parte operativa y estar más atenta de las necesidades de los proyectos en los que hace asesoría, con lo que puede hacer recomendaciones oportunas a los dueños de negocio para que puedan tomar decisiones estratégicas.
Yo me siento parte de muchas de las empresas que son mis clientes por que en la medida de que hacemos un buen trabajo conjunto, con mi asesoría, con el técnico, con el tiene años de experiencia en el área, con el que trae el negocio (…) si logramos engranar todo de tal manera que finalmente eso produzca utilidades, me siento feliz porque en el fondo estoy ayudando a crecer, se amplían los campos de trabajo, la solidez de la empresa y permanencia de mi gestión, sostiene.
Asimismo, estas relaciones de confianza fuerte con sus clientes basadas en su trayectoria, pericia financiera y la efectividad que potencian herramientas como Nubox, hacen posible que Gabriela sienta seguridad en su flujo de ingresos y la tranquilidad suficiente para ir trabajando con otros colaboradores, con visión de entrenarlos para seguir profundizando en otras áreas de la contabilidad.
Finalmente, Gabriela agradece el interés de Nubox en que cada uno de sus usuarios aproveche al máximo su software.
Los webinar son muy útiles, cada uno en distinta medida. Entiendo que están hechos para un universo donde no solo hay de contadores, por lo que hay distintos grados de dificultad. Pero los más sencillos funcionan para los colaboradores más nuevos de mi estudio, mientras que de los más especializados siempre hay algo que se puede rescatar, asegura.
¿Qué viene para Gabriela y su empresa?
A sus 57 años, Gabriela conserva la ambición de crecer en su rubro. “En el área laboral, soy el pilar de esta empresa. Y este año me voy a abrir para tener colaboradores en el área de remuneraciones. Con eso también quiero delegar y tener más tiempo para disfrutar más cosas, pero sin perder el control sobre lo que se está haciendo para que ningún cliente diga que quedó mal asesorado o no atendido”, comenta con firmeza.
En conclusión, la historia de Gabriela deja grandes aprendizajes para los emprendedores y contadores de Chile. Mantener la mente abierta a los cambios y entrenar la capacidad de flexibilizar procesos de cara a confiar en el factor humano y en el tecnológico, son claves para garantizar no solo la obtención de resultados exitosos en lo laboral, sino que contribuyen en la difícil tarea de conseguir un balance sano entre la vida profesional y la personal.