¿Te has preguntado si tu empresa es una pyme o un startup? O simplemente, ¿Cuál es la diferencia entre ambas definiciones? La pregunta suele ser recurrente entre los encuentros de pequeños y medianos empresarios y están completamente en lo cierto al tener inquietudes al respecto. Acá aprenderás qué es una startup.
La realidad es que la confusión entre ambos calificadores es normal porque un startup podría calzar perfectamente en la categoría de pyme, pero no funcionará así en viceversa.
En Chile, es la Ley 20.416 la que establece las normas y define a las empresas de menor tamaño, y en ella, la pyme corresponde a una organización que cuenta con menos de 199 personas y que además no excede la venta de 100.000 UF anuales.
Como te habrás dado cuenta, es una calificación muy vinculante. Sin embargo, no habla ni de objetivos de negocio, ni de sectores empresariales en los que podría desarrollarse la pyme. Es por esto que anteriormente mencionamos que podría dar cabida a variadas organizaciones.
Dicho esto, muchos startups también son considerados pymes, pero ¿Cuál es el factor que diferencia a ambos tipos de negocio? Precisamente el área en que este se desarrollará.
Los startups son conocidos por estar ligados a un modelo tecnológico. Sin embargo, también se diferenciarán porque se consideran como modelos de negocio escalables, es decir, con mayor grado de proyección de crecimiento y con ello, un elemento de innovación más importante aún.
Las organizaciones que se consideran startups son compañías incipientes que están recién emergiendo, por lo tanto, el término se utiliza para definir a los distintos tipos de empresarios y sus negocios.
Steve Blank es considerado uno de los padres de este tipo de modelo de empresa y, en sus propias palabras, un startup es una organización temporal en búsqueda de un modelo de negocio escalable y replicable.
Si bien nos parece una definición bastante completa, nos gustaría agregar una característica que a nuestro criterio es esencial. Con esto nos referimos a la innovación como modelo de negocio.
Los startups son emprendimientos basados en la tecnología o con un componente innovador, que cuenta con el potencial de afectar a un producto, un servicio o un sector.
Por lo tanto, este tipo de negocio no sólo busca tener rentabilidad, sino que busca innovar la forma en que los consumidores y el mercado le dan uso a los diferentes productos y servicios.
Las pymes, por otra parte, se basan en modelos de negocio que suelen ser tradicionales, con el objetivo de buscar rentabilidad durante todo su proceso de ventas.
Los empresarios de las pymes quieren descubrir un negocio que sea viable y que también aporte cierto grado de seguridad a su plan de negocios, ya sea en el corto, mediano y largo plazo.
Y he aquí otra diferencia, porque si bien la palabra rentabilidad está presente durante todo el proceso de las pymes; los startups no la ven como prioridad, sino que le entregan el carácter de objetivo secundario.
Es por eso que te puede parecer común que un startup esté constantemente buscando inversores y capitales de riesgo, ya que su rentabilidad puede llegar a tardar incluso años. Esto se puede graficar con un ejemplo:
Cualquier tienda que venda artículos tecnológicos podría ser caracterizada como un startup, sin embargo, no basta con distribuir productos tecnológicos de forma tradicional. Ya que de ningún modo esto clasificaría como un startup si no cuenta con un componente innovador que lo diferencie.
Una tienda de ropa para perros, en cambio, si bien podría ser clasificada como una pyme tradicional, no necesariamente lo es.
Si el negocio vende a través de internet, con medios de pago en línea e incorporando muchas marcas de diferentes países o de diseñadores independientes para animales, claramente le estará entregando el contenido innovador típico de un startup.
De esta forma, lo más probable es que esta organización no necesite ni siquiera aumentar su personal para multiplicar sus ventas, sino que lo hará mediante estrategias y herramientas tecnológicas diferenciadoras. ¿Se entiende?
Muchas veces las palabras pyme o startup se ocupan indistintamente, incluso si no significan lo mismo. Es importante que conozcas las diferencias entre ambas para saber qué estrategias tendrás que utilizar dentro de tu negocio.
Si la rentabilidad ocupa el primer o el segundo lugar dentro de tus prioridades, claramente no serán las mismas acciones las que tendrás que considerar, como así también, el mensaje que enviarás a tus potenciales clientes o la información que tendrás que entregar a los fondos que postules para adquirir recursos.