A la hora de implementar un software de gestión y fortalecer tu ecosistema digital, uno de los principales factores a analizar es la curva de aprendizaje. Este es un diagrama que tiene gran impacto en la rentabilidad de tu inversión en tecnología. Asimismo, influye de gran manera en la experiencia de tu equipo al usar la herramienta.
Si quieres saber qué es una curva de aprendizaje, cuáles son sus beneficios y cómo reducirla, lee hasta el final.
La curva de aprendizaje es el diagrama que muestra cuánto se ha aprendido durante el tiempo invertido en aprender.
La misma posee dos ejes: el primer eje muestra el tiempo, y el segundo el número de éxitos. Con frecuencia, los errores cometidos durante dicha etapa de aprendizaje suelen ser muy numerosos.
No obstante, una vez que se haya avanzado en el tiempo, los mismos disminuyen, hasta alcanzar una línea plana.
Al hablar de curvas de aprendizaje, es necesario aclarar que hay dos tipos de curvas: las “curvas altas” y las “curvas planas”, a continuación definiremos cada una:
La curva de aprendizaje, a nivel general, es el tiempo que necesita invertir una persona para asimilar una tarea.
Esta se representa en un diagrama, y es imprescindible a la hora de incorporar nuevas tecnologías en una organización.
La buena noticia es que con esta herramienta podrías determinar cuánto tiempo tardará tu equipo en entender a un software de gestión, cómo funciona, cuáles son sus módulos, qué posibilidades ofrecen, entre otros
Por ende, es primordial, y una señal de liderazgo empresarial, reducir la curva de aprendizaje de tus colaboradores, ya que podrías obtener beneficios como:
Administrar un emprendimiento puede convertirse en todo un desafío, y, por lo tanto, no es nada fácil. Lo ideal es que las tareas diarias de tu negocio sean eficientes, y qué mejor que un software de gestión para ello.
Todo emprendimiento necesita efectuar a diario diversas operaciones, como facturación, cobros, pagos, etc.
Es allí donde el software cumple su misión de simplificar y automatizar los procesos de tu empresa. Un software es diseñado por expertos, para facilitar el trabajo de un equipo.
Un software de gestión es diseñado para reducir los efectos de aquellas tareas tediosas. Dichas tareas pueden demandar muchas horas de trabajo, que pueden resolverse con el software de gestión.
Todo ello sin necesidad de hacerlo de forma manual, y sin tener que aprender procedimientos complicados. Un software está pensado para que el usuario no tenga que dedicarle mucho tiempo, y para que lo interiorice.
Primero que nada, para reducir la curva de aprendizaje se debe comprender dónde radica la dificultad. Es necesario saber dónde está la complejidad, esa que hace que la curva sea tan larga.
A partir de ahí, se puede valorar qué metodologías o recursos pueden ser útiles para superar esas dificultades.
Los riesgos de ser indiferente ante la curva de aprendizaje pueden ser devastadores para tu empresa:
Todo aprendizaje nuevo necesita una inversión de tiempo en capacitación. La misma es proporcional a la dificultad del software y al interés por aprender a manejarlo.
Así que el factor planificación tiene un papel protagónico en esa etapa. Reducir la curva de aprendizaje debe ser tu objetivo, pues una curva alta hace difícil la apropiación de la nueva tecnología.
Esto es algo que no es conveniente, ni para ti, ni para tus colaboradores.
Por su parte, la capacitación debe ser permanente. No es suficiente con entrenar a tu equipo para que aprenda a manejar la nueva herramienta.
Es fundamental que entrenes constantemente a tus colaboradores. Asimismo, la evaluación nunca debe faltar, es parte elemental para la retroalimentación de tu equipo.
La curva de aprendizaje es muy útil a la hora de implementar cambios tecnológicos en las empresas. Y además, es importante que sea lo más corta posible, para obtener beneficios a nivel operativo.
Por lo antes mencionado, te sugerimos implementar mecanismos que permitan disminuir la curva de aprendizaje en tu empresa.
Por lo que, invertir en un software sería una muy buena inversión para tu compañía. Un software de gestión es lo más recomendable para aumentar tu productividad. Pero debes asegurarte que cumpla con estas características:
Al adquirir un software de gestión para tu compañía puedes:
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