No sólo las motivaciones son diferentes, sino que también lo que se considera como valores laborales básicos o derechos que los trabajadores tienen frente a una compañía. Pero no creas que este conflicto generacional sucede sólo en las grandes empresas, ya que de seguro más de alguno lo ha vivido en su propia Pyme. Y sino, prepárate, porque es muy probable que lo vivas en un futuro cercano.
Con respecto a esto, es necesario que sepas que la edad no es el único factor en juego para distinguir la diferencia generacional, por lo mismo, en este post vamos a entregarte algunas características sobre las 4 generaciones que podrías distinguir al momento de realizar tus propias contrataciones.
Ahora que ya sabes la cantidad de personalidades y estilos de vida con las que te puedes encontrar al momento de contratar trabajadores para tu propio emprendimiento, vamos a comentarte algunos datos que pueden ayudarte a entender la importancia de la colaboración y la comunicación como ejes principales para mejorar cualquier tipo de relación interpersonal.
Cuando hablamos de colaboración, nos referimos a incentivar el trabajo en equipo, por lo tanto, a la importancia de fomentar instancias que permitan mezclar opiniones y estimular una relación basada en la buena comprensión y en la empatía.
Muchas grandes compañías han adoptado la cultura de la flexibilidad para poder maximizar la productividad del cruce generacional, ya que es una realidad que va en aumento y que idealmente se debe replicar en pequeñas y medianas empresas con visión a futuro.
Mira los siguientes ejemplos si estás interesado en generar ambientes más colaborativos en tu Pyme:
Ya hablamos de cómo las diferencias etarias entre las distintas generaciones del entorno laboral pueden dificultar la fluidez entre ellos a la hora de relacionarse y trabajar hacia los mismos objetivos. Por lo mismo, conocer a cada generación en profundidad permite conocer mejor a los trabajadores como individuos y como colectivo, facilitando así la gestión de equipo y la delegación de tareas.
La comunicación, por tanto, es extrapolable a varios niveles. Por ejemplo, a nivel de jefatura es necesario mantener una buena comunicación para conocer a tus colaboradores y para solucionar los distintos inconvenientes que puedan surgir. Pero también es necesario emplear un liderazgo que permita un proceso de entendimiento y respeto entre ellos.
El valor añadido del empleado es un claro beneficio para la empresa, y el hecho de que exista fluidez de comprensión y entendimiento entre todos los trabajadores es una manera de asegurar la consecución de objetivos y la posibilidad de superar diferentes obstáculos con facilidad.
Crea un manual o un diario mural en el que se expliciten las reglas básicas de convivencia. Así tus colaboradores podrán entender que el respeto y la colaboración se encuentran dentro de los valores básicos de tu emprendimiento.
Pon en marcha un buzón de sugerencias: dependiendo de tu estilo, puedes crear un buzón hecho a mano, un cuaderno o hacer algo tan simple como generar un archivo compartido en Google Drive en el que todos tus trabajadores puedan presentar sus ideas respecto a un tema.
Genera nuevos canales de comunicación: si las reuniones semanales no están funcionando, trata de generar instancias más relajadas en las que tus trabajadores puedan compartir sus opiniones. Ejemplo de esto son el "After Office" y los almuerzos en equipo.
Proporciona entrenamiento, la comunicación es una habilidad que debe ser aprendida y si notas que falla en alguno de tus colaboradores, podrías reunirte con él más seguido o generar actividades que fomenten las habilidades comunicativas orales del grupo.
Comparte tu visión de metas establecidas a largo y a corto plazo. Si tus trabajadores conocen claramente el objetivo, es más fácil que todos remen hacia el mismo lado, incluso desde sus diferentes formas de ver el contexto laboral.
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