Realmente es complejo que no existan errores al emprender un negocio en Chile o cualquier otra parte del mundo. Incluso, las más experimentadas corporaciones o grupos empresariales pueden equivocarse en determinados aspectos o puntos clave.
No obstante, si tenemos presente cuáles son los factores críticos y qué errores suelen cometerse podemos tener mayor control del proceso y desarrollarlo de la forma más efectiva y coherente posible.
Ante este escenario, hoy te traemos una lista de las 7 fallas más comunes que suelen cometer los emprendedores al iniciar un proyecto para que, por supuesto, te enfoques en evitarlas y superarlas.
¡Toma nota!
No debemos confundir un enfoque positivo al emprender con el optimismo desmedido en el presupuesto para iniciar las operaciones.
En ocasiones, los emprendedores aspiran a desarrollar robustos modelos de negocios con presupuestos que en realidad son modestos e, incluso, limitados.
Esto suele suceder porque olvidan incluir en sus planificaciones gastos variables y costos asociados a imprevistos, errores o determinadas dinámicas de mercado, como el incremento del valor de ciertos bienes, por ejemplo.
Para que no cometas este error, debes hacer un presupuesto de inicio amplio que contemple tantos gastos fijos como variables e imprevistos, en el que además dejes un pequeño “colchón” que sirva como fondo de emergencia.
Luego, jerarquiza muy bien las necesidades de tus proyectos y las inversiones que necesitas hacer para que realmente orientes tu dinero a áreas, acciones y aspectos que te brinden resultados concretos y que sean fundamentales para los primeros meses de operación.
Este punto va relacionado con el anterior: al no contemplar costos y gastos variables y de emergencia, los emprendedores confían demasiado en su presupuesto e inician sus proyectos con estructuras de costos muy elevadas, las cuales pueden resultar insostenibles.
Nóminas muy numerosas y exageradas de acuerdo a las necesidades operativas reales y arriendo de almacenes y espacios —que de inicio no serán aprovechados al máximo— son algunos de los costos altos que tienden asumir de forma errónea los emprendedores, comprometiendo la viabilidad financiera en los primeros meses.
Esta es la otra cara de la moneda en cuanto a errores al emprender. Mientras que el anterior está asociado al despilfarro del dinero, este se relaciona con una cultura de ahorro exagerada que impide al negocio consolidarse y adquirir ventajas competitivas.
Cuando se inician los proyectos con poco presupuesto, especialmente, es importante emplear luego las primeras ganancias para reinversión, mejorando determinados aspectos claves y supliendo falencias del proyecto para garantizar que este pueda resistir el paso del tiempo y ser verdaderamente viable.
Muchos emprendedores no se asignan salarios, sino que simplemente toman las ganancias de la empresa para uso personal. Esta acción dificulta el control de los gastos y evita que la organización pueda ahorrar e invertir.
Lo ideal es que desde el inicio establezcas un salario mensual para que esté contemplado dentro de la estructura de costos de las operaciones de tu emprendimiento, el cual además debe estar ajustado a las características financieras del negocio y a las proyecciones de beneficios.
Contar con que un nuevo negocio te dará decenas de millones de pesos de ganancias de la noche a la mañana puede ser muy riesgoso, ya que te llevará a tomar decisiones erróneas y a establecer gastos que más adelante no podrás cubrir.
Por ello, es importante que definas las expectativas de beneficios financieros —coherentemente— de acuerdo a los recursos invertidos, las características del mercado y la dinámica del entorno en general.
Este es otro error al emprender que muchas personas suelen cometer a raíz del gran esfuerzo financiero que representa crear y poner en marcha un negocio.
Si bien el crédito es una gran ayuda y no está mal utilizarlo, necesitas gestionarlo de forma organizada para no asumir cargas financieras que después tu empresa no pueda costear. Solo recibe a préstamo dinero que realmente necesites y evalúa aspectos como las posibilidades de amortización y los intereses para determinar la conveniencia de la oportunidad de crédito.
Algunos emprendedores de hoy comprenden la importancia de las tecnologías. Sin embargo, otros la dejan en un segundo lugar durante el comienzo de sus proyectos, pensando en la finalidad de ahorrar y economizar.
Lo cierto es que se trata de un aspecto clave desde el inicio de los proyectos, el cual no conviene sacrificar aunque cuentes con un presupuesto modesto.
De hecho, con el paso del tiempo la tecnología hace que las operaciones del proyecto de negocio sean menos costosas y, por lo tanto, agiliza y favorece el retorno de inversión.
Por ejemplo, un sistema de facturación electrónica te permitirá ahorrar de manera sustancial en insumos de impresión y papelería, ya que toda la gestión de Documentos Tributarios Electrónicos (DTE) será digital. También, significa la optimización de las hora-hombre, debido a la agilidad y practicidad proporcionada por la herramienta.
No olvides que en Chile la facturación electrónica es obligatoria, por lo cual necesitarás este tipo de softwares para operar de manera transparente y legal.
Ya que hablamos de aspectos legales, para concluir, debemos destacar la importancia de gestionar de forma minuciosa los diferentes pasos para registrar y crear una empresa desde el punto de vista jurídico, lo cual conlleva iniciar actividades en el Servicio de Impuestos Internos (SII) y sacar la patente comercial, entre otras tareas.
En este sentido, los contadores y abogados son profesionales que pueden ayudarte en estas etapas iniciales y de trámites de las que depende la viabilidad, estabilidad y transparencia del emprendimiento.
¡Eso es todo! Ahora, ya estás al tanto de las 7 fallas principales que debes evitar al emprender. Por supuesto, en caso de dudas es mejor que busques el asesoramiento de expertos para ayudar a despegar a tu negocio, desarrollarlo y mantenerlo en el tiempo.