A continuación encontrarás 5 ejemplos de plan de negocios pensados para emprendedores que quieren crear un plan aterrizado, entendible y útil para el día a día, no solo para mostrar a inversores.

Qué es un plan de negocios y por qué importa

Emprender en Chile sigue siendo una opción atractiva, pero también cada vez más exigente. 

De acuerdo con el Ministerio de Economía, solo en los primeros 10 meses de 2025 se han creado 185.399 empresas y sociedades en el país, 34.777 más que en igual período de 2024.

Esto significa más oportunidades, pero también más competencia, y un buen plan de negocios te ayuda a transformar una idea en un modelo concreto.

Un plan de negocios es un documento donde defines la misión de tu empresa, tus objetivos, la propuesta de valor, el modelo de ingresos y las proyecciones financieras que guiarán tu crecimiento.

Elaborar este tipo de planes ayuda a ordenar la información clave del proyecto, evaluar su viabilidad y planificar las fuentes de inversión necesarias para que el negocio despegue y se sostenga en el tiempo.​

Para una pyme chilena, el plan cumple tres roles centrales: orientar tu gestión diaria, facilitar trámites y acceso a programas de apoyo, y servir como carta de presentación ante bancos, fondos públicos y privados.

Por eso, antes de lanzarte a vender productos o servicios, vale la pena detenerse y crear un plan con una buena estructura y secciones claras.​

Si necesitas revisar en detalle las partes clásicas de este documento, puedes profundizar en este artículo sobre qué es y cómo se elabora un plan de negocios.

Partes básicas de un plan de negocios

Aunque existen muchas plantillas y modelos, la mayoría de los planes de negocios efectivos comparten ciertos elementos mínimos.

Entre ellos, destacan: resumen ejecutivo, descripción de la empresa, análisis de mercado, plan de marketing y ventas, plan de operaciones y plan financiero con proyecciones de ingresos, gastos y presupuesto.​

Lo más recomendable es que el plan incluya también objetivos claros, la propuesta de valor, el segmento de clientes al que apuntas y una evaluación de riesgos, ya que eso facilita la toma de decisiones y la postulación a instrumentos de apoyo.

No se trata de un documento para “guardar en el cajón”, sino de una guía viva que se revisa periódicamente a medida que tu emprendimiento avanza.​

1. Plan de negocios para servicios profesionales

En Chile, muchas pymes nacen como negocios de servicios profesionales: asesorías contables, diseño, marketing, consultorías, estudios jurídicos o pequeñas agencias.

En este tipo de empresa, el foco principal del plan debe estar en tu propuesta de valor, en la forma en que captarás clientes y en cómo controlarás tus gastos fijos (oficina, herramientas, suscripciones) para asegurar rentabilidad.​

Un ejemplo de plan para servicios profesionales puede organizarse así:

  • Resumen ejecutivo: quién eres, qué haces, a qué tipo de cliente ayudas y con qué resultados esperados.
  • Análisis de mercado: tamaño del mercado, principales competidores, tendencias de demanda en tu provincia o región y nichos poco atendidos.
  • Estrategias comerciales: canales de captación (redes, sitio web, referencias), pasos del proceso comercial, precios y tipos de servicios.
  • Plan financiero: proyecciones financieras de ingresos por servicio, gastos mensuales y punto de equilibrio.​

Un detalle clave en este modelo es mostrar con claridad cómo se traduce tu tiempo en ingresos y qué indicadores vigilarás (horas facturadas, ticket promedio, tasa de cierre de propuestas, etc.).

Si trabajas con herramientas digitales y software de gestión, conviene explicitarlo como parte de tu estrategia para ganar eficiencia y ofrecer un mejor servicio.​

2. Plan de negocios para tienda online (ecommerce)

El ecommerce sigue creciendo en Chile y es una puerta de entrada frecuente para emprendedores que quieren vender productos sin una tienda física.

En este caso, el plan debe poner énfasis en el análisis de mercado digital, el plan de marketing online y la logística de envíos, ya que esos elementos determinan la experiencia del cliente y los costos reales del negocio.​

Este ejemplo de plan podría estructurarse así:

  • Resumen ejecutivo: qué vendes (productos físicos o digitales), a quién, desde qué sitio web y con qué objetivo de ventas anual.
  • Análisis de mercado: competencia online, palabras clave relevantes, comportamiento de compra y preferencias de los consumidores chilenos.
  • Plan de marketing: estrategias en redes sociales, campañas pagadas, email marketing y contenidos para atraer tráfico orgánico.
  • Operaciones: proveedores, tiempos de entrega, política de devoluciones, costos de envíos y acuerdos logísticos.
  • Plan financiero: márgenes por producto, gastos de publicidad, comisiones de medios de pago y presupuesto mensual de operación.​

Aquí es útil incluir métricas propias del comercio electrónico, como el costo de adquisición de clientes, la tasa de conversión del sitio o el valor de vida del cliente, para que el plan de negocios funcione también como herramienta de evaluación continua.

Si ya cuentas con ventas anteriores, incluir datos históricos en el documento reforzará la confianza de posibles inversores y socios.​

3. Plan de negocios para comercio local físico

Las pymes como minimarkets, librerías, tiendas de ropa, ferreterías, siguen siendo una parte central del tejido económico chileno.

En estos casos, el plan de negocios debe dar mucho peso a la ubicación, al flujo de personas, al análisis de la competencia directa y a la gestión de inventario, porque de eso dependen la facturación y los costos.​

La estructura sugerida para este modelo incluye:

  • Descripción de la empresa: tipo de negocio, ubicación (comuna y provincia), público objetivo y horario de atención.
  • Análisis de mercado: estudios simples de tráfico peatonal, competidores cercanos, ticket promedio esperado y estacionalidad de la demanda.
  • Plan de marketing: promociones locales, alianzas con negocios vecinos, uso de redes sociales geolocalizadas y acciones para fidelizar clientes.
  • Operaciones: stock mínimo de productos, proveedores, frecuencia de reposición y organización del equipo.
  • Plan financiero: inversión inicial (arriendo, habilitación, mobiliario), gastos fijos mensuales y meta de ventas para alcanzar el punto de equilibrio.​

En este ejemplo de plan, conviene describir también los riesgos (cambios en el entorno, nuevas cadenas, variaciones de costos) y las estrategias para enfrentarlos, como diversificar productos o reforzar la presencia en canales digitales.

Así el documento se convierte en un mapa para la toma de decisiones, no solo en un requisito para un banco.​

4. Plan de negocios para startup digital o software

Las startups de base tecnológica (SaaS, plataformas, apps) requieren un plan de negocios diferente, más centrado en escalabilidad, métricas de uso y etapas de financiamiento.

Un esquema posible sería:

  • Resumen ejecutivo: misión del proyecto, problema que resuelves, solución propuesta y etapa actual (idea, prototipo, ventas).
  • Modelo de negocio: secciones que detallan segmento de clientes, canales, relaciones, fuentes de ingresos y actividades clave.
  • Estrategias de crecimiento: rutas de escalamiento, metas de usuarios, expansión a otras regiones o países y hoja de ruta de producto.
  • Plan financiero: proyecciones de ventas, inversión necesaria, flujo de caja esperado y escenarios de crecimiento.​​

En planes para startups suele haber más foco en la narrativa del emprendimiento y en la claridad de la propuesta de valor, porque los inversores quieren entender tanto el potencial del mercado como la capacidad del equipo.

5. Plan de negocios para pyme gastronómica

Restaurantes, cafeterías, foodtrucks y servicios de banquetería son ejemplos clásicos de pymes donde un plan financiero y operativo bien armado marca la diferencia.

Este tipo de empresas combina alta competencia, costos variables significativos y alta sensibilidad a la ubicación, por lo que un plan ordenado ayuda a evitar decisiones impulsivas.​

Un ejemplo de plan para gastronomía puede considerar:

  • Resumen ejecutivo: tipo de propuesta gastronómica, público objetivo y objetivo de ventas mensual.
  • Análisis de mercado: tendencias de consumo en la zona, oferta existente, ticket promedio, hábitos del público (almuerzos de oficina, turistas, familias).
  • Plan de marketing: presencia en redes, convenios con apps de delivery, estrategias de reputación online y reseñas.
  • Operaciones: rotación de mesas, turnos de personal, control de mermas y proveedores de insumos.
  • Plan financiero: desglose de gastos fijos y variables, inversión inicial, proyecciones financieras por temporada y decisiones de presupuesto.​

Aquí es especialmente importante incluir secciones de evaluación de riesgos sanitarios y de cumplimiento normativo, porque funcionan como respaldo frente a fiscalizaciones y ante potenciales socios o inversores.

Una lectura atenta de tu propio plan antes de abrir las puertas puede ahorrarte muchos problemas en etapas de crecimiento.​

Si aún estás afinando tu idea y quieres más alternativas, revisa estas ideas de negocio rentables para emprender en Chile y úsalas como base para tu propio plan.

Cómo adaptar estas plantillas a tu pyme

Los 5 ejemplos de plan de negocios anteriores funcionan como plantillas conceptuales que debes adaptar a la realidad de tu pyme, considerando tamaño, rubro, provincia, recursos humanos y nivel de formalización.

No es lo mismo un emprendimiento que recién está probando su idea que una empresa con varios años de trayectoria y ventas consolidadas.​

Una buena práctica es comenzar con una primera versión sencilla del plan, escrita en lenguaje claro, y luego ir agregando elementos más técnicos a medida que cuentas con más datos de mercado y de desempeño real.

También es recomendable revisar y actualizar el documento al menos una vez al año, o cada vez que cambien tus objetivos, estrategias o contexto de mercado.​

Si quieres entender los pasos para emprender, puedes leer este artículo sobre cómo emprender un negocio en Chile.

Errores comunes al hacer un plan de negocios (y cómo evitarlos)

Muchos emprendedores caen en los mismos errores:

  • Copiar plantillas genéricas sin adaptarlas.
  • Inflar ventas y subestimar gastos.
  • No revisar el plan después de creado.
  • Pensar que el plan es solo un trámite.

Un buen consejo es tratar el plan como una guía viva, no como un archivo que se guarda y no se vuelve a leer.

Herramientas y recursos para crear tu plan

Para crear un plan sólido no es necesario partir desde cero: existen guías, instrumentos de apoyo y recursos gratuitos desarrollados por organismos públicos y privados.

El SII, por ejemplo, dispone de una Guía que entrega consejos sobre formalización, obligaciones iniciales e información clave para iniciar actividades.

Además de estos recursos, usar una herramienta de gestión te ayuda a conectar el plan con la realidad financiera de tu negocio: desde el registro de ingresos y gastos hasta la evaluación de rentabilidad por productos o líneas de negocio.

En el blog de Nubox encontrarás contenidos complementarios, no solo sobre planes de negocios, sino también sobre contabilidad y cómo emprender un negocio en Chile, que puedes usar como lectura de apoyo mientras vas avanzando en tu propio plan.​

Cómo puede ayudarte Nubox

Un plan bien escrito es solo el primer paso; lo que marca la diferencia es cómo lo ejecutas y qué tan bien controlas tus números en el tiempo.

Plataformas como Nubox están pensadas para que emprendedores y empresas chilenas puedan llevar el control de facturación, remuneraciones y contabilidad desde un solo lugar, conectándose con el SII y bancos para automatizar procesos y reducir errores.​

Al usar un software de este tipo, es más fácil comparar lo que definiste en el plan financiero con lo que realmente está ocurriendo mes a mes, ajustar tu presupuesto y tomar decisiones informadas sobre inversión, crecimiento y nuevas estrategias.

Así, tu plan deja de ser solo contenido estático y se transforma en una herramienta viva que acompaña el éxito de tu emprendimiento en cada etapa.​