Las entrevistas de trabajo son situaciones de alto estrés y tensión que tendemos a ver y entender desde el punto de vista de quien asiste en busca de un trabajo, pero pocas veces se habla sobre la perspectiva del reclutador.

El rol de entrevistador suele parecer más fácil y llevadero, pero la verdad es que es complejo y requiere de mucha preparación para poder hallar el talento humano que estás buscando.

Si estás buscando contratar y quieres descubrir las mejores prácticas para hacer entrevistas de trabajo, ¡este artículo es ideal para ti!

Revisar la descripción del cargo

Para sentirte más a gusto en tu rol de entrevistador, te aconsejamos revisar muy bien la descripción del cargo al cual estarán postulando los candidatos.

Luego, imagina al candidato ideal según tu criterio, descríbelo conforme a las funciones que deberá desempeñar, cómo quieres aprovechar su talento, y las expectativas del cargo. Así, ya tendrás definidas las principales características que buscas en las personas que se someterán a tu juicio y percepción.

Hacer esta simple revisión te ayudará a definir el perfil profesional que buscas, las preguntas a realizar y a sentir comodidad en un papel que no es fácil.

Si eres la cabeza de tu equipo y buscas incorporar un nuevo talento a este, la elección tiene impacto directo en el éxito de todo un grupo de personas que tú comandas.

Comunicar la misión y la cultura de tu empresa

Es importante que entiendas que, en tu rol de entrevistador, representas el espíritu de la empresa para la cual trabajas y ahora intentas reclutar al candidato ideal no solo para el cargo, sino que además se adapte a la cultura y formas de gestión de su nueva compañía.

En esta parte introductoria de las entrevistas de trabajo debes expresarte con claridad sobre el proceso de selección para el cargo en cuestión, la remuneración ofrecida en relación a la carga de trabajo, responsabilidades y horarios. Además, es una excelente oportunidad para resaltar los beneficios de trabajar ahí en términos económicos y humanos.

Revisar con detalle la historia laboral del entrevistado

Al leer los curriculum vitae de los candidatos podrás determinar si cada uno de ellos merece ser consultado sobre un tema en particular relacionado con el cargo al que postulan.

Si buscas a alguien que continúe la línea actual de tu equipo, esta revisión será una especie de filtro, ayudándote a definir previo a las entrevistas con quién debes ser más incisivo en las preguntas.

Si quieres darle aire fresco al grupo, deberás prestar atención a aquellos candidatos que salgan del estándar de contratación usado en otras oportunidades.

 

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Construir el cuestionario para los candidatos

La calidad de las preguntas, su pertinencia y orden ayudan mucho a generar una entrevista de trabajo que cumpla con el objetivo principal de ayudarte a encontrar al candidato ideal.

Una excelente forma de iniciar tus entrevistas de trabajo es medir el nivel de conciencia de sí mismo que tiene el entrevistado. Para lograrlo, puedes hacer enunciados como el siguiente: “Cuéntame sobre tu trayectoria. ¿Qué cargos has desempeñado y cuáles han sido tus desafíos mientras realizabas esa tarea?”.

Puedes preguntar si hay características profesionales y personales que ha modificado en función de su trabajo, si siente que ha progresado y —desde esa perspectiva— ver en qué destaca sobre otros “posibles” candidatos. Siempre es bueno que los candidatos hablen de sus fortalezas y debilidades, pues eso te dará un parámetro sobre su comportamiento en el trabajo.

Con esta introducción, ya puedes pasar a preguntar sobre el tiempo que demora en tal o cual tarea, en adaptarse al cargo y a la cultura de la empresa. En esta parte del cuestionario, es bueno conocer a quien tenemos en frente en términos profesionales.

La comunicación efectiva dentro de los equipos de trabajo es uno de los pilares para el éxito de su gestión, por lo que hacer preguntas sobre cómo toma las críticas en lo relativo a su desempeño profesional y si prefiere una retroalimentación continua o más espaciada de sus superiores, es importante a la hora de incorporar a alguien nuevo a cualquier equipo de trabajo.

De esta manera, podrás reconocer el carácter de los candidatos y, posiblemente, cómo deberás realizar tu rol en la jefatura o como mentor, si corresponde.

Finalmente, puedes preguntar cómo es su trabajo actual, por qué busca un cambio y qué espera de este nuevo empleo.

Evita las preguntas de carácter personal —algunas de ellas son ilegales y te recomendamos asesoría en esta área— a menos que sean estrictamente necesarias para temas administrativos, como si tiene una familia o a otras personas a su cargo.

Recuerda que no se trata de un concurso de simpatía, sino de aptitudes prácticas y profesionales, sin olvidar jamás el perfil que delineaste sobre tu candidato ideal. 

Encontrar un lugar cómodo para entrevistas de trabajo

Antes de partir con el proceso de entrevistas de trabajo, te recomendamos tomar un tiempo para relajarte, respirar y repasar el cuestionario a aplicar. Familiarízate con el espacio donde entrevistarás a los candidatos, pues esto hará que te sientas más cómodo durante el proceso.

Haz los arreglos que estimes convenientes para que el proceso se desarrolle en la más serena de las atmósferas. Si el ambiente es templado y quien dirige el proceso también transmite tranquilidad, podrás sacar una mayor ventaja del proceso de selección.

Lo mejor para lograr este ambiente es reservar una oficina que no tenga uso o una sala de conferencias. No te recomendamos hacerlo en espacios pequeños como cubículos o lugares con mucho movimiento de personas.

Ten una mesa desocupada para que puedas anotar y para que tu candidato se pueda acomodar a gusto. Pon tu teléfono móvil en silencio, pide lo mismo al entrevistado y da aviso para que no existan interrupciones.

Identificar prejuicios que puedan interferir en el proceso

El factor humano es decisivo en un proceso de reclutamiento de nuevos talentos para tu empresa o equipo de trabajo. Como humanos, no estamos libres de las subjetividades al percibir a otras personas, por lo que consideramos que es bueno revisarse a sí mismo previo al inicio del proceso.

Los prejuicios o concepciones erróneas suelen manifestarse en contextos laborales. Como dijimos antes, no es un concurso de quien te es más simpático. Para que tu subconsciente influya lo menos posible, puedes identificar tus prejuicios usando tests académicos o participando en estudios que buscan identificar creencias y comportamientos sociales.

Además, ten cuidado con aquella información que sea irrelevante. En cada conversación que sostenemos en lo cotidiano, se comparte información que termina siendo ruido. Esto también sucede en las entrevistas laborales e interfieren diferentes códigos; el ejemplo más claro de esto son los códigos de vestimenta.

Si en tu empresa tienen una política más conservadora o liberal frente a este tópico, ese es el criterio que debes usar al evaluar a los candidatos, no tu gusto personal.

No contratarte a ti mismo

Puede parecer mentira, pero muchos reclutadores reconocen haberse elegido a sí mismos cuando comenzaban en el área de recursos humanos. No pierdas el impulso que puede darte algo de diversidad en el equipo solo por pensar que alguien más parecido a ti tendría un mejor cometido en el puesto.

Además de tomar en cuenta estas buenas prácticas, queremos destacar algo muy importante antes de terminar: si dentro de la misma entrevista defines que un candidato simplemente no es para el puesto, entrégale una crítica constructiva mediante aclaración de aptitudes y qué puede mejorar para volver a postular a este o cualquier trabajo.

No dejes a los candidatos rechazados sin respuestas. Recuerda: representas a tu empresa y es importante que des muestras de profesionalismo y objetividad.

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