La NIC 36 actualizada es la norma internacional que establece las pautas para contabilizar el deterioro de activo entendido como las mermas en los importes de los bienes de un ente económico.
En su párrafo 1 se establece que, si el valor de un activo se encuentra contabilizado por encima de su importe recuperable, está deteriorado. Por consiguiente, según el párrafo 60, la entidad económica debe reconocer la pérdida en el estado de resultados del período. La organización debe prestar especial atención a las señales o indicios de detrimento de un bien.
El párrafo 9 señala que, al cierre del balance, la entidad debe evaluar si existen señales o indicios de deterioro de activos. De encontrarlos, tiene que estimar el importe recuperable del bien.
Para identificar las mermas de valor y determinar la pérdida por deterioro acumulado de activos fijos, intangibles y demás bienes ubicados dentro del alcance de la norma, tienes que prestar atención a los siguientes indicios reseñados claramente en el párrafo 12 de la norma:
Para un entendimiento mayor de las señales, considera lo siguiente como un ejemplo de deterioro de activos fijos:
La máquina adquirida por una empresa X por importe de 380 millones de pesos, con una vida útil de 7 años, que a los 24 meses sufre una devaluación más allá de la esperada (depreciación lineal) producto de la aparición de una nueva tecnología más eficaz y que no está generando un 10% menos de la producción proyectada.
Si encuentras señales de deterioro debes proceder a estimar el importe recuperable del bien. Esto con el fin de cumplir con las regulaciones de las NIIF y garantizar la transparencia ante los stakeholders y entes de control. Por supuesto, también tienes que reconocer en la contabilidad la pérdida por deterioro acumulado de activos fijos, intangibles y los demás que identifiques.
Al respecto, la NIC 36 actualizada define el importe recuperable de un activo o una UGE como “el mayor entre su valor razonable menos los costes de disposición y el valor de uso. No siempre es necesario estimar ambos importes, porque si cualquiera de ellos excede el valor en libros del activo no existe deterioro”.
Sin embargo, según el Módulo 27 de las NIIF para Pymes, “la presencia de indicadores de deterioro del valor no siempre conducirá al reconocimiento de una pérdida por deterioro (gasto). Por ejemplo, si bien un aumento en las tasas de interés puede ser un indicador útil, puede que no derive en el deterioro del valor si la tasa de rendimiento del activo de una entidad no es afectada por el cambio en las tasas de mercado”
El monitoreo de indicios de deterioro de activos es un factor de gestión clave para administrar de forma más eficiente los bienes y lograr la transparencia.
Implementar y diseñar políticas, procedimientos, guías y criterios de control interno resulta fundamental para identificar probables deterioros de activos antes de que se presenten y generar las respectivas alertas, todo con el fin de tomar las acciones necesarias para revertir el hecho o disminuir su impacto.
Volviendo al ejemplo de deterioro de activos fijos, un buen control interno habría ayudado a identificar oportunamente la drástica devaluación o las mermas en el rendimiento productivo, dándole a la gerencia la posibilidad de tomar acciones correctivas (como la venta de la máquina) antes de que sufriera una merma de valor tan alta.