Las propinas son un monto de dinero que hoy debes considerar al momento de ser atendido de manera personalizada, ya que muchos rubros han ampliado esta acción.
Esto deja atrás la entrega de propinas solo a garzones que atendían en pubs, cafeterías o restaurantes. De hecho, este dinero era solicitado mayormente por las personas que atendían en el rubro de la gastronomía.
Si quieres conocer: ¿Qué ha pasado con la Ley de Propinas en Chile?
¡Continúa leyendo! Aquí te lo contaremos todo.
Las propinas son una cantidad de dinero que se entrega en forma adicional al monto total del servicio entregado, en algún comercio que cuente con este tipo de modalidad.
Ahora bien, como contador, seguro en algún momento te has preguntado qué ha ocurrido con la Ley de propinas en Chile. Es por eso que acá te contaremos algunos puntos importantes de esta normativa, los cuales debes tener presente.
En cada cuenta de consumo, el monto correspondiente a una propina es una “cifra sugerida” que debe ser al menos de un 10%. Si bien es un monto voluntario que el cliente decide si da o no, este no constituye un tributo. Sin embargo, es obligación del empleador “Empresa” “sugerir” en la cuenta el equivalente a un 10% del total del consumo, monto que el cliente deberá pagar, salvo que éste manifieste su voluntad en contrario.
Esto ocurre en mayor medida en los establecimientos que atienden público a través de garzones, ya sean restaurantes, pubs, bares, cafeterías, discotecas, fondas y similares.
Dicho esto, el monto sugerido deberá estar estipulado en la cuenta, según lo establece la Ley Nº 20.729, de 04.03.2014. Esto quedó normado en el artículo 64 del Código del Trabajo.
La Ley de Propinas en Chile es bastante clara con relación a este tema. Como mencionamos anteriormente, el monto se entrega de manera voluntaria por parte del consumidor, por lo cual él mismo decide si lo entrega o no al momento de pagar la cuenta.
Hoy en día, una propina puede ser “Sugerida” de un 10%. Sin embargo, un consumidor puede optar por la entrega de un monto menor o simplemente no agregar si considera que no corresponde.
Sí, los trabajadores tienen derecho a recibir todo el pago de la propina, sin perjuicio de decidir compartirla entre todos, para obtener un equivalente entre los que no hayan recibido propinas.
Estos mecanismos ya dependen de cada trabajador, si desean repartirlas entre aquellos que no reciben este tipo de incentivo por parte de un cliente, y/o otras que hayan recibido menos.
Pero, en ningún caso, el empleador se podrá quedar con los montos recibidos por concepto de propinas.
Sí. Los trabajadores tienen derecho a recibir todos los montos recibidos por concepto de propina, donde estos podrán ser pagados de la siguiente manera:
Y como se menciona anteriormente, el empleador nunca podrá quedarse con dichos montos. Siempre deberá entregar la propina de forma íntegra a los trabajadores y no podrá realizar descuentos de ninguna naturaleza sobre ese pago en sus remuneraciones. Este tampoco tiene derecho en distribuir las propinas, ya que esta facultad recae sólo en los trabajadores que las reciben por parte del cliente.
Cabe señalar que la Dirección del Trabajo indica en cuanto al pago de este monto:
“La Ley 20.918, ha incorporado al artículo 64 del Código del Trabajo los nuevos incisos segundo, tercero y cuarto, estableciendo el derecho de los trabajadores a percibir las propinas cualquiera sea la forma de pago del cliente, no pudiendo el empleador efectuar descuento alguno por tal concepto, así como tampoco puede intervenir en la modalidad de distribución que utilicen los trabajadores para su repartición, debiendo consignarse que en caso de ser pagadas las propinas mediante sistema de tarjetas el empleador debe cancelarlas al trabajador en un plazo máximo de siete (7) días hábiles desde que fueron pagadas por el cliente. En estos casos, el empleador debe entregar al trabajador copia del vale o comprobante en que conste la cantidad total pagada y el valor del servicio o producto adquirido. Tratándose de eventos especiales organizados por el empleador y que sean pagados con posterioridad a su celebración, este plazo se extenderá hasta la fecha de pago de la respectiva factura, cuando la propina esté incorporada a ella.
Si las propinas no son pagadas en efectivo, los plazos señalados pueden extenderse excepcionalmente cuando, producto del aislamiento geográfico de la zona en que se encuentre el establecimiento, unido ello a la falta de medios electrónicos de pago, no sea posible entregar las propinas en el tiempo establecido.”
Las propinas recibidas deben ser registradas como ingresos no operacionales en los libros contables de la empresa. Esto es crucial para mantener la transparencia y cumplir con las normativas tributarias. A continuación se detallan algunos puntos importantes:
Una empresa de restauración que recibe propinas a través de tarjetas de crédito debe asegurarse de que estos montos se registren en una cuenta específica de ingresos no operacionales y se entreguen íntegramente a los empleados dentro del plazo estipulado por la ley.
En el sector de la hospitalidad y la restauración, las propinas son una práctica bien establecida y regulada.
Los restaurantes, bares, cafeterías y similares están obligados a sugerir un 10% del consumo total como propina, la cual se distribuye íntegramente entre los trabajadores. La normativa asegura que estos montos no sean considerados como parte de la remuneración imponible, protegiendo así los derechos laborales y tributarios de los empleados.
En el sector del turismo y transporte, las propinas también juegan un papel significativo. Guías turísticos, conductores de servicios de traslado y otros profesionales del turismo a menudo dependen de las propinas como una parte importante de sus ingresos. Aunque la ley no obliga a sugerir un porcentaje específico, es común que los clientes otorguen propinas como reconocimiento por un buen servicio.
En este sector, la transparencia en la distribución de las propinas es crucial para mantener la motivación y equidad entre los trabajadores.
El sector salud presenta un escenario más complejo. En general, las propinas no son comunes y a menudo son inapropiadas debido a las normativas éticas y legales.
Los profesionales de la salud, como médicos y enfermeros, no suelen recibir propinas, ya que sus servicios están regulados bajo estándares estrictos de ética profesional. Sin embargo, personal de apoyo como asistentes o cuidadores pueden recibir propinas en ciertos contextos, aunque esto debe manejarse con cuidado para evitar conflictos de interés o malinterpretaciones éticas.
En el comercio minorista, las propinas no son habituales, pero existen excepciones. Servicios personalizados dentro del retail, como estilistas personales, asesores de moda o técnicos especializados, pueden recibir propinas por un servicio excepcional.
En estos casos, es importante que las empresas tengan políticas claras para la gestión de estas propinas, asegurando que sean tratadas como ingresos no operacionales y no se confundan con las remuneraciones de los empleados.
En servicios profesionales como consultorías, asesorías financieras o servicios jurídicos, las propinas son raras. Sin embargo, en situaciones donde se brinda un servicio altamente personalizado y se establece una relación cercana con el cliente, podría haber casos de propinas.
Estos deben manejarse con transparencia y ajustarse a las políticas internas de la empresa para evitar cualquier percepción de conflicto de interés.
Las estaciones de servicio y expendio de combustibles son un rubro donde las propinas son menos formales pero cada vez más comunes. Los empleados que proporcionan servicios adicionales, como la limpieza de parabrisas o chequeo de niveles de aceite, a menudo reciben propinas.
En estos casos, aunque no existe la obligación de sugerir un porcentaje, es crucial que las empresas permitan que las propinas se paguen a través de medios electrónicos cuando sea posible, asegurando así la trazabilidad y transparencia.
Cada sector debe adaptar sus políticas de propinas de acuerdo con las normativas legales y las expectativas de los clientes. La correcta administración y registro de las propinas no solo garantizan el cumplimiento legal, sino que también promueven una cultura de transparencia y equidad en el lugar de trabajo.
Las empresas deben estar atentas a las particularidades de su rubro para manejar de manera adecuada estos ingresos adicionales, beneficiando tanto a los empleados como a la organización en su conjunto.
Es importante considerar siempre el marco normativo para las propinas, ya que estas las mismas se han ido ampliando a distintos rubros.
Hoy en día encontramos más rubros que reciben propinas, como por ejemplo: turismo, transporte, comercios, entre otros. Además, las formas en que se destina la propina en los pagos también podrían variar.
Frente a estos datos, te dejamos a disposición las siguientes normativas:
Importante: todo esto aplica solo a establecimientos con atención al público.
El Servicio de Impuestos Internos (SII) y la Dirección del Trabajo (DT) de Chile son las entidades encargadas de supervisar el cumplimiento de las regulaciones sobre propinas.
Las empresas que no cumplan con estas normativas pueden enfrentarse a multas y sanciones. Por ejemplo, si una empresa no sugiere el porcentaje de propina establecido por la ley en los recibos de consumo, puede ser sancionada por incumplimiento de la Ley Nº 20.729. Las multas pueden variar dependiendo de la gravedad y recurrencia de la infracción.
El manejo inadecuado de las propinas puede deteriorar la relación entre empleadores y empleados. Si los trabajadores sienten que no están recibiendo las propinas de manera justa o que sus ingresos adicionales no están siendo administrados correctamente, esto puede generar desconfianza y desmotivación.
En sectores donde las propinas representan una parte significativa del ingreso, la falta de transparencia puede llevar a un alto índice de rotación de personal y a un ambiente laboral negativo.
Los empleados que consideren que sus derechos han sido vulnerados en cuanto a la recepción de propinas pueden presentar reclamaciones ante la Dirección del Trabajo. Esto puede resultar en investigaciones formales y litigios, lo cual no solo es costoso y consume tiempo, sino que también puede dañar la reputación de la empresa. Las disputas legales pueden afectar la moral del equipo y distraer a la empresa de sus operaciones principales.
Los clientes también juegan un papel importante en la dinámica de las propinas. Si una empresa es conocida por no gestionar correctamente las propinas o por no entregarlas íntegramente a los empleados, puede perder la confianza y lealtad de sus clientes.
La percepción negativa de los consumidores puede traducirse en una disminución de la clientela y, en última instancia, en una reducción de los ingresos.
Las empresas que no cumplen con las normativas sobre propinas pueden ser objeto de auditorías y revisiones fiscales más rigurosas por parte del SII. Estas auditorías pueden resultar en la identificación de irregularidades no solo en la gestión de las propinas, sino también en otros aspectos contables y fiscales.
Las revisiones detalladas pueden llevar a ajustes tributarios significativos y a la imposición de intereses y recargos sobre impuestos no pagados correctamente.
El incumplimiento de las regulaciones sobre propinas también tiene implicaciones éticas. Las empresas tienen la responsabilidad de tratar a sus empleados de manera justa y equitativa.
La correcta administración de las propinas es una muestra de respeto hacia los trabajadores y de compromiso con prácticas empresariales responsables. Ignorar estas normativas puede afectar la imagen de la empresa ante la comunidad y otros stakeholders, incluyendo inversores y socios comerciales.
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