La mayoría de emprendimientos se ponen en marcha con recursos limitados, por lo que el ahorro constituye una de sus principales armas de combate en el mercado. Y eso está bien. Pero el contador es uno de esos recursos de los cuales no se puede prescindir antes de dar el primer paso, ni durante las fases de desarrollo de la empresa.
Además de que es el profesional encargado de hacer los asientos de apertura, indispensables a la hora de iniciar cualquier actividad económica, existen varias razones de peso que justifican su contratación desde el primer día para tu pyme. ¡Toma nota!
Te brinda asistencia en el desarrollo del Plan de Negocios
Toda buena empresa inicia con un plan de negocios coherente. Y si has desarrollado alguno, debes saber que elaborar la sección financiera es algo complicado y de no ser acertada dificulta el financiamiento.
En este orden de ideas, el contador es el profesional indicado para apoyarte en la contabilidad de tu empresa. Él puede desarrollar con precisión las proyecciones financieras (generalmente a 5 años) y el correspondiente estado de resultados.
A su vez, también tiene los conocimientos necesarios para establecer correctamente el punto de equilibrio y el ROI, e incluso te puede prestar apoyo en la planificación de operaciones, a fin de que éstas sean lo más económicas y rentables posible.
Te asesora en la constitución de la empresa
Constituir una pyme o cualquier tipo de negocio va mucho más allá de la elección de un buen nombre, el arriendo de una oficina y la apertura al público.
Antes de ello debes, entre muchas cosas más, decidir cuál es el tipo de empresa que más te conviene (Sociedad Por Acciones, Sociedad Anónima, Responsabilidad Limitada, EIRL, etc.), preparar una minuta de constitución, hacer la apertura de libros societarios y contables, y elegir el régimen tributario que más se adecue a las características específicas de tu pyme.
Un contador es el profesional idóneo para asesorarte en todo este trámite y toma de decisiones. Esto te permitirá dar los primeros pasos sobre terreno sólido y evitarte a futuro sorpresas de mal gusto, como los pagos adicionales por concepto de multas, intereses y omisiones.
Es indispensable en la puesta en marcha
La función principal de la contabilidad es suministrar información útil, oportuna y confiable para la toma de decisiones en los campos financiero, tributario y legal de la empresa.
Por lo tanto, contar con los servicios de un contador es clave desde un inicio; por lo menos si tienes objetivos de crecimiento claros y no quieres operar en medio de la incertidumbre administrativa, que casi siempre dirige los negocios a la quiebra o al estancamiento.
Te libera de tiempo y obligaciones
Por lo general, todo emprendimiento -especialmente cuando cuenta con recursos económicos muy limitados- requiere del apoyo activo de sus fundadores en muchas áreas operativas y administrativas. Pero la contabilidad es caso aparte, y suele demandar de conocimientos muy específicos y una cantidad importante de tiempo.
Si te dedicas a llevar las tareas contables de tu pyme, perderás demasiado tiempo que puedes invertir en la ejecución de tareas en las que eres experto y en la búsqueda de nuevos clientes. Por lo tanto, el contador se hace indispensable desde un principio.
Aunque su falta de inclusión en la nómina pudiera parecer un ahorro, lo cierto es que en el mediano plazo no contar con sus servicios genera un gasto mayor representado en el tiempo que inviertes haciendo sus tareas y enmendando los errores que puedas cometer producto de tu falta de conocimientos contables.
Te ayuda a reducir el monto de tus obligaciones fiscales sin caer en la evasión o la elusión
Toda pyme debe pagar impuestos desde el primer año de ejercicio, viendo afectada su rentabilidad e incluso su liquidez y costos de financiamiento. Pero evadirlos no es una opción legal y la elusión, aunque usa estrategias legítimas para reducir su costo, es considerada poco ética e incluso es rechazada por algunos sectores de la sociedad.
Sin embargo, lo que sí puedes ejecutar a rienda suelta es una debida e inteligente planeación tributaria, entendida como la planificación realizada por el contribuyente para aprovechar los beneficios tributarios contemplados en la legislación.
En esto son expertos los contadores, que no buscarán vacíos en la ley para eludir impuestos o artimañas populares para terminar evadiéndolos, sino facilidades estrictamente legales para que, al cierre fiscal, el valor de las obligaciones fiscales de la pyme afecte lo más mínimo posible su flujo de caja.
Facilita el acceso al financiamiento
Tanto inversionistas como entidades financieras evalúan la contabilidad de las empresas a la hora de pensar en financiar sus proyectos.
Por eso, es fundamental que toda pyme tenga un contador desde el principio, capacitado para generar los informes financieros y balances que den fe de la salud económica y financiera del negocio, así como de su responsabilidad fiscal y estado de situación patrimonial.
Por lo demás, puedes cotejar, en cualquier momento, el asiento contable de apertura y los registros e informes realizados por el contador durante su ejercicio, a fin de realizar análisis gerenciales enfocados a determinar el nivel de crecimiento del negocio, monitorear su marcha y detectar falencias a corregir.
En las primeras fases de tu emprendimiento, lo más recomendables es que contrates un contador externo para reducir los costos. Pero en el momento en el que el negocio se consolide y empiece a crecer, es importante que contrates un profesional de planta, que se constituya en un asesor a tiempo completo en la toma de decisiones relevantes para el futuro del negocio.