En tiempos de bonanza, paz y tranquilidad, un líder —en cualquier área— tiene tareas y metas simples de cumplir: motivar a los colaboradores para mantener una producción estable y satisfacer las necesidades de los clientes.
Cuando los buenos tiempos pasan y las crisis se hacen sentir - como la que vivimos actualmente producto del impacto del COVID-19- debe surgir un nuevo tipo de liderazgo empresarial con personas que no solo se preocupen de las ganancias, sino también de lo que está detrás de ellas para sostener la estructura de sus negocios sin afectar a sus trabajadores.
Si existe un rasgo que distinguirá a un buen líder de un pésimo jefe será su capacidad de reacción, decisión y orientación cuando el escenario social y económico se pone cuesta arriba.
¿Quieres saber cómo lograr un liderazgo empresarial que esté a la altura en tiempos de crisis? Ahora mismo te contamos las buenas prácticas para ello. ¡Presta atención!
Demuestra preocupación sincera por las personas
Los grandes líderes se preocupan por sus colaboradores como personas primero y después en su rol de trabajadores.
Esa distinción puede no ser apreciada durante una jornada laboral cualquiera, pero se vuelve una característica importante para tener y desarrollar cuando se enfrenta una crisis.
El nuevo tipo de liderazgo empresarial cuenta con la capacidad de empatizar y preocuparse genuinamente por la situación que viva cualquier persona que trabaje en la empresa, incluido su entorno familiar inmediato. Gracias a esto, se asegura la construcción de un puente entre la gerencia y los trabajadores, el cual se levanta a base de confianza y tiene varias jefaturas intermedias que procurarán mantener el balance entre las metas económicas de la empresa y el bienestar de quienes trabajan ahí.
Cuando los altos cargos no desarrollan esas relaciones con quienes son el motor productivo del negocio, esa actitud tiene el mismo efecto que una inversión mal hecha debido a que no se podrá desarrollar el compromiso con la visión y misión de la empresa por parte de los trabajadores, lo que puede repercutir en las metas económicas planteadas.
Un líder no puede ser una isla: debe intentar crear un sistema interconectado y muy sincronizado para que la crisis no destruya los cimientos del negocio.
Adapta el liderazgo empresarial
Las personas que toman decisiones al interior de una organización deben adaptarse a los nuevos escenarios -por ejemplo, el teletrabajo- más rápido que el resto del equipo del cual son parte y definir acciones sobre la marcha, cuidando que estas sean adecuadas a la situación y mantengan un buen clima laboral: si no tienes un clima laboral estable, puedes padecer de una producción inestable.
Para liderar se debe echar mano a herramientas que tienen que ver más con transparencia y consistencia para tomar medidas capaces de crear estabilidad en el entorno y seguir prestando servicios de calidad, pese al golpe que nos ha pegado este cambio que ha perturbado el diario vivir.
Un líder empresarial adaptable desarrolla habilidades para detectar y ayudar a liberar el potencial de las personas que trabajan bajo su mando, moviliza la sabiduría colectiva —como se solía hacer con los oficios informarles— y lidera soluciones transformadoras en colaboración con sus dependientes, impulsando así el cambio que necesitan para poder sobrevivir a la crisis que enfrenten sin importar su naturaleza.
Ten cuidado con el exceso de confianza
Un líder demasiado confiado puede no visualizar ciertas cualidades necesarias en un equipo, entre ellas un liderazgo empresarial en nacimiento en alguno de los nuevos trabajadores.
El exceso de confianza de ciertos ejecutivos a cargo de grandes equipos es unos de los culpables del fracaso de empresas en todo el mundo y de muchas de las dificultades financieras que atraviesan las organizaciones.
La confianza en sí misma juega un rol que es importante para ejercer un liderazgo empresarial constructivo y fructífero en tiempos de crisis: cuando las jefaturas encuentran el equilibrio y entienden sus debilidades y fortalezas, es más fácil poder superar momentos complejos como los que nos presenta una crisis económica a nivel mundial.
Invierte en capacitación para crisis
Algo que no será una pérdida de dinero será invertir en clases de liderazgo y cómo gestionar el trabajo en tiempos complejos.
En este sentido, considera las posiciones claves y a las personas que ejercen esos cargos, ya que puede que quienes funcionaron en circunstancias comunes no sean buenos líderes durante una crisis porque no se encuentran capacitados. Sin embargo, los momentos de crisis revelan a líderes ocultos en cada equipo de trabajo.
Una vez que pase la primera urgencia puedes recuperar el aliento para luego evaluar quién estuvo a la altura de las circunstancias y cuál fue la calidad de su desempeño, pues quizás ahí tengas una nueva semilla de liderazgo empresarial lista para una oportunidad de crecimiento y desarrollo.
Asimismo, esta evaluación te permitirá identificar puntos a mejorar de tu propia gestión y la de los otros líderes de la organización para la cual trabajas.
Toma decisiones con rapidez en lugar de precisión
La situación está cambiando a diario y cada hora puede implicar que tengas que plantear una nueva modificación en tu estrategia de manejo de crisis.
Efectivamente, los mejores líderes procesan la información disponible rápido para determinar las prioridades y tomar decisiones con convicción.
Si bien durante una crisis se hace muy difícil razonar debido a que muchas veces la información que recibes está incompleta y los intereses y prioridades pueden no concordar con las circunstancias, eso no significa que no puedas transformar este enorme desafío en una oportunidad para gestionar la parte operacional del trabajo a una mayor velocidad para facilitar el manejo emocional del ambiente laboral.
Después podrás preocuparte de los ajustes de precisión referente a las rápidas decisiones que hayas tomado.
Identifica prioridades, defínelas y aprende a comunicarlas
Cuando enfrentamos una crisis, las principales preocupaciones en el mundo de los negocios suelen ser las mismas entre los emprendedores, como la seguridad y cuidado de los funcionarios, la liquidez de la empresa, la atención al cliente y la continuidad de las operaciones.
Una vez identificadas las prioridades debes documentarlas para comunicarlas de manera efectiva y asegurar que quienes estén a cargo de las decisiones por sobre nosotros se alineen a la realidad y necesidad durante la contingencia.
¡Sigue estos consejos y estarás a la altura de un buen liderazgo empresarial en tiempos de crisis!