El artículo 7 del Código del Trabajo, define el contrato de trabajo como un “acuerdo entre el trabajador y el empleador, por el cual el primero se compromete a prestar servicios personales bajo subordinación y dependencia de un empleador, quien se compromete a pagar una remuneración por los servicios prestados”.
En pocas palabras, se trata de un documento legal que formaliza la relación laboral y establece los derechos y obligaciones de ambas partes.
Este documento debe ser firmado en dos ejemplares, uno para cada parte, y el empleador tiene la obligación de inscribir el contrato de trabajo, así como cualquier modificación del mismo, en un plazo de quince días desde su firma.
Este trámite puede realizarse a través del sitio web de la Dirección del Trabajo o de manera presencial en la Inspección del Trabajo correspondiente al domicilio del empleador, asegurándose de incluir todas las cláusulas acordadas en el contrato.
Es importante conocerlo a fondo para cumplir con todas las disposiciones de la ley en la materia.
El contrato de trabajo es un documento esencial que regula la relación entre empleador y trabajador.
Establece de manera clara las condiciones laborales, lo que garantiza un marco legal para ambas partes.
Además, protege los derechos del trabajador y del empleador, asegurando que se cumplan las obligaciones pactadas y brindando seguridad ante posibles disputas o incumplimientos.
En Chile, es obligatorio contar con un contrato formalizado para evitar sanciones legales y garantizar la transparencia en las condiciones laborales.
De acuerdo con el artículo 10 del Código del Trabajo, el contrato laboral debe tener, como mínimo, la siguiente información:
La ley establece diferentes tipos de contrato de trabajo en Chile que debes conocer:
Contrato de trabajo a plazo indefinido: no establece fecha para la terminación de la relación laboral. Esta solo podrá darse por mutuo acuerdo de las partes, renuncia o muerte del trabajador, conclusión del trabajo o servicio que dio origen al contrato y caso fortuito o fuerza mayor.
Contrato de trabajo a plazo fijo: la relación laboral tiene una caducidad determinada. Su duración mínima es de un día y la máxima de un año. Cumplido este plazo, el empleador tiene la potestad de renovarla o darla por terminada.
Contrato por obra o faena: se refiere a la contratación en la que la relación termina una vez que se concluye una obra o tarea determinada, independientemente de la duración de esta.
Contrato part-time: se firma cuando la jornada laboral no excede las 30 horas semanales.
Contratos de trabajo especiales: son convenios que operan bajo lineamientos extraordinarios, como los de trabajadores de casa particular, de trabajadores agrícolas, de aprendizaje, de artistas, de trabajadores portuarios y de trabajadores temporeros. Se encuentran regulados en el Título II del Código del Trabajo.
Cabe señalar que, de acuerdo con el Dictamen 3581/186 del 29 de octubre de 2002, “la figura del estudiante en práctica no se encuentra regida por la legislación laboral. En consecuencia, no da origen a un contrato de trabajo y tampoco existe norma alguna que limite su aplicación”.
La gestión de contratos puede llegar a ser sumamente compleja cuando se cuenta con varios empleados con diferentes tipos de convenios laborales.
Sin embargo, la tecnología puede ayudarte y el software especializado simplifica por completo esta tarea de las siguientes maneras:
Plantillas de contratos: el sistema cuenta con contratos pre-elaborados en los que solo debes diligenciar información muy específica, como la identificación de las partes.
Llenado automático: gracias a la base de datos de la que se nutre el software, la creación y renovación de contratos puede reducirse a unos cuantos minutos porque muchos de los campos se rellenarán automáticamente en función de la información que ya hayas completado en eventos pasados.
Al día con la legislación laboral: al hablar de contratos de trabajo hablamos de muchísimas leyes para tener en cuenta y es fácil que alguna se te escape. Pero con el software eso no es problema porque se mantiene actualizado en la materia.
Visibilidad de los contratos: cada convenio queda asociado al perfil del empleado y guardado en la base de datos del sistema. Si deseas visualizar uno en particular puedes hacerlo fácilmente desde cualquier dispositivo con conexión a Internet.
Notifica las fechas de terminación de contrato: el sistema te avisa con antelación las fechas de vencimiento de los convenios, para que empieces a evaluar la viabilidad de la renovación o terminación definitiva de la relación laboral.
Actualizaciones garantizadas: realizar modificaciones a los contratos es de lo más sencillo. Solo debes buscar el documento en cuestión y cambiar las cláusulas respectivas. El sistema creará copias de seguridad tanto de la versión antigua del convenio como de la nueva.
Mayor seguridad: la información incluida en un contrato de trabajo es muy delicada. Por eso el software la almacena bajo estrictos protocolos de seguridad.
En síntesis, el software te ahorra tiempo y trabajo. Por supuesto, para que así sea debe ser intuitivo, fácil de usar, ofrecer buen soporte y ser proveído por una compañía de reconocida reputación.
Ahora que tienes toda esta información en tus manos, ¡conoce cómo funciona el software de remuneraciones de Nubox!