El valor de los activos de las empresas, una vez contabilizados, pueden sufrir diferentes mermas que se manifiestan cuando el importe recuperable del bien es menor a su precio contable.
Estos detrimentos son conocidos, en el ámbito de las NIIF, como deterioros del valor de los activos.
La Norma Internacional de Contabilidad (NIC 36), denominada Deterioro de Valor de los activos, es la que trata estas pérdidas y sus posibles reversiones.
De acuerdo con el párrafo 2 de la NIC 36, la norma aplica para la contabilización del deterioro del valor de todos los activos tangibles e intangibles, con excepción de los siguientes:
Entre los factores más representativos de orden externo que pueden deteriorar el valor de los activos, se encuentran las condiciones económicas, legales y políticas nacionales o globales. Ya a nivel interno, se hallan la obsolescencia, la disminución de rendimiento de un bien, su uso y antigüedad.
De acuerdo con el párrafo 12 de la norma, los siguientes hechos son indicios de un deterioro de activos durante el periodo:
El valor de mercado del activo disminuyó más de lo que se podría esperar producto del paso del tiempo o de su uso.
Se presentaron o se van a presentar cambios importantes con una incidencia adversa sobre el entorno legal, económico, tecnológico o de mercado en los que la entidad se desenvuelve o sobre el mercado al que está destinado el bien.
Las tasas de interés de mercado o de rendimiento de inversiones sufrieron incrementos que pueden afectar la tasa de descuento empleada para calcular el valor de uso del bien.
El importe en libros de los activos netos de la organización económica es más alto que su capitalización bursátil.
Ahora que tienes claro qué es un deterioro en contabilidad, ten presente que el párrafo 60 de la norma dispone que:
“la pérdida por deterioro del valor se reconocerá inmediatamente en el resultado del ejercicio, a menos que el activo se contabilice por su valor revalorizado de acuerdo con otra norma”.
Para entender un poco mejor cómo sería el registro, presta atención al siguiente ejemplo:
"Una empresa X compró un computador a finales del año 2017 por valor de 500.000 pesos, con una vida útil estimada de 5 años. Se emplea el método lineal para depreciarlo (100.000, por año). El valor residual del equipo es nulo".
Ahora es necesario calcular la pérdida por deterioro del valor del activo durante el periodo 2018, teniendo presente que su importe recuperable es de 190.000.
Así las cosas, el registro quedaría de la siguiente manera:
Importe en libros del computador a 31 de diciembre de 2018
Valor del computador en libros |
500.000-100.000 (1 año de depreciación) |
400.000 |
Depreciación |
100.000 |
|
Importe recuperable |
190.000 |
Contabilización de la pérdida por deterioro del valor del computador
Cuenta |
Débito |
Crédito |
Pérdida por deterioro |
210.000 |
|
Activo tangible |
210.000 |
En ese sentido, el cálculo de las nuevas cuotas de depreciación sería:
Frente al tratamiento de los activos intangibles, debes tener presente que el párrafo 10 de la NIC 36 señala que la entidad “comprobará el deterioro del valor de cada activo intangible con una vida útil indefinida, así como de los activos intangibles que aún no estén disponibles para su uso, comparando su importe en libros con su importe recuperable”.
Por lo tanto, es fundamental que se implementen los mecanismos de comprobación correspondientes.