Actualmente, el mundo se enfrenta a una compleja crisis sanitaria que ha afectado la economía en todos los ámbitos. Para las empresas, especialmente las PyMEs, este escenario representa un riesgo inminente para su funcionamiento.
La disminución de las ventas o el cierre temporal de un negocio perjudica la liquidez que posee para cumplir con los gastos fijos mensuales que conlleva el desarrollo de su actividad. Si no se posee un fondo de reserva, la situación es aún más complicada, pues el futuro es incierto.
En virtud de ello, en tiempos normales —y en tiempos de crisis— es esencial tener en cuenta la importancia que representa el buen manejo del flujo de caja de una empresa.
¿Qué es el flujo de caja?
Es un informe que permite observar cómo se comportan los ingresos y los gastos de una empresa durante un periodo determinado. Por consiguiente, es capaz de mostrar la liquidez que posee tu negocio al restar los ingresos y los gastos en una etapa específica; pero ¿cuál es su importancia?
Conocer tu flujo de caja o de efectivo —y mantenerlo organizado— permite que sepas si tu empresa es solvente o no está en su mejor momento económico.
Además, es capaz de ayudarte a responder ciertas interrogantes sobre el funcionamiento de la misma. Dicho de otra forma, tiene la capacidad de determinar:
• si puedes pagar tus deudas;
• si necesitas comprar mercadería o tienes mucho stock acumulado;
• si puedes realizar inversiones;
• cualquier otra pregunta relacionada con el uso del dinero.
Una de las claves de toda empresa es tratar de anticiparse a sucesos que provoquen caer en insolvencia económica. No se pueden prevenir todos los escenarios, pero sí se puede tratar de planear y proyectar diferentes situaciones económicas que podrían presentarse.
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