En todo el mundo el 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que honra la lucha histórica de las mujeres por la equidad de género y la justicia social. En los últimos años dejó de ser una “celebración” para convertirse en una “conmemoración”, por lo que actualmente no se suele decir “feliz día de la mujer”.
De hecho, la conmemoración tiene su origen en una fecha trágica, ya que el 8 de marzo de 1908 unas 129 mujeres murieron durante un incendio en la fábrica Cotton, en Nueva York, mientras hacían huelga con permanencia en sus puestos de trabajo. Entre sus peticiones estaban reducir a 10 horas la jornada laboral, un salario igual al de sus compañeros hombres y, en general, mejores condiciones.
Por ello, se conmemora internacionalmente la lucha por la igualdad de derechos para las mujeres y cada año se pone el foco en una brecha en particular.
El lema este 2023 es “por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”. Y según el informe Gender Snapshot 2022 de ONU Mujeres, la exclusión de las mujeres del mundo digital ha recortado en la última década 1 billón de dólares del producto interno bruto en países de bajos y medianos ingresos, una realidad que podría aumentar a 1,5 billones de dólares en 2025 si no se toman acciones a tiempo.
En Chile, a lo largo de los años, las mujeres han conquistado espacios importantes en distintos entornos de la sociedad. Sin embargo, aún hay mucho por hacer para alcanzar una verdadera equidad de género en todos los aspectos.
A propósito del lema que este año enmarca la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, sabemos que en Chile la elección de las carreras de educación superior suele estar basada en estereotipos y sesgos de género.
Según la Subcomisión de Estadías de Género (SEG) del INE, para junio de 2022, la brecha de género en el caso de titulados en carreras relacionadas con la tecnología fue de -73,1 p.p lo que significa que solo 13,4% de las personas egresadas de carreras de esta área son mujeres.
Por otra parte, las carreras “feminizadas” tienen una menor valoración social, por lo tanto una menor retribución económica y condiciones laborales desiguales, lo que en consecuencia aumenta la brecha de género en los ingresos entre hombres y mujeres.
Y aunque en general la tasa de participación laboral femenina ha mostrado significativos avances en los últimos años, siendo en 2021 de 46,2% según el INE, la brecha salarial aún persiste. En promedio, las mujeres en Chile ganan 21,7% menos que los hombres.
¿Cómo avanzamos en equidad de género en Chile?
El avance de la integración de las mujeres en el mundo digital ha sido más orgánico que exponencial, indica Bárbara Silva, presidenta de Her Global Impact, un movimiento global que prepara e integra el talento femenino en la era digital.
“La buena noticia es que sí existen políticas públicas que impulsan el ir disminuyendo esta brecha como la iniciativa de Sence Mujer Digital que capacita a mujeres para aumentar sus posibilidades de empleabilidad en el mundo digital”, refirió.
Además, señaló que existen otras iniciativas como Laboratoria que capacita a mujeres en la enseñanza media para que puedan aprender programación e insertarse al mundo laboral.
También Her Global Impact que prepara a mujeres profesionales, principalmente mayores de 40 años, para integrarse a la economía de la innovación digital y puedan desarrollar proyectos, iniciativas o emprendimientos de base tecnológica, sin tener necesariamente como base una formación en tecnología.
“Las universidades e institutos de formación técnica están buscando atraer a más talento femenino en áreas STEM. Sin embargo es importante dar mayor visibilidad a las modelos de roles que hoy ocupan cargos en áreas tecnológicas para que siembren la curiosidad e inspiren a las niñas y jóvenes a participar en carreras de ingeniería, ciencias, tecnología”, destacó.
¿Cuál es el impacto del empoderamiento femenino en la tecnología?
El impacto económico es exponencial, según comenta Silva: “En Her Global Impact estamos permanentemente monitoreándolo, en este contexto las ex alumnas de nuestra Academia de Innovación y Transformación Digital nos manifiestan que han aumentado entre un 20% y 60% sus ingresos netos durante y hasta 6 meses después de haber finalizado nuestro programa”.
Esto demuestra que el combinar una profesión de base con los conocimientos de innovación y transformación digital hace a las mujeres mucho más competitivas laboralmente.