Este impuesto está regulado por varios artículos de la Ley de Impuesto a la Renta (LIR).
Entre ellos destacan:
El Impuesto Único de Segunda Categoría debe ser pagado por todas aquellas personas que perciben rentas producto de un trabajo dependiente, siempre que los ingresos mensuales superen un determinado umbral.
Este impuesto se aplica de manera progresiva, lo que significa que a medida que aumenta la renta, también lo hace el porcentaje que se debe pagar.
Por ejemplo, aquellos que perciben rentas que exceden las 13,5 UTM mensuales están obligados a pagar este tributo.
Entre las rentas de segunda categoría que están sujetas a este impuesto se incluyen:
Este impuesto es retenido directamente por el empleador, quien tiene la responsabilidad de calcular y declarar el monto ante el SII.
La tasa del impuesto varía dependiendo del nivel de renta líquida imponible. El SII publica una tabla de tramos progresivos, donde se establecen los porcentajes aplicables según el nivel de ingresos.
En términos generales, el impuesto comienza a aplicarse para aquellos con rentas superiores a las 13,5 UTM.
Por ejemplo, en la tabla de cálculo más reciente, aquellos que ganen hasta 13,5 UTM están exentos de pagar el impuesto.
En cambio, aquellos que superen este umbral verán aplicados diferentes porcentajes, que van desde el 2,20% hasta el 27,48% o más, dependiendo del monto total de sus ingresos.
El cálculo del Impuesto Único de Segunda Categoría sigue una fórmula relativamente sencilla, que consiste en aplicar un factor a la renta líquida imponible del trabajador, deduciendo una cantidad según lo estipulado en la tabla mensual del SII.
El proceso de cálculo implica considerar los descuentos legales (como previsiones y salud), restar estos montos de la renta bruta para obtener la renta líquida imponible, y luego aplicar la fórmula:
Impuesto Único = (Renta líquida imponible × Factor) − Cantidad a rebajar
Por ejemplo, si un trabajador tiene una renta líquida imponible de $1.648.400, se multiplicaría este monto por el factor correspondiente en la tabla del SII (que para este tramo puede ser 0,04), luego se resta la cantidad a rebajar, resultando en el monto del impuesto.
Para entender mejor el proceso, consideremos el siguiente ejemplo práctico.
Supongamos que un trabajador tiene una renta imponible de $2.000.000, y los descuentos legales (previsión y salud) suman $351.600.
La renta líquida imponible sería de $1.648.400. Según la tabla del SII, este monto entra en un tramo que aplica un factor del 0,04, por lo que el impuesto se calcularía como sigue:
Impuesto Único = (1.648.400 × 0,04) − 35.942,94 = 29.993,06
El monto del impuesto a pagar sería de $29.993,06, que sería retenido del sueldo del trabajador y pagado al SII.
Este cálculo está basado en la tabla del SII correspondiente al mes de octubre de 2024.
El empleador es el encargado de retener el impuesto directamente de las remuneraciones del trabajador y declararlo ante el SII mediante el Formulario 29, que se presenta mensualmente.
Además, el empleador debe asegurarse de aplicar correctamente las tasas y tramos vigentes.
En algunos casos, los trabajadores pueden estar exentos de pagar el Impuesto Único, dependiendo de la cantidad de rentas percibidas y su situación particular.
Por ejemplo, aquellos con rentas inferiores a 13,5 UTM están exentos de este tributo.
Además, si un trabajador ha pagado más de lo debido durante el año, puede acceder a un proceso de reliquidación, que permite ajustar el monto pagado y recuperar los excesos.
Para las empresas y emprendedores, es fundamental contar con herramientas adecuadas para gestionar correctamente las remuneraciones y el cálculo del Impuesto Único.
Muchas empresas utilizan software de gestión de nóminas, que permite automatizar este proceso, minimizando errores y asegurando el cumplimiento de las obligaciones tributarias.
Si el empleador no retiene el Impuesto Único de manera correcta o no lo paga al SII, puede enfrentar multas.
Los únicos descuentos aplicables en el cálculo del Impuesto Único son los relacionados con la previsión social y salud obligatorias. No se pueden aplicar deducciones adicionales como gastos personales o familiares.
Si un trabajador tiene múltiples empleadores, cada uno deberá calcular y retener el Impuesto Único de manera independiente. Sin embargo, durante la declaración anual de renta, el trabajador podrá realizar un ajuste si ha pagado impuestos en exceso.
Las pensiones también están sujetas al Impuesto Único si superan el umbral exento. Si una pensión excede las 13,5 UTM, el beneficiario deberá pagar el tributo según el tramo que corresponda.
El Impuesto Único de Segunda Categoría es un elemento central en el sistema tributario chileno, afectando a gran parte de la población laboral.
Este tributo grava las rentas del trabajo dependiente, aplicándose de manera progresiva según los ingresos mensuales del trabajador.
Conocer sus detalles y cómo se calcula es esencial tanto para trabajadores como para empleadores, ya que un manejo incorrecto puede resultar en multas o sanciones.
Por ello, es crucial cumplir con las obligaciones fiscales de manera adecuada y, si es necesario, contar con herramientas contables y asesoría profesional para evitar inconvenientes.
En resumen, si percibes un salario en Chile, es probable que estés sujeto al Impuesto Único de Segunda Categoría, cuyo pago mensual asegura el cumplimiento de las obligaciones fiscales y contribuye al sistema tributario del país.
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