Desde febrero del 2018, la factura electrónica fue incorporada por todo tipo de empresas, sin importar su tamaño o si se encuentra en una ubicación urbana o rural.
¿Qué es una factura electrónica?
En Chile, la factura electrónica es un comprobante tributario en formato digital que certifica transacciones comerciales, como la venta de productos o la prestación de servicios. Este documento posee plena validez legal, equiparándose a las facturas tradicionales en papel.
Este sistema permite emitir, recibir y almacenar facturas de manera digital, facilitando la gestión tributaria, reduciendo costos operativos y promoviendo la transparencia en las operaciones comerciales.
De acuerdo a la Ley N °20.727, la facturación electrónica es obligatoria para la gran mayoría de las empresas y pueden emitir este tipo de documentos utilizando la plataforma gratuita dispuesta por el Servicio de Impuestos Internos (SII) u ocupando algunos de los diferentes tipos de software de facturación disponibles en el mercado, que cuentan con importantes ventajas a la hora de emitir factura electrónica, así como otros documentos tributarios electrónicos.
Requisitos
Es importante comprender que, antes de comenzar a emitir facturas electrónicas, hay una serie de requisitos y trámites que se deben cumplir de acuerdo con la ley vigente. Lo primero es confirmar que el inicio de actividades por parte de una empresa esté vigente.
Es indispensable además ser contribuyente de primera categoría, contar con un certificado digital de proveedores autorizados por el SII y, por supuesto, contar con un computador o notebook y configurarlo para que pueda generar facturas electrónicas (ya sea con un sistema gratuito o pagado).
En esta guía, podrás encontrar un paso a paso sobre cómo emitir facturas electrónicas desde el Servicio de Impuestos Internos o desde un sistema de facturación pago. Recuerda que ambos buscan cubrir las necesidades de los emprendedores, pero eres tú quien debe decidir por cual inclinarte.
Si bien el SII ofrece una plataforma gratuita, tiene muchas limitaciones, una de ellas es la cantidad de ítems de productos que puedes incorporar. Por eso es importante que la decisión de elegir un facturador esté acompañada por un estudio de cuánto es el volumen de compra y venta de tu negocio.