En un mundo tan globalizado como el actual, el tratamiento de la información financiera debía tener un marco regulatorio global que permitiera su correcta lectura y comprensión en todas partes del mundo. Conoce la importancia de las normas contables.
Para ello existen las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF, o IFRS en inglés) y las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC, o IAS en inglés), las cuales se implementaron en Chile en el 2013, de forma obligatoria y luego de un proceso que venía desde 2005 con la convergencia de los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) hacia las NIIF.
De seguro te estás preguntando ¿por qué solo hablamos de NIIF y no de NIC? Básicamente, porque las NIIF vienen a ser algo así como el perfeccionamiento de las NIC. En resumen, las Normas Internacionales de Información Financiera son las normas contables que marcan la pauta en materia de finanzas. Pero, ¿Cuáles son las más importantes? ¡Aquí te contamos!
Su objetivo es asegurar que los primeros estados financieros de una entidad -al igual que sus informes intermedios relacionados a determinado período- se ajusten a lo establecido por las NIIF y proporcionen información financiera de calidad, es decir, que sea transparente y comparable para todos los ejercicios; otorgue un punto de partida claro para fines contables y permita su obtención a un costo razonable.
El objetivo de esta norma es determinar la información financiera que una entidad debe revelar cuando lleva a cabo una combinación de negocios, mediante el método de la adquisición.
Lo anterior implica que “la entidad adquirente reconocerá los activos, pasivos y pasivos contingentes identificables de la entidad adquirida por sus valores razonables, en la fecha de adquisición y también reconocerá el fondo de comercio, que se someterá a pruebas para detectar cualquier deterioro de su valor, en vez de amortizarse”.
Esta norma apunta a “especificar el tratamiento contable de los activos mantenidos para la venta, así como la presentación e información a revelar sobre las actividades interrumpidas”.
El objetivo de esta NIIF es requerir a las entidades que revelen información que permita a los usuarios evaluar la relevancia de los instrumentos financieros en el estado y rendimiento de la compañía. Y con ello, los riesgos que estos instrumentos conllevan.
Entendiendo que las NIIF responden al escenario macroeconómico imperante, es fundamental que contadores y auditores se mantengan al tanto de las actualizaciones en la materia, ya que los cambios que puedan presentarse tienen un impacto directo en empresas y entidades financieras.
Durante los últimos años, estas normativas han experimentado cambios que obedecen al dinamismo del mercado, la globalización y estandarización de procesos necesarios para el correcto funcionamiento de la economía, desde un contexto local hacia uno internacional.
El International Accounting Standards Board (IASB) -organismo a cargo de la regulación de las NIIF-, realizó algunos cambios que vale la pena revisar en detalle:
Se trata de una norma relacionada con la clasificación y medición de instrumentos financieros, la cual reemplaza a la NIC 39.
Tal como explica Mauricio Farías -socio de Audit de Deloitte-, esta norma “trabaja con un modelo de pérdida esperada, distinto al anterior que operaba con la medición de pérdidas incurridas. Lo que hace que los modelos de provisión sean mucho más ácidos y que el nivel de provisiones potencialmente sea más alto”.
Esta es la segunda de las nuevas normascontables que entró en vigencia el 1 de enero de 2018. Esta NIIF -que sustituye a la NIC 18 y a la NIC 11- se relaciona con “Ingresos ordinarios derivados de contratos con clientes” y determina un modelo de 5 pasos -único y estandarizado- que debe ser aplicado a todos los contratos con clientes.
Esta NIIF -que sustituye a la NIC 17 y entró en vigencia en enero de 2019 - establece que todos los arriendos deben registrarse en el estado de situación financiera. Antes de esta norma se establecía una diferencia entre arriendo financiero y operativo, y solo los primeros se veían reflejados.
Matko Koljatic -profesor titular de la Escuela de Administración de la PUC- fue claro al decir que la NIIF 16 “obliga a registrar los pagos futuros de los contratos de arriendo -descontados a su valor presente- como un pasivo y, como contrapartida, el “derecho de uso” del bien arrendado como un activo de valor equivalente”.