Los ratios de rentabilidad, en conjunto con los informes de ventas y el flujo de caja, son indicadores claves para evaluar el rendimiento empresarial. Su importancia radica en la capacidad de proporcionar una visión precisa a través de cálculos matemáticos. Comprender a fondo estos ratios, junto con sus implicaciones, es esencial para evitar errores, tales como:
La precisión en el cálculo de estos indicadores requiere un conocimiento detallado de las fórmulas y procedimientos asociados. Este enfoque analítico fortalece la capacidad de toma de decisiones para optimizar el rendimiento financiero de la empresa.
A lo largo de este artículo, se presentará información detallada sobre los ratios de rentabilidad, con ejemplos concretos para contextualizar los conceptos.
Son aquellos indicadores que, después de aplicar el cálculo matemático correspondiente, nos señalan qué tan alta o baja es la rentabilidad del negocio.
Los ratios de rentabilidad permiten que una organización determine si sus operaciones y estrategias han generado un impacto positivo o negativo en el rendimiento de la misma.
Aunque suelen aplicarse para evaluar la rentabilidad general de la empresa, también pueden utilizarse para obtener información de sectores más específicos de la misma.
Así, permiten identificar si existen una o más áreas que no están siendo eficientes en cuanto a rentabilidad, para, posteriormente, trabajar en su mejoría.
A continuación, te mostramos los ratios de rentabilidad principales.
Del inglés Return on Assets, es el ratio que se calcula con base en el capital propio de la empresa y todos los activos de la misma. Así, logra ofrecer un panorama mucho más amplio de la situación económica de la empresa y determinar qué tan grande es su capacidad de generar beneficios a través de sus recursos.
Return on Equity por sus siglas en inglés, y conocido como ratio de rentabilidad financiera en español, trata del beneficio obtenido con el capital propio. Es decir, las deudas y créditos se eximen de este indicador, quedando solo con el capital de los inversionistas.
Lo anterior hace que el ROE finanzas sea uno de los mejores indicadores de rentabilidad cuando de exponer el valor de la empresa a accionistas se trata. Con él, es posible explicarles las utilidades netas o brutas que han obtenido tras su inversión.
Proveniente del inglés Return on Investment y traducido al español como “Retorno de Inversión”, se refiere a la rentabilidad obtenida tras realizar una inversión dentro de la empresa. Puede tratarse de una inversión en maquinaria nueva, estrategias publicitarias, proyectos, entre otros.
Para favorecer la comprensión de estos conceptos, te mostramos algunos ejemplos en los que demostraremos cómo se puede calcular la rentabilidad económica y financiera de distintas empresas.
Una empresa de servicios informáticos, con 5 años en el mercado, cuenta con un activo total de $10.000.000. Tras otro año de operaciones, consigue un beneficio neto de $900.000 y deciden evaluar su rentabilidad. Al hacerlo, dividiendo el beneficio neto entre el monto de su activo total, obtienen un ROA de un 9 %.
Una pequeña distribuidora de artículos de oficina inicia sus operaciones con una inversión inicial de $3.000.000 propios y $2.000.000 de un préstamo bancario. Al cabo de un año, genera un beneficio bruto de $1.000.000.
Debido a que el ROE se calcula basándose en el capital propio, solo se toman en cuenta los $3.000.000. Al aplicar la fórmula de rentabilidad financiera y dividir el beneficio bruto de $1.000.000 entre los $3.000.000, la ROE interpretación nos dice que el resultado es de un 33,3 %.
Una fábrica de helados pone en marcha un nuevo proyecto para la creación de un nuevo sabor, en el que deberán invertir $8.000.000. Tras varios meses de estrategias de negociación y ventas, el nuevo sabor es un éxito y la empresa obtiene un total de $2.000.000 en beneficios netos.
Al dividir el beneficio neto entre la inversión que fue necesaria, descubrimos que esa cantidad de dinero produjo un 25 % de retorno de inversión.
Para calcular los ratios de rentabilidad basta con seguir las fórmulas correspondientes a cada uno:
Las divisiones darán como resultado números decimales muy bajos, que, al multiplicarse por 100, se convertirán en el porcentaje esperado.
Si retomáramos los ejemplos de la sección anterior, los cálculos se expresarían de la siguiente manera:
Debes saber que, aunque es sumamente importante conocer el procedimiento necesario para cada indicador, al contar con un sistema de contabilidad, estos cálculos se realizan de manera automática sin necesidad de un proceso manual.
Sin duda alguna, los ratios de rentabilidad son indispensables para conocer el rendimiento financiero de una empresa. Son la base de las decisiones que deben tomarse para mantener altos niveles de rentabilidad, o en su defecto, aumentarlos.
No obstante, no debemos pasar por alto que, gracias a la capacidad de gestionar este tipo de tareas y automatizar procesos, los sistemas de empresas pueden impulsar la rentabilidad y el crecimiento de tu negocio, y con ello, ¡maximizar tus ganancias!
Por supuesto que, para incrementar el beneficio de tu empresa e inversores, no solo es necesario disponer de un software de empresas, sino también, de un especialista en la administración de las necesidades financieras de tu organización.