Al conformarse la sociedad también se constituyó el Estado, dando paso a los tributos. Con el tiempo, estos evolucionaron hasta convertirse en el eje principal de complejos sistemas tributarios regulados por diferentes cuerpos jurídicos.
De ahí que la mayoría de contribuyentes los ven como una obligación natural, mencionándolos cuando se habla de obligaciones fiscales -como la declaración mensual de impuestos- y recursos para el sostenimiento de la administración pública. Pese a lo anterior, muchas personas no tienen certeza qué son los tributos. ¿Tampoco lo sabes? Entonces esto te ayudará.
¿Qué son los tributos?
Según Héctor Villegas, autor del Curso de Finanzas, Derecho Tributario y Financiero, los tributos son las prestaciones en dinero que el Estado exige en ejercicio de su poder, en virtud de una ley y para cubrir los gastos que le demanda el cumplimiento de sus fines.
En otras palabras, los tributos son los aportes que los contribuyentes hacen al Estado para satisfacer el gasto público y el cumplimiento de sus obligaciones sociales, políticas, económicas y demás que la ley le exija o estén presentes en un plan de gobierno en particular.
Al respecto, cabe señalar que en el Código Tributario chileno no hay una definición de tributo, pero - si se lee con detenimiento- se puede ver que el concepto asume la descripción anterior, al referirse como tal a los impuestos, contribuciones y otras obligaciones fiscales de los contribuyentes.
La alusión más importante a este término, se puede encontrar en el artículo 19 de la Constitución Política, donde le garantiza a las personas la "igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la progresión o forma que fije la ley, y la igual repartición de las demás cargas públicas".
Tales aportes son recaudados directamente por la administración pública, aunque hay situaciones en las que empresas u organizaciones hacen las veces de recaudadores indirectos, como es el caso del IVA.
De cualquier manera, el dinero recaudado va a las arcas fiscales. Al respecto, el mismo artículo 19 de la Constitución Política establece que “Los tributos que se recauden, cualquiera que sea su naturaleza, ingresarán al patrimonio de la Nación y no podrán estar afectos a un destino determinado”, salvo en contadas ocasiones.
¿Cómo se clasifican los tributos?
Teniendo claro que los tributos son un aporte en dinero que el contribuyente le hace al Estado para garantizar su funcionamiento, estos pueden clasificarse en tres grandes categorías:
Contribuciones
Hacen referencia a los tributos originados de la obtención de un beneficio particular de obras destinadas al bienestar general de la sociedad. Un ejemplo claro de contribución es la valorización o plusvalía de predios o inmuebles, producto de obras públicas o de inversión social ejecutadas por el Estado.
2. Tasas
Son los aportes que el contribuyente transfiere al Estado como remuneración por un servicio prestado.
3. Los Impuestos
Son los tributos más conocidos, pues son los de mayor aplicación y representan un alto porcentaje de los ingresos y recursos de la administración pública. Se trata del dinero que los contribuyentes deben pagar obligatoriamente y por los que el Estado no se obliga a dar ninguna contraprestación.
La principal diferencia entre los tres tipos de tributos radica en la obligatoriedad que cada uno maneja: mientras las tasas son de obligación baja y las contribuciones alcanzan un nivel medio, los impuestos son absolutamente obligatorios, salvo las exenciones que la ley contemple para cada uno de ellos.
Con respecto a los impuestos internos que se tributan en Chile, el SII ha dispuesto la siguiente clasificación:
Impuestos Indirectos
- Impuesto a las Ventas y Servicios (IVA).
- Impuesto a los Productos Suntuarios.
- Impuesto a las Bebidas Alcohólicas, Analcohólicas y Productos Similares.
- Impuesto a los Tabacos.
- Impuestos a los Combustibles.
- Impuesto a los Actos Jurídicos (de Timbres y Estampillas).
- Impuesto al Comercio Exterior.
Impuestos Directos
Los impuestos “directos” son los que recaen sobre el contribuyente y están graduados conforme a su capacidad de pago, mientras que los “indirectos” son los que se imponen sobre bienes y servicios, y se recaudan a través de operaciones comerciales.
Los tributos se mantendrán mientras exista el Estado y el entramado social dependa de él. Siendo así, los contribuyentes deben velar por cumplir cabalmente con el pago de éstos, porque de ello depende el crecimiento del país y que la administración pública pueda cumplir con la tarea que la sociedad le ha encomendado.