El cobro judicial de facturas electrónicas es un proceso legal, contemplado en las leyes de Chile, que permite a las empresas y personas acreedoras resolver situaciones de impago de facturas por parte de los deudores.
Si bien es una de las medidas radicales para exigir por la vía judicial los cobros adeudados y en retraso, es importante que toda empresa implemente, con antelación, sistemas que reduzcan estos riesgos mediante un software de gestión confiable, que brinde visibilidad de los saldos pendientes y los deudores.
Contar con un software de gestión para pymes que automatice los sistemas administrativos de la empresa permite prevenir los peligrosos retrasos e impagos en los pagos de facturas, que, como sabemos, pueden poner en riesgo el equilibrio en el flujo de caja y en la contabilidad empresarial.
¿Cómo cobrar las facturas electrónicas impagas y evitar los temidos retrasos en el flujo de dinero de tu pyme? ¿Qué opciones legales existen? En el siguiente artículo te daremos todas las respuestas.
Antes de hablar del cobro judicial de facturas electrónicas es necesario definir primero qué es la facturación electrónica.
Una factura electrónica en Chile es un documento digital con peso legal y una herramienta de pago y cobro autorizada por el Sistema de Impuestos Internos (SII).
Permite reemplazar las facturas tradicionales emitidas en papel, siendo una forma eficiente, automatizada y digitalizada de asegurar y respaldar las operaciones comerciales entre contribuyentes.
Este tipo de facturación habilita a un contribuyente a ser tanto emisor como receptor de Documentos Tributarios Electrónicos (DTE), entre los que se encuentran:
Para ser emisor de factura electrónica en Chile hay dos alternativas:
Recuerda que para emitir facturas electrónicas es necesario que los contribuyentes cuenten con un certificado digital (CD).
Las normativas chilenas contemplan plazos legales para exigir los pagos de una factura. El artículo 2º de la Ley 19.983 establece:
“La obligación de pago del saldo insoluto contenido en la factura deberá ser cumplida de manera efectiva en el plazo máximo de treinta días corridos contado desde la recepción de la factura”.
Con la ley de pago de facturas a 30 días, así como con la principal Ley 19.983 y sus modificaciones, se marcan varios hitos importantes para reducir los retrasos en los pagos de facturas, y por ende, los impagos y la opción de recurrir al cobro judicial de facturas electrónicas.
En el caso de la ley de pago a 30 días, este instrumento se centra en las pymes y facilita:
Existen dos maneras de cobrar legalmente una factura que no te quieren pagar.
Toda copia de una factura tiene mérito ejecutivo. Esta condición hace más fácil exigir el cobro en caso de retraso o incumplimiento en el pago.
Sin embargo, para pedir el juicio ejecutivo hay que reunir varios requisitos:
Si se cumplen estos requisitos, los pasos que siguen son:
De ser favorable la sentencia del juicio, se puede proceder a rematar los bienes del deudor y pagar al acreedor, descontando gastos judiciales, honorarios de cobranza, etc.
Esta opción de cobro de facturas impagas se puede solicitar solo si ha pasado más de un año desde que se venció el plazo para pagar.
Tiene cuatro fases:
Como tiene la desventaja de que puede demorarse cinco veces más que un trámite de Juicio Ejecutivo, lo mejor es ejercer las acciones necesarias cuanto antes y no dejar que una factura pase de un año sin ser cobrada.
Ten en cuenta los siguientes tips para lograr una digitalización empresarial de forma ordenada, especialmente de tus sistemas de cobranza, y así evitar impagos.
Incorpora sistemas que permitan mantener el registro contable al día. Un software de gestión para pymes. como Nubox Pyme, puede hacer lo siguiente por ti:
Esto incluye colocar en un sitio bien visible de la factura, la fecha de vencimiento a 30 días.
Fija calendarios automatizados, alarmas y recordatorios por correo electrónico, mensajería, llamadas telefónicas, etc, antes de la fecha de vencimiento. Esto reducirá los riesgos de facturas impagas.
Sumado a lo anterior, incluye sistemas de recompensas o incentivos por pagos a tiempo y penalizaciones por pagos tardíos, y no esperes para enviar una carta certificada al deudor antes de tomar acciones legales.
En conclusión, reducir la morosidad de tus clientes es una de las claves para evitar caer en situaciones incómodas como el cobro judicial de facturas electrónicas.
Si quieres saber más sobre cómo optimizar la gestión de cobranzas, no lo pienses más y ¡conoce Nubox PyME!