Para inversores, accionistas, propietarios y contadores, comprender a profundidad el estado de los diferentes tipos de flujo de caja de la empresa es una información crucial, que permite evaluar de manera coherente y precisa la realidad financiera de la organización.
En cada periodo contable deben prepararse informes sobre la liquidez de la compañía, y esta puede analizarse y explicarse de diferentes maneras, como te explicaremos en este post.
Acá te mostraremos a detalle cuáles son los diferentes tipos de flujo de caja y qué papel juegan en tu empresa.
Pero, antes, profundicemos un poco en el concepto y las características de este indicador financiero y contable.
El flujo de caja es la cantidad neta de efectivo y equivalentes de dinero que entra y sale de una empresa.
Si este indicador muestra números positivos de manera sostenida, es una muy buena noticia para la viabilidad financiera del negocio, a la vez que muestra una gestión coherente, estratégica y saludable del dinero que ingresa a la organización.
Un flujo de efectivo positivo indica que una empresa está aumentando sus reservas de dinero, lo que le permite reinvertir, pagar a los accionistas, realizar a tiempo las liquidaciones de remuneraciones y, en general, disponer del capital de trabajo necesario.
Si no mides este indicador, podrías equivocarte en la administración del flujo de dinero de tu empresa y estarías operando a ciegas.
Por ese motivo, es especialmente relevante para ti si diriges una PyME con un nivel de ventas e ingreso moderado, que demanda ahorro y máxima eficiencia en la gestión del efectivo.
¡Llegó el momento de hablar sobre los tipos de flujo de caja! El estado de este indicador puede presentarse de tres formas diferentes, que obedecen a la naturaleza de las operaciones que se analizan y a los objetivos de la empresa.
Para que comprendas mejor a qué nos referimos, a continuación ampliaremos los principales tipos de flujo de caja.
El flujo de caja de explotación incluye todo el efectivo generado por las principales actividades comerciales de la organización.
Estas incluyen las actividades de tesorería relacionadas con los ingresos netos, como la venta de existencias y la prestación de diversos servicios.
En tanto, de acuerdo a los parámetros de este tipo de flujo de caja, las salidas de dinero se generan a partir de los pagos en efectivo por la compra de inventarios, liquidación de sueldos y honorarios, impuestos y otros gastos generales.
El flujo de caja de inversión incluye todas las compras de activos e inversiones de la empresa.
Las actividades de inversión tienen relación con los activos no corrientes, es decir:
En general, en su análisis toma en cuenta la inversión en propiedad, planta y equipo y la compra y venta de inversiones o acciones, excluyendo los valores de negociación cuyos flujos de efectivo se relacionan con actividades de explotación.
Otras inversiones tradicionales, evaluadas en este flujo de caja, son:
El flujo de caja de financiación incluye todos los ingresos obtenidos por la emisión de deuda y capital, así como los pagos realizados por la empresa.
Las actividades de financiación abarcan las operaciones de tesorería relacionadas con el pasivo no corriente y los fondos propios.
En general, se relaciona con las partidas del pasivo no corriente y del patrimonio de los propietarios, lo que abarca a impuestos o intereses por deuda a largo plazo, la venta y recompra de acciones, además del pago de dividendos.
Los intereses pagados por deudas a largo plazo se incluyen en las actividades de explotación.
Las actividades de financiación incluyen principalmente la obtención de capital a partir de fondos propios o de deudas a largo plazo. Hay dos fuentes de financiación importantes, como los accionistas y los acreedores.
El efectivo también puede ingresar a las arcas de la compañía usando diferentes mecanismos financieros.
Estos mecanismos pueden ser entradas de efectivo por emisión de bonos preferentes, acciones de participación empresarial comunes y preferentes, además de préstamos y acceso a la banca privada.
Las salidas de efectivo incluyen, generalmente, el reembolso de préstamos, el rescate de bonos, volver a comprar acciones propias, pagos y dividendos.
Hay que recordar que el endeudamiento indirecto de cuentas por pagar, se clasifica como actividad de explotación.
Además de los mencionados, existe un tipo de flujo de caja que se denomina libre.
Se trata de una forma de medir el estado financiero, normalmente usada por analistas que evalúan la rentabilidad de una empresa, representada por el efectivo que esta compañía genera después de contabilizar las salidas de dinero para costear las operaciones y mantener sus activos de capital.
Esto hace que se trata de un estudio de flujo de caja mucho más general, que se lleva a cabo cuando la prioridad no es conocer los niveles de liquidez y los balances de un área o tipo de operación específica.
¡Bien! Esperamos que ya entiendas a profundidad cuáles son las características y particularidades de los diferentes tipos de flujo de caja.
Para calcular estos indicadores de manera práctica y ágil, conviene la implementación de herramientas como los software de factura electrónica y los sistemas de contabilidad.
Así, registrarás de forma sistemática tus documentos tributarios y transacciones, centralizando toda la información que luego te permitirá establecer el estado de los flujo de caja.
Si quieres conocer más sobre este importante indicador financiero y cómo administrarlo de manera correcta y óptima, protegiendo la economía de tu empresa, te invitamos a que descargues y leas con atención el siguiente ebook: La guía que buscabas para mejorar el flujo de caja tu negocio