Conocer la diferencia entre liquidez y rentabilidad de una empresa es fundamental. Son dos de los indicadores financieros más importantes para toda organización y, aunque guardan relación entre sí, tienen características y enfoques particulares.
En líneas generales, estos indicadores permiten conocer y proyectar la salud financiera del negocio y, en consecuencia, su potencial de crecimiento y consolidación en un determinado mercado.
Acá te mostraremos el concepto preciso de cada uno y, luego, abordaremos cómo se diferencian, entre otros puntos de interés.
¡Te invitamos a leer hasta el final!
Son dos términos de interés contable tanto para las operaciones corrientes como a la hora de realizar y estudiar inversiones específicas.
¡Profundicemos un poco más!
La liquidez se refiere a la facilidad con la que un activo, o un valor, puede ser convertido en dinero en efectivo sin afectar su precio de mercado.
También se define como la capacidad de una empresa de pagar sus obligaciones a corto plazo para mantener la operación en funcionamiento, gracias a un buen balance de flujo de caja.
Cuando una empresa tiene una liquidez estable, se considera que es financieramente sólida y de bajo riesgo, ya que supone que existe suficiente cantidad de efectivo para cubrir la estructura de costos, incluyendo los impuestos, el pago a funcionarios y muchos otros factores.
La liquidez no solo se mide por el saldo de caja, sino también por todo tipo de activos que pueden convertirse en efectivo en el plazo de un año sin perder su valor.
Tiene una importancia primordial para la supervivencia de una empresa a corto plazo.
La rentabilidad está estrechamente relacionada con la liquidez, pero con una diferencia clave.
Cuando hablamos de liquidez lo hacemos pensando en una cantidad absoluta, tangible, reflejada con el estudio del flujo de caja.
Mientras que al tratar el concepto de rentabilidad vemos que este es relativo. Este cálculo se usa para determinar las ganancias de una empresa en relación con el tamaño del negocio y sus gastos.
La rentabilidad es una medida de la eficiencia y, en última instancia, de su éxito o fracaso. Una empresa puede tener liquidez, lo que no significa necesariamente que la empresa sea altamente rentable.
Nos muestra, de manera precisa, los márgenes de ganancia y beneficios económicos que obtenemos a partir de las actividades y operaciones de la empresa.
Esto hace que se trata de un indicador general. Es decir, mientras que el estudio de la liquidez nos refleja el estado de la disponibilidad de dinero en un momento específico, la rentabilidad nos dice cuánto beneficio estamos generando de forma sostenida gracias a la operación compañía.
Aunque los dos términos se utilizan, muchas veces, dentro de los mismos análisis y evaluaciones de resultados, existe una marcada diferencia entre liquidez y rentabilidad de una empresa.
En líneas generales, podemos decir que la diferencia principal es que la rentabilidad mide la capacidad de producir beneficio adicional a la inversión y los costos, mientras que la liquidez evalúa la capacidad de la empresa para costear sus deudas y compromisos financieros, gracias a la disponibilidad inmediata de dinero.
Como ves, no son lo mismo por el simple hecho de que tienen objetivos de medición diferentes, aunque ambos asociados a la viabilidad financiera de la compañía.
Por otro lado, la rentabilidad abarca todo tipo de activos que tienen un impacto en el patrimonio de la organización. En tanto, la liquidez se enfoca en bienes de rápida transformación en dinero en efectivo, para así cumplir con su rol de análisis de una situación inmediata y puntual.
Estos aspectos diferenciales demuestran la importancia de entender cada concepto a la hora de hacer evaluaciones financieras en la empresa.
Estos indicadores deben determinarse por separado y, luego, tienen que evaluarse dentro de una visión global, que permita llegar a conclusiones generales sobre el estado financiero de la organización.
Pero, ¿Cómo calcularlos? ¡Ya lo verás!
La liquidez de una empresa se mide principalmente por el coeficiente de solvencia y el capital circulante neto, mientras que la rentabilidad se analiza por el rendimiento de los activos y de los fondos propios.
La liquidez se centra en los activos a corto plazo que generan pocas ganancias y suponen un menor riesgo. El coeficiente de solvencia es positivo si los activos y pasivos corrientes son iguales a 1.
Las medidas de liquidez también incluyen la calidad de los activos corrientes.
Los activos que no pierden valor dentro del periodo de un año y se convierten sin problemas en dinero efectivo, se consideran activos corrientes cualitativos.
Los activos corrientes de una empresa deben cubrir por lo menos los pasivos corrientes y contar con algún margen extra para mayor seguridad.
Entonces, para precisar, podemos decir que la rentabilidad se mide por el ROE (rendimiento del capital) y el ROA (rendimiento de los activos).
La rentabilidad y la vida a futuro de una empresa se relacionan, pero no entregan una conclusión definitiva si quieres conocer perfectamente la situación actual.
Y esto nos lleva a la liquidez, que podemos calcular con un riguroso análisis de flujo de caja, centrándonos en sus activos más líquidos, así como en sus costos inmediatos y operativos. Esta evaluación nos permite comparar la "fotografía" del estado financiero de un ciclo determino con la de un periodo anterior.
Así, vemos cómo fue la dinámica del balance entre ingresos y egresos y, sobre todo, conocemos cuánto dinero tiene la empresa en la actualidad para costear sus costos operativos.
Medir el flujo de caja y conocer la rentabilidad en general es mucho más sencillo con recursos como los sistemas de contabilidad y los softwares de facturación electrónica, gracias a su capacidad para centralizar la información y facilitar la actualización de libros contables y otros registros.
¡Tenlo presente!
Esperamos que este artículo haya sido de utilidad. Ahora, para que conozcas más sobre cómo medir y seguir la estabilidad financiera de tu empresa, te invitamos a que descargues y leas el siguiente ebook que preparamos para ti: La guía que buscabas para mejorar el flujo de caja tu negocio