La cohesión de varios tipos de personalidades en un equipo de trabajo es la clave para alcanzar con éxito metas laborales.
Los expertos en relaciones humanas sostienen que, cuando los integrantes de un grupo son de temperamentos opuestos, logran asumir roles individuales que - al unificarlos - mejoran la comunicación, respeto y compromiso.A continuación te explicamos cuáles son esas personalidades que no pueden faltar en tu equipo.
No es posible manejar un equipo sin liderazgo. Quien está a la cabeza del talento humano de la empresa debe tener excelentes habilidades para la comunicación, inteligencia emocional, capacidad para mediar ante los conflictos y lo más importante: orientar a todos para lograr el éxito común.
Una persona con liderazgo empresarial, además de ser quien dirija el rumbo e impulse el logro de los objetivos:
Las personas pragmáticas ejecutan y toman acciones basadas en estadísticas, valores y casos comprobables. Tienen la capacidad de solventar problemas con soluciones obvias, pero que al mismo tiempo sean sostenibles.
Este es el trabajador por el que no debes preocuparte. Es disciplinado, metódico y sigue instrucciones.
Además de seguir procedimientos de manera eficiente:
Tiene sed de conocimiento y superación profesional, por eso se mantiene en constante capacitación.
De los tipos de personalidades en un equipo de trabajo, el académico resalta porque siempre está preparado para cumplir metas.
Lo que no sabe hacer lo aprende con facilidad. Nunca le dice que no a los retos, porque si desconoce cómo asumirlos, sabe que en la academia encontrará las herramientas que necesita y estudia para ello.
El conocimiento será lo más valioso, pero hay más:
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Si cuando vas a seleccionar personal para tu equipo de trabajo le huyes a las personas inconformes, estás desaprovechando una gran oportunidad.
Quienes tienen un cuestionamiento para todo no siempre lo hacen por molestar. En el fondo son grandes perfeccionistas y están exteriorizando la necesidad de innovación y asumir nuevos retos.
Si lo piensas bien, el mundo está lleno de hazañas de personas que por ser inconformistas superaron sus propios límites al cuestionar lo que para otros parecía imposible.
No confundas al inconforme con el problemático, porque este último lejos de ayudar a tu equipo convertirá el trabajo en una zona hostil.
Es normal que aún sientas dudas de aceptar en los tipos de personalidades en un equipo de trabajo a un inconforme, pero sigue leyendo y mira lo que te puede aportar:
¿Ahora que sabes esto le darás o no una oportunidad?
Están un paso adelante siempre, porque les gusta prever situaciones y estar preparados para resolverlas. Las características de las personas proactivas los hacen destacar porque son inteligentes y conscientes de sus habilidades, además tienen un grado de optimismo que los invita a encontrar oportunidades de los problemas.
Si quieres que tu equipo de trabajo tenga éxito, necesitas incorporar a una persona con esta personalidad al grupo. Hará equipo con el líder porque ambos tienen la meta de gestionar lo mejor posible.
Toma en cuenta que el crecimiento de una empresa está estrechamente vinculado al compromiso de sus trabajadores y las personas proactivas tienen ese valor muy arraigado. Además, alguien con esta personalidad:
Una vez que conformaste un equipo, puedes hacer vacantes para más talento humano que termine de engranar a todos. Si tienes oportunidad, incorpora a los que siempre están dispuestos y los que hacen chistes, para hacer la jornada más dinámica.
También es una buena idea abrirle las puertas a los que tienen facilidad para la amistad y terminan convirtiendo al grupo de trabajo en su segunda familia.
No hay personalidades buenas o malas, el punto está en saber aprovechar lo mejor del talento humano en cada una de ellas. Ten un equipo diverso en cuanto e, ¡impulsa el crecimiento de tu PyME!