¿Te preguntas cómo hacer una propuesta de emprendimiento? Sin duda, responder esta inquietud es esencial para desarrollar tu proyecto de negocios y obtener los resultados que esperas.
Primero que todo, para emprender un negocio en Chile —o cualquier otro mercado altamente competitivo— necesitas diseñar una planificación concreta que mitigue la incertidumbre y aporte certezas claves para evitar pérdidas, malas decisiones y una gestión basada en la improvisación.
En este contenido encontrarás la información relevante para llevarla a cabo con éxito. Eso sí, antes te diremos en qué circunstancias es necesario desarrollarla, cuáles características debe poseer y qué beneficios aporta, entre otras cosas.
¿Quieres descubrir todos los detalles sobre este tema tan importante?
¡Lee con atención hasta el final!
Existen diferentes situaciones y contextos en los cuales los emprendedores necesitan realizar una propuesta de emprendimiento, como:
Para hacer inicio de actividades y empezar a operar, las ideas de negocios tienen que transformarse antes en planificaciones concretas, es decir, en una propuesta de emprendimiento.
Por esta razón, conviene que desarrolles esta guía operativa maestra para que traces el camino a seguir de tu proyecto y especifiques cómo gestionarás los diferentes aspectos y aristas.
Incluso, aunque no solicites financiamientos o alianzas comerciales ni acudas a terceros, es importante que establezcas la propuesta para organizar tu emprendimiento y, de esta manera, tener a mano una planificación que detalle qué ofreces al mercado para luego poder utilizarla en diferentes circunstancias.
Si quieres pasar de una microempresa familiar a una PyME u organización más amplia y estructurada, posiblemente necesitas conseguir uno o varios socios.
En primer lugar, incluir nuevos accionistas puede darle el músculo financiero preciso a tu emprendimiento para que pueda crecer y consolidarse como una alternativa corporativa y altamente profesional.
También, los socios son importantes aliados que aportan conocimientos, experiencias y visiones estratégicas que hacen mucho más competitivos a los proyectos de negocio.
Lógicamente, solo conseguirás y convencerás a estos aliados si les presentas un plan concreto orientado al ganar-ganar, es decir, una propuesta de emprendimiento: este documento será el sello de presentación de tu negocio que realmente hará de tu proyecto un emprendimiento pensado y organizado que tiene objetivos certeros.
Bancos e instituciones financieras son, sin duda, potenciales aliados para tu negocio, ya que pueden darle el impulso necesario para expandirse y generar los beneficios que tanto esperas.
Además de garantías, capacidad de pago y otros requisitos financieros y de factibilidad, para poder recibir un crédito o financiamiento debes presentar a estas instituciones un plan concreto, enraizado en la propuesta de emprendimiento.
Con base en este documento, los especialistas evaluarán si el dinero que estás solicitando es acorde a tus necesidades y si realmente podrás obtener suficientes dividendos en el futuro para cubrir el financiamiento y su respectivo interés.
En ocasiones, para poder asumir proyectos de interés y prestar determinados servicios, las empresas deben presentar su plan de emprendimiento y negocio a terceros que evaluarán el mismo antes de dar el visto bueno.
Por ejemplo, una empresa constructora emergente puede necesitar de este documento a la hora de postularse para desarrollar una determinada obra estatal: mientras más certera, precisa, confiable y transparente sea la propuesta, mayores posibilidades tendrá de resultar elegida.
Ya sabes todo lo que puedes conseguir por medio de una propuesta de emprendimiento, pero posiblemente aún desees conocer más razones y aspectos concretos que demuestren su relevancia e importancia.
De ser así, prepárate para descubrir con mayor detalle los principales beneficios que obtendrás al estructurar este plan maestro.
¡Veamos!
Si no cuentas con una propuesta y plan concreto, no estarás emprendiendo, sino realizando distintas acciones aisladas y poco efectivas para intentar monetizar una idea de negocios que aún no está del todo clara y comprobada.
Precisamente, la propuesta de emprendimiento surge para organizar el proyecto y transformarlo en un plan de acción con orientación al logro efectivo y práctico.
Contar con una guía maestría te permitirá ser mejor valorado por potenciales socios, instituciones bancarias y otros actores del mercado como proveedores y posibles colaboradores.
Una empresa que sea el resultado de una propuesta de emprendimiento estructurada y coherente es mucho más creíble y confiable que un negocio desarrollado de forma improvisada.
Si te preguntas cómo hacer una propuesta de emprendimiento, probablemente tienes muchas dudas e inquietudes acerca del camino a seguir y el desarrollo de tu proyecto: esta es una experiencia común para los emprendedores, la cual mitigarás y aliviarás una vez que empieces el proceso de desarrollo y creación de este plan.
Mientras lo llevas a cabo, estarás haciendo investigaciones, análisis y procesos estratégicos que te den datos, conclusiones y certezas concretas sobre tu emprendimiento, dejando a un lado la clásica incertidumbre.
Un negocio poco organizado y sin respaldo de un plan específico difícilmente será valorado por bancos y otras instituciones financieras formales, ya que no les ofrece las garantías y certezas necesarias.
Esto puede llevar a los emprendedores a caer en manos de prestamistas poco profesionales con tasas de intereses más elevadas y que no brindan suficiente seguridad jurídica.
Debido a esto, la mejor opción es desarrollar de forma organizada tu emprendimiento y respaldarlo en un proceso de planificación que te brinde acceso al sistema financiero formal, transparente y productivo.
Al ser más fiable y organizada, una empresa respaldada por una propuesta estratégica es valorada como una alternativa atractiva por potenciales socios y nuevos accionistas.
Desde el punto de vista estratégico, un negocio es mucho más valioso si cuenta con este tipo de documentos o guías maestras.
Mientras desarrollas la propuesta de emprendimiento, estarás definiendo metas y objetivos para tu negocio: por este motivo, tendrás un norte claro y tu empresa estará mucho más orientada al logro, la mejora continua, el crecimiento y otros valores positivos que son esenciales para su consolidación.
Además de establecer objetivos, en la propuesta de emprendimiento especificarás cómo conquistarlos, es decir, tendrás un plan de acción y una estrategia muy bien delimitada.
Ahora sí entiendes por qué la propuesta de emprendimiento es uno de los pasos claves para crear una empresa o potenciar la misma y, por consiguiente, es momento de describir las características más importantes de esta planificación.
Para que tu propuesta te brinde todos los beneficios mencionados anteriormente, debe cumplir con los siguientes puntos esenciales:
Con esto queremos decir que tu propuesta debe estar ajustada a la realidad, tomando en cuenta los recursos disponibles, el entorno y los patrones de consumo.
No tiene sentido desarrollar una planificación con expectativas exageradas que simplemente no podrás cumplir al pie de la letra porque solo generará frustración, dudas e, incluso, pérdidas.
La coherencia no solo involucra objetividad: también, demanda que el plan esté desarrollado de forma ordenada mediante una estructura clara y, sobre todo, que cada uno de los objetivos esté respaldado de una acción.
Por ejemplo, si una de tus metas estratégicas es construir una sólida presencia digital en el mediano plazo, tu propuesta de emprendimiento tiene que señalar con precisión qué harás para lograrlo, como desarrollar una estrategia de marketing de contenidos e invertir en publicidad web.
Al emplearse a la hora de buscar socios o fuentes de financiamiento, el emprendedor puede verse tentado a ser poco transparente en el desarrollo de su propuesta de emprendimiento, incluyendo recursos que no posee y fijando objetivos que sabe que no podrá cumplir.
Esto, además de ser una práctica poco ética, no logra atraer a más aliados ni mejorar la imagen corporativa, sino que rodea al proyecto de dudas y lo hace poco confiable: un socio, director financiero y profesional experto y con visión de negocios sabe detectar las mentiras e inconsistencias en toda propuesta de emprendimiento.
Con esto queremos decir que el plan o propuesta de emprendimiento debe tener un hilo conductor y ser fácil de comprender por un tercero, como un socio o representante de una institución financiera.
En conjunto con analizar el proyecto de negocio y describirlo, este documento tiene que incluir valoraciones del mercado o entorno para demostrar que los objetivos y elementos del negocio se adecúan al lugar y contexto en el que operará.
Si tu misión es ganarte la confianza de un socio o banco gracias a la propuesta de emprendimiento, necesitas incluir datos duros en esta: menciona estadísticas de mercado, proyecciones y elementos que hagan tu propuesta menos subjetiva y más científica, profesional y cualitativa.
¡Bien! Llegamos a punto clave de este material y es hora de que conozcas —paso a paso— cómo hacer una propuesta de emprendimiento exitosa, coherente y atractiva que impulse tu proyecto a lo más alto.
A continuación, te mostraremos las etapas que debes transcurrir desde la fase más primitiva de un emprendimiento: la idea de negocio.
¡Toma nota!
Una idea de negocio es un diamante en bruto que aún necesita muchas cosas por pulir: por esta razón, antes de trasladar tu idea a una planificación o propuesta concreta, analízala muy bien.
Ten claro en qué mercado operará, cómo será su público objetivo y otras características, ya que así obtendrás una especie de bosquejo con el que puedes empezar a trabajar hasta lograr la materialización del proyecto.
Una vez que tengas una idea clara y concreta de cómo será tu emprendimiento, contrasta la viabilidad del mismo.
En este paso debes realizar tus primeras investigaciones de mercado preferiblemente obteniendo datos concretos, los cuales respalden de manera estadística y financiera tu proyecto.
Esta explicación puede ser una muestra del documento de tu propuesta de emprendimiento para generar confianza entre accionistas potenciales o instituciones bancarias, entre otros actores, motivándoles a descubrir más sobre el proyecto: incluye estadísticas y argumentos sólidos sobre la viabilidad del emprendimiento y los beneficios que pueden obtener quienes se involucren en este.
También, detalla por qué la idea de negocios es viable para la sociedad, es decir, qué soluciones ofrece y cómo contribuirá de manera positiva con el entorno.
En ocasiones, los emprendedores dejan este paso para las instancias finales; incluso, algunas teorías lo plantean de esta manera. Sin embargo, cuando se trata de pequeños o medianos emprendimientos que son iniciados con capital propio, lo ideal es tener el presupuesto muy bien delimitado desde un principio.
De forma realista y objetiva, determina con cuánto dinero cuentas para arrancar el emprendimiento: con base en esto podrás establecer acciones, objetivos y otros aspectos alineados a tu realidad.
Si el motivo de tu propuesta de emprendimiento es hallar financiamiento o encontrar un socio con capital, entonces especifica cuánto dinero posees en la actualidad del total de presupuesto necesitado y a qué se destinarán los recursos que obtengas por medio de terceros.
Hablamos del nombre —tanto mercantil como comercial— de la empresa, su ubicación, fecha de inicio de operaciones y otros datos de identificación y descripción.
Igualmente, en este punto se deben desarrollar aspectos clásicos y claves de todo proyecto de negocio, como:
Dentro de tu documento de propuesta debe haber un profundo análisis del entorno que ilustre sobre el contexto que rodeará a tu empresa: entre otras cosas, investiga sobre patrones de consumo, niveles de productividad de tu mercado e, incluso, variables macroeconómicas.
El clima político, social y cultural también debe ser parte del análisis del entorno.
Para enlazar a tu emprendimiento con el mercado y el contexto puedes emplear un análisis FODA —la matriz que especifica Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas— como cierre de este apartado de tu propuesta.
Recuerda que las oportunidades y amenazas suelen ser factores dependientes del entorno, mientras que las fortalezas y debilidades son elementos que parten de la esencia y características de la empresa o emprendimiento.
Este paso consiste en el desarrollo de la médula de tu emprendimiento. El objetivo es ampliar mucho más la descripción, entrando en el terreno práctico y operativo para que potenciales aliados tengan una idea clara, decisiva y transparente de qué les planteas.
La ramificación y radiografía detallada de un proyecto de negocios debe incluir, al menos, las siguientes 4 estructuras básicas:
Aquí tienes que mostrar el carácter de tu empresa. Además de los valores, menciona qué causas promoverá y abrazará, como la conciencia ecológica, por ejemplo.
Recuerda que en estos tiempos las marcas necesitan ser humanas para alcanzar un posicionamiento sólido y ser atractivas para la audiencia, por lo que en este punto deberás explicar esa cara personal y auténtica del emprendimiento.
También se le conoce como estructura mecánica y aborda todo aquello que interactuará en el funcionamiento y la operatividad diaria de tu empresa, como:
Asimismo, aquí puedes hablar sobre el lugar de las operaciones, los recursos técnicos disponibles y los horarios.
Especialmente, toma en cuenta las tecnologías que podrías aplicar para desarrollar el modelo de negocio de forma óptima, cumpliendo con altos estándares de calidad y con obligaciones estatales orientadas a la digitalización. Un ejemplo de esto son los software de facturación electrónica y los sistemas de contabilidad.
La idea es que reflejes toda la cadena logística, comercial y operativa en este apartado para que el potencial aliado pueda imaginarse a la empresa en marcha.
La idea en este punto es profundizar en el presupuesto y, a la vez, ofrecer una visión a futuro del comportamiento financiero de la empresa.
Por ejemplo, realizar proyecciones claras en cuanto a niveles de ganancia esperados, evolución de las ventas mensuales y otras variables le da mucha credibilidad a la estructura financiera.
De igual forma, es muy importante que hagas un análisis de punto de equilibrio que muestre cuánto dinero necesitas generar para cubrir los costos y no operar en números “rojos”.
Consiste en hacer el organigrama de la empresa para señalar cómo estará ramificado el talento humano, mostrando departamentos y áreas de desarrollo.
También, puedes explicar los perfiles profesionales que necesita el emprendimiento y los valores y habilidades blandas que demanda de las personas que harán vida en él.
Al llegar a esta etapa, ya tendrás mucha información en tus manos y tendrás una noción clara sobre los recursos disponibles para el emprendimiento.
Por ese motivo, es el momento justo para establecer objetivos certeros para tu empresa que se alineen a sus características, mercado y entorno de desempeño.
Los buenos objetivos son realistas, medibles, alcanzables y tienen un tiempo de conquista estimado: esto te permitirá mantener el enfoque y orientar todos los esfuerzos hacia resultados estratégicos.
Sí, dentro de tu propuesta de emprendimiento debes postular indicadores y métricas con los cuales analizarás el rendimiento de tu negocio una vez que esté en marcha.
Estos elementos de análisis deben obedecer al enfoque de comercialización del emprendimiento y a sus características en general.
Por ejemplo, si el proyecto está asociado a un comercio electrónico, el tiempo promedio de visita en la tienda online, el volumen de compras mensual, la tasa de abandono de carritos de compra y las visitas diarias a la web son muy buenos indicadores.
En estos tiempos, un negocio sin un sólido plan de marketing detrás simplemente no tiene posibilidades de consolidarse en el mercado.
Hoy, los consumidores no buscan necesariamente el mejor servicio o producto ni tampoco el precio más bajo, sino experiencias satisfactorias, marcas humanas y elementos que les aporten valor: ¡todo esto lo conseguirás con la mercadotecnia!
En conjunto con expertos, desarrolla un plan de marketing que sea un apéndice de tu propuesta de emprendimiento y, al mismo tiempo, el motor que le permita tomar impulso y crecer.
Ganarás muchos puntos a tu favor al mostrarle una planificación estratégica y concreta de marketing a tus potenciales aliados.
Se trata de integrar todo lo mencionado en una guía maestra que finalmente será el documento de tu propuesta de emprendimiento.
Recuerda que el documento a presentar debe ser coherente, conciso, preciso y estructurado para que resulte atractivo para tus potenciales aliados y los invites a descubrir a fondo tu plan.
¡Genial! Ya sabes cómo hacer una propuesta de emprendimiento exitosa.
No dudes en tomar en cuenta esta guía práctica para desarrollarla si quieres que tu idea de negocio adopte un aire corporativo y profesional para convertirla en una alternativa realmente llamativa ante potenciales socios, instituciones financieras y el mercado en general.
Incluso, como mencionamos anteriormente, este documento condensa todas las variables críticas de un plan de negocio, por lo cual también te servirá como guía operativa.
¡Buena suerte!
Por último, si no te sientes lo suficientemente preparado para crear y consolidar un negocio propio, ¡no dudes en descargar nuestra guía para emprender un negocio en Chile! ¡No te la pierdas!
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