Una de las claves del éxito en la importación es contar con la documentación correcta.
Estos son los documentos básicos que necesitarás:
Factura comercial: Detalla la transacción entre el proveedor y el importador, incluyendo descripción, valor y condiciones de venta del producto.
Conocimiento de embarque (Bill of Lading): Este documento acredita la propiedad de los bienes durante el transporte.
Lista de empaque (Packing List): Describe el contenido de los envíos, especificando detalles como peso, dimensiones y cantidad de cada ítem.
Poder notarial: En caso de que un tercero realice el trámite, se requiere un poder notarial del dueño o consignatario para un despacho determinado.
Vistos buenos o certificaciones: Cuando corresponda, es necesario obtener autorizaciones previas de organismos fiscalizadores.
Certificado de origen: Indica el país de origen del producto, lo cual puede influir en los aranceles aplicables.
Todas las importaciones están sujetas al pago de un derecho ad valorem equivalente al 6% del valor CIF de la mercancía.
Este valor CIF incluye:
El Impuesto al Valor Agregado (IVA), fijado en un 19%, se calcula sobre la suma del valor CIF y el monto del derecho ad valorem. Es importante considerar este aspecto para estimar el costo final de los productos que ingresan al país.
En función de la naturaleza del producto, algunas mercancías pueden estar sujetas a impuestos adicionales.
Este es el caso de:
Estos tributos se suman al derecho ad valorem y al IVA, incrementando el costo total de importación.
Cuando se trata de mercancías usadas, y siempre que esté permitida su importación, se aplica un recargo adicional del 3% sobre el valor CIF.
Este porcentaje es independiente de otros tributos que puedan afectar al producto según su categoría o naturaleza.
Chile cuenta con una amplia red de tratados de libre comercio, lo que significa que ciertos productos originarios de países con acuerdos comerciales vigentes pueden beneficiarse de:
Verifica si el país de origen de tu mercancía está incluido en estos acuerdos para aprovechar estos beneficios y reducir tus costos de importación.
La supervisión de las operaciones de importación, así como la recaudación de todos los derechos e impuestos asociados, está a cargo del Servicio Nacional de Aduanas.
Este organismo se asegura de que las mercancías ingresen al país cumpliendo con las normativas vigentes y que los tributos sean correctamente declarados y pagados.
El agente de aduanas es un intermediario autorizado que facilita el proceso de importación y exportación de mercancías, asegurando el cumplimiento de las normativas aduaneras y fiscales.
Su principal función es gestionar la Declaración de Ingreso y presentar los documentos requeridos ante el Servicio Nacional de Aduanas.
Además, asesora al importador sobre aranceles, impuestos y posibles restricciones o permisos necesarios según el tipo de mercancía.
Este profesional es indispensable cuando el valor FOB de la mercancía supera los 1.000 dólares estadounidenses, actuando como representante del importador para evitar errores en los trámites que puedan generar demoras o sanciones.
Para facilitar la operación, sigue estos pasos:
Puedes importar productos para uso personal, pero debes tener en cuenta que si el valor de los artículos adquiridos supera los 41 dólares estadounidenses, estarán sujetos al pago de impuestos.
Esto aplica tanto a las compras realizadas para consumo personal como a aquellas adquiridas a través de plataformas de comercio electrónico de tiendas internacionales.
Si los bienes son importados con fines comerciales, deberás cumplir con las normativas y requisitos establecidos por el Servicio Nacional de Aduanas.
A partir de octubre de 2025, todas las compras internacionales realizadas desde Chile estarán sujetas al cobro de impuestos, independientemente del monto de la transacción, incluso aquellas inferiores a 41 dólares.
Este cambio busca uniformar la tributación sobre las adquisiciones realizadas a través de plataformas de comercio electrónico, eliminando exenciones previas para compras de bajo valor.
Los consumidores deberán considerar este nuevo esquema al calcular el costo total de sus compras en el extranjero.
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