Sin embargo, para obtener los resultados deseados es necesaria la presencia de un líder capaz de orientar los esfuerzos individuales hacia el logro de objetivos estratégicos específicos. De ahí que el desarrollo de liderazgo empresarial sea una de las prioridades número uno para muchas organizaciones.
En líneas generales, el concepto hace referencia al proceso o habilidad que le permite a una persona dirigir y administrar un negocio o una empresa conduciendo equipos de trabajo hacia objetivos concretos y en beneficio del negocio.
En otras palabras, un líder empresarial es mucho más que un simple jefe que da órdenes. Tiene la capacidad de influir en un grupo de trabajo de manera positiva y conseguir que cada uno de sus miembros aporte lo mejor de sí.
Por supuesto, existen diversos tipos de liderazgo, y la efectividad de cada uno de ellos dependerá de las políticas y modelo de negocio de tu empresa. A saber:
Aquí, el líder tiene la capacidad de transformar a sus seguidores de manera positiva.
Se fundamenta en la entrega de incentivos o premios a los trabajadores por la correcta realización del trabajo.
El líder es quien toma todas las decisiones y controla la mayoría de los procesos de la empresa. Escucha poco a sus colaboradores, que no poseen participación ni tienen derecho a cuestionar dichas decisiones.
Se basa en explicarle claramente a cada colaborador qué debe hacer y qué se espera de él. Luego se le deja hacer con poca supervisión.
Entre los objetivos específicos de liderazgo empresarial se encuentran, además de guiar el equipo y ayudar a la ejecución del plan estratégico de la empresa, lograr que el ambiente laboral sea el más propicio, algo que puede incrementar la productividad en más de un 30%, las ventas en un 37% y la fidelización de los colaboradores en un 87%.
Existe un vínculo entre las actitudes de los empleados, el clima organizacional y la percepción que tienen del liderazgo: si hay una buena percepción de este último punto, la satisfacción laboral puede ser mayor, el ambiente de trabajo mucho mejor y, como hemos visto, la productividad aumenta.
En ese sentido, un buen líder empresarial debe tener excelentes habilidades comunicacionales. Debe entregar oportunamente la información, no dar pie a malos entendidos y saber escuchar a los colaboradores para ayudarlos a resolver eficientemente sus inquietudes y problemas, algo esencial para mantener un buen clima laboral y optimizar la productividad (se resuelven más rápido las contingencias).
Por lo demás, el liderazgo empresarial se caracteriza por:
Los colaboradores necesitan que el líder se tome el tiempo necesario para entrenarlos, retroalimentar su trabajo y colocarles nuevas tareas y desafíos. Tiene que hacerlo de manera asertiva, con inteligencia emocional.
Como dijo Steve Jobs, fundador de Apple, “la innovación es lo que distingue al líder de sus seguidores”. El líder empresarial tiene que encontrar oportunidades donde otros no las ven.
Un buen líder genera empatía, algo esencial para que las ideas y proyectos propuestos sean mejor recibidos por parte del equipo de trabajo.
El buen líder no quiere hacer todo él mismo. Conoce las habilidades de cada uno de los integrantes de su equipo, confía en ellos y, por lo tanto, es capaz de delegar tareas y funciones, preocupándose por brindarles asesoría y trabajar a diario por el empoderamiento del equipo en general.
Quizás es una de las más importantes características del liderazgo empresarial. Los mejores líderes saben trabajar en equipo, asumir sus errores, escuchar las ideas de otros y construir estrechas relaciones con sus colaboradores. Siempre con el objetivo de obtener los resultados esperados.
Se estima que el 79% de los empleados renuncian a sus trabajos por "falta de apreciación". Como uno de los objetivos específicos de liderazgo empresarial es incrementar el compromiso de los colaboradores y retener talento, el buen director muestra interés por el éxito, crecimiento profesional y bienestar general de sus colaboradores.
Por lo demás, un buen líder es consciente de sus propias fortalezas y debilidades, y cuenta con la capacidad de encontrar soluciones para potenciar las primeras y reducir las segundas. De esa manera se hace más fuerte y puede gestionar con mayor éxito sus equipos de trabajo.
Cuando un líder cumple con las características que hemos revisado, se erige un excelente liderazgo empresarial que genera beneficios de carácter estratégico para la empresa:
Sin duda, estos beneficios de un buen liderazgo empresarial pueden generar cambios importantes en cualquier organización, por lo que es una habilidad que debes promover en tu empresa.
Teniendo en cuenta qué es, las características y objetivos específicos de liderazgo empresarial, es posible decir que para administrar un negocio de manera eficiente, lo primero que tienes que hacer es desarrollar las habilidades del buen líder. Algunas personas nacen con ellas, pero aquellas que no las poseen tienen la posibilidad de capacitarse para adquirirlas.
Ya hablando de consejos prácticos al respecto, vale la pena señalar los siguientes:
Aplica estos consejos en ti mismo y comienza a desarrollar las habilidades y características del buen líder. Al respecto, ¿Cómo gestionas el liderazgo en tu empresa? ¿Cuáles son los principales obstáculos que has encontrado para guiar a tus colaboradores hacia la obtención de los objetivos de la compañía?