Remunerar a los colaboradores por su trabajo es de suma importancia para cualquier empresa, no solo porque es un compromiso ético o una obligación legal, sino porque un buen sueldo es el mejor estímulo para los colaboradores, pues potencia su productividad y evita las fugas de talento humano.
Es una tarea bastante complicada fijar los salarios en una empresa, debido a que su monto debe satisfacer las expectativas del empleado, sin comprometer la rentabilidad del negocio.
Por esta razón, en su determinación inciden varios factores que se deben tener en cuenta y que revisamos a continuación para que puedas entender como se puede fijar el salario de un trabajador:
A inicios del 2018, se estableció que el salario mínimo equivaldría a $276.000 para los trabajadores entre 18 y 65 años, lo que significa que el sueldo de un colaborador nunca debe estar por debajo de dicha cifra.
Una rápida revisión al mercado laboral permitirá definir qué tipo de ocupaciones pueden ser remuneradas con este monto, teniendo en cuenta que suelen estar asociadas a tareas que requieren poca capacitación técnica, tecnológica o profesional.
Pero, ¿Qué se hace con las ocupaciones que exigen un salario superior al mínimo? Lo primero es revisar el mercado laboral para conocer los estándares.
Al respecto, en el Informe Tendencias del Mercado Laboral se entrega una completa guía salarial que reúne las ocupaciones más populares del país, ideal para hacerte una idea del sueldo promedio que está recibiendo cada profesión y cómo fijar los salarios en tu empresa.
Teniendo claros los salarios promedio de las distintas ocupaciones del país, puedes definir el valor de los puestos de trabajo que ofrece tu empresa. Al respecto, tienes que establecer un rango presupuestal para cada nivel, para así poder dar reconocimientos en casos particulares.
Por ejemplo, puedes establecer el sueldo de un periodista entre los $600.000 y $1.200.000 pesos. Ese espacio te da la posibilidad de fijar una remuneración acorde al perfil particular de cada colaborador.
Para establecer el sueldo de un colaborador en particular, previamente tienes que determinar las funciones del puesto a cubrir. De esta forma, puedes asignar una remuneración basándote en criterios como el grado de esfuerzo, responsabilidad, conocimiento y habilidades requeridas.
De hecho, hacer esta operación te permitirá determinar la escala salarial puesto por puesto, teniendo en cuenta las diferencias esenciales entre los diferentes cargos.
Ten presente que cada cargo requiere de un grado de preparación y experiencia, lo que determinará el valor del salario a percibir. No puedes esperar que un profesional recién egresado reciba la misma remuneración que uno con 20 años de experiencia, con magister y dominio de una segunda lengua.
A la hora de fijar los salarios debes prestar mucha atención al crecimiento y capacidad competitiva de la empresa. No puedes comprometer la rentabilidad estableciendo sueldos altos que afecten la liquidez del negocio o que comprometan sus planes estratégicos.
En relación con esto, el estudio citado anteriormente arroja un dato importante: el 40% de los directivos encuestados considera que una de las dificultades comunes que afrontan las empresas modernas son las excesivas pretensiones de renta frente al actual escenario económico.
Los sueldos que piden los candidatos, muchas veces, son más altos de lo que el mercado puede sustentar debido a la situación económica actual. Por lo tanto, evalúa muy bien este punto antes de determinar cualquier tipo de remuneración.
Las variaciones que experimenta el mercado de trabajo respecto a la oferta y a la demanda condicionan el sueldo promedio de cada profesión y oficio. Cuando los factores de producción abundan y la mano de obra es escasa, las remuneraciones tienden a aumentar. Sin embargo, cuando la mano de obra es la que abunda y los puestos de trabajo ofertados son mínimos, el sueldo tiende a reducirse.
El sueldo y la productividad laboral son directamente proporcionales: Puedes evaluar cuál es la producción media de un determinado puesto de trabajo y, en base a los resultados, establecer el salario que podría percibir.
De hecho, puedes considerar las horas laborales como factores determinantes en el monto de un salario, ya que, en la mayoría de las actividades, tienes la posibilidad de saber exactamente cuánto cuesta una hora de trabajo.
Por ejemplo, puedes tomar al obrero que elabora zapatos y cuantificar cuántos pares realiza en una jornada de 8 horas. Luego, tomas el valor de éstos en el mercado y resta todos los gastos en que incurre la empresa para fabricarlos y hacerlos llegar al consumidor. El resultado menos el margen de utilidad del negocio será el valor de una jornada de 8 horas.
Teniendo en cuenta estos factores y condiciones, podrás determinar los salarios correctos para cada uno de los puestos laborales que componen el capital humano de la empresa. Al hacerlo, no olvides tener en cuenta todos los montos referentes a las cargas previsionales, asignaciones familiares, de maternidad y todo lo que el Código del Trabajo exige pagar.
Debes considerar algunos consejos antes de realizar el pago de sueldos, como establecer planes de incentivos que te permitan premiar a los mejores trabajadores. Así, estarás permanentemente estimulando a tus trabajadores y evitarás las fugas de talento. Sin embargo, no olvides hacerlo teniendo en cuenta hasta el último de los datos contables de la empresa pues, de lo contrario, puedes comprometer su rentabilidad.