La obligación de declarar ingresos por arriendos aplica tanto para personas naturales como jurídicas que obtengan ingresos derivados del arriendo de bienes raíces.
Este monto debe incluirse en la Declaración Anual de Renta para calcular el impuesto correspondiente, considerando las características tanto del propietario como del inmueble, y en especial si el bien está acogido a beneficios como el DFL2.
Si arriendas hasta dos propiedades habitacionales acogidas al DFL2 (menores a 140 metros cuadrados), los ingresos obtenidos por este concepto están considerados como no renta, es decir, están exentos de impuestos.
Desde la tercera vivienda DFL2: Si tienes tres o más propiedades acogidas al beneficio del DFL2, deberás incluir los ingresos por arriendos en tu declaración, sin importar la fecha en que adquiriste las propiedades. Este cambio se introdujo con la Ley N°21.420 de 2022, que eliminó la exención para propiedades adquiridas antes de 2010.
Inmuebles mayores a 140 m²: Los bienes raíces habitacionales que superan esta superficie no califican para los beneficios del DFL2, por lo que siempre deberás declarar los ingresos obtenidos por su arriendo.
Otros tipos de bienes raíces: Propiedades como oficinas, bodegas o estacionamientos están sujetas a la obligación de declarar, independientemente de su tamaño o características.
Si tienes bienes raíces arrendados, es fundamental que conozcas si están acogidos al DFL2 y cuáles son los límites que aplican en tu caso.
Esto te ayudará a cumplir con tus obligaciones tributarias y a evitar posibles sanciones por omisiones en la Declaración de Renta.
Si tu PYME arrienda un espacio, como un local comercial, los pagos realizados pueden ser considerados un gasto deducible, siempre que cumplan con ciertos requisitos establecidos por el Servicio de Impuestos Internos (SII).
Aquí hay algunos puntos importantes que debes tener en cuenta:
Uso exclusivo para actividades comerciales: El espacio arrendado debe estar directamente relacionado con las actividades de tu negocio. No puedes deducir un arriendo si se utiliza para fines personales.
Contrato formalizado: Es imprescindible contar con un contrato de arriendo debidamente firmado y registrado.
Boletas o facturas: Asegúrate de que el propietario emita las boletas o facturas correspondientes al pago del arriendo, ya que son la evidencia necesaria para justificar este gasto ante el SII.
Los gastos asociados al arriendo son clave para optimizar tu declaración de impuestos, ya sea que arriendes un local para tu PYME o que lo arriendes a terceros.
Conocer cuáles puedes deducir te ayudará a cumplir con tus obligaciones tributarias mientras reduces tu carga fiscal.
Como arrendatario, puedes deducir los siguientes gastos relacionados con el arriendo, siempre que estén debidamente respaldados:
El pago del arriendo mensual: Este es el gasto principal y debe estar documentado mediante boletas o facturas emitidas por el arrendador.
Gastos comunes: Si el contrato especifica que debes cubrir gastos comunes asociados al local, como mantenciones o servicios compartidos, estos también son deducibles.
Mejoras al inmueble: Si has realizado mejoras necesarias para el funcionamiento de tu negocio (como remodelaciones o adecuaciones), podrías deducirlas, siempre que cuentes con la documentación correspondiente.
Como arrendador, también puedes deducir ciertos gastos relacionados con la propiedad:
Contribuciones de bienes raíces: El pago de contribuciones es un gasto necesario que puede reducir tu base imponible.
Reparaciones y mantenciones: Los costos de reparación, mantención o adecuación del inmueble arrendado son deducibles, siempre que estén directamente relacionados con mantener el valor del bien.
Gastos administrativos: Si incurriste en costos administrativos para gestionar el arriendo, como honorarios de corredoras o redacción de contratos, estos pueden ser considerados.
Cuando percibes ingresos por concepto de arriendos, estos deben agregarse a los demás ingresos anuales para determinar la renta global imponible, que es la base sobre la cual se calcularán los impuestos correspondientes.
Este cálculo toma en cuenta todos los ingresos acumulados durante el año, incluyendo aquellos provenientes de otras actividades económicas o laborales.
Es importante recordar que no todos los ingresos por arriendos son gravados en su totalidad.
Como ya vimos, puedes deducir ciertos gastos asociados al arriendo, como mantenciones, reparaciones, contribuciones y otros costos necesarios para la operación del inmueble.
Estas deducciones permiten reducir la base imponible, lo que significa que solo pagarás impuestos sobre el ingreso neto, es decir, lo que realmente percibes después de cubrir los gastos relacionados con la propiedad.
Es fundamental llevar un control claro y detallado de todos los pagos y cobros relacionados con arriendos. Utiliza herramientas digitales o software contables que te ayuden a mantener ordenada esta información.
Si bien puedes manejar muchos aspectos por tu cuenta, la asesoría de un contador experimentado puede hacer una gran diferencia, especialmente si tienes varios locales arrendados o situaciones especiales que requieren un tratamiento tributario específico.
La normativa tributaria puede ser compleja, especialmente cuando se trata de arriendos y deducciones.
Un contador experimentado puede asegurarse de que declares correctamente y aproveches todos los beneficios disponibles.
El Servicio de Impuestos Internos publica guías y normativas actualizadas sobre la Operación Renta. Dedica tiempo a revisarlas para entender mejor tus obligaciones y derechos como contribuyente.
Declara tus arriendos dentro de los plazos establecidos. Retrasos o errores en la declaración pueden resultar en multas y sanciones.
Para facilitar tu proceso, aquí te dejamos una lista de errores que debes evitar al declarar arriendos:
No formalizar el contrato: Sin un contrato de arriendo, será difícil justificar gastos ante el SII.
Omitir ingresos por arriendos: Dejar de declarar estos ingresos puede generar problemas legales y tributarios.
Falta de respaldo documental: No contar con boletas, facturas u otros documentos que prueben tus gastos o ingresos puede invalidar tus deducciones.
Confusión entre arriendos personales y comerciales: Asegúrate de separar claramente los arriendos relacionados con tu PYME de aquellos que son de uso personal.
Manejar los arriendos de forma adecuada durante la Operación Renta es esencial para cumplir con las normativas tributarias y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades de ahorro.
Ya sea que estés declarando un gasto deducible o ingresos percibidos, el conocimiento y la organización serán tus mejores aliados.
Recuerda que el SII ofrece herramientas y plataformas en línea para facilitar el proceso de declaración de renta.
Además, contar con asesoría contable profesional es una inversión valiosa para evitar problemas y maximizar los beneficios.
Si buscas una solución práctica para gestionar tu contabilidad y declarar tus arriendos sin complicaciones, un software como Nubox puede ser tu mejor aliado.
Nubox te ofrece herramientas fáciles de usar para llevar un control detallado de tus ingresos y gastos, calcular impuestos y generar reportes precisos.
Al centralizar toda tu información contable en una plataforma confiable, ahorrarás tiempo y minimizarás el riesgo de errores.