Ante todo debes saber que un análisis del flujo de caja se hace con la finalidad de revisar todos aquellos ingresos y egresos que se han generado en la empresa durante un periodo de tiempo, ya que de esta manera es posible conocer el efectivo del cual verdaderamente dispone.
En pocas palabras, hacer un análisis del flujo de caja te permitirá conocer cuál es la situación real de tu empresa frente a sus obligaciones y dar una alerta a tiempo cuando no cuentes con la liquidez financiera necesaria para tu negocio.
Así, podrás tomar decisiones de acuerdo a los resultados de este análisis, ya sea para mejorar el panorama frente a un posible riesgo o, simplemente, saber que las operaciones se están realizando de manera adecuada.
Para analizar correctamente el flujo de caja es necesario lo siguiente:
Esto incluye conocer todas aquellas operaciones que de alguna forma u otra generen una ganancia para la empresa y no únicamente aquellas producidas por las ventas, como ventas de activos y préstamos, entre otros.
Del mismo modo se hace con los egresos, registrando cada una de las salidas de dinero, ya sea por gastos operacionales, compras, sueldos y salarios, obligaciones adquiridas con proveedores, impuestos, créditos y otros que permitan mantener el negocio a flote.
La idea es incluirlos todos para obtener el verdadero resultado del análisis del flujo de caja.
Luego de definir los ingresos y los gastos debes realizar el estudio o cálculo del flujo de caja: este resultado te demostrará la salud financiera de tu empresa y, por consiguiente, podrás determinar si realmente cuentas con dinero suficiente para cubrir tus obligaciones o si tus gastos del mes superan tu entrada de efectivo.
Si el saldo es negativo, entonces esto es una señal de alerta, pues significa que no tienes la liquidez suficiente para mantener la operatividad de la empresa.
Por otro lado, cuando el saldo del flujo de efectivo es positivo, te demostrará que tus ingresos son suficientes para cubrir las necesidades de la empresa en cuanto a su funcionamiento y, además, podrás determinar si queda dinero para nuevas inversiones.
En resumen, conocer y manejar el flujo de caja te permitirá tomar decisiones para revertir cualquier situación de riesgo.
El flujo de caja no debe ser un informe esporádico, sino un reporte constante —ya sea de manera mensual, trimestral o semestral— para así mantener un monitoreo y saber la verdadera rentabilidad que puede tener tu negocio.
Como mencionamos anteriormente, te permite identificar situaciones de riesgo para que puedas actuar a tiempo frente a eventualidades.
Saber cómo hacer un análisis del flujo de caja correctamente te ayudará a ir creando nuevas estrategias mes a mes para mejorarlo, como solicitar financiamiento, aumentar tus ventas, incrementar tu inventario, disminuir tus gastos o cualquier otro elemento que te ayude a mantener una buena salud financiera en tu empresa.
En efecto, una buena opción es realizar un flujo de caja proyectado cada cierto tiempo para posteriormente comparar resultados e idear estrategias que ayuden a cumplir con las metas del negocio.
Al momento de analizar los resultados del flujo de caja existen ciertos factores en los cuales debes poner especial atención para evitar pasar por alto alguna señal importante. Entre algunos de estos destacan:
Por supuesto, son muchos los elementos a los que debes prestar atención, pero especialmente debes fijarte en situaciones operativas de la empresa que puedan ser un llamado de atención, como el quiebre de stock, incumplimiento de obligaciones e intereses muy elevados, entre otras.
Se entiende por gastos no desembolsables al desembolso destinado para fines de tributación, pero que no ocasionan una salida de caja.
Para saber cómo hacer un análisis de flujo de caja también es importante que entiendas elementos importantes de su estructura, como los gastos no desembolsables, así que veamos cómo se clasifican:
Estos tienen como objetivo rebajar la utilidad de los impuestos al calcular el monto a pagar por los tributos. El beneficio es que el valor a cancelar será menor.
Es muy importante que, después de hacer el cálculo de los impuestos, se hagan los ajustes por pagos no desembolsables, porque de esa manera se anula su efecto sobre el flujo de caja.
Cuando hablamos de amortización hay que mencionarla como un concepto contable que se refiere al desgaste del capital de una empresa.
La amortización puede definirse también como la forma en que se divide el costo de la inversión como gasto, tomando como referencia el lapso de tiempo en el que dicha inversión generará ingresos.
Todas las empresas al adquirir un capital deben entender que en algún momento ese activo de capital tiene que reemplazarse. Entonces, para compensar este costo, las empresas aprovechan la amortización durante todo el periodo de vida útil.
Además, tiene un objetivo clave en la elaboración del flujo de caja: conocer el valor real de los activos y en cuanto a los pasivos arroja números claros sobre los pagos por hacer relacionado a las deudas adquiridas.
En otras palabras, es una forma eficaz y sencilla de tener control sobre los activos y pasivos y el ascenso de valor de los mismos.
Las empresas deben tomarla en cuenta, especialmente, cuando trabajan en cómo hacer un análisis de flujo de caja y, además, si realizan pagos de forma periódica, no importa si es un monto constante o este varía.
¡Listo! Ya sabes cómo hacer un análisis del flujo de caja y su importancia.
Automatizar los procesos del flujo de caja también puede ayudarte a realizar un mejor ejercicio con información más detallada y menos errores en los cálculos.
Como ves, para saber cómo hacer un análisis del flujo de caja de manera correcta solo debes mantener todas tus operaciones organizadas y estar atento a cualquier señal que indique problemas para la empresa, sobre todo si de liquidez se trata.
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